Columnistas
10/07/2016

La Patria es de otro

La Patria es de otro | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El gobierno de Cambiemos se inclina más hacia una “política de olvido” y por desterritorializar la memoria colectiva. Por eso invita al presidente norteamericano a un 24 de Marzo y al rey de España a un 9 de Julio.

María Beatriz Gentile *

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Se ha dicho infinidad de veces que la memoria histórica es un campo de batalla donde se disputa el presente y queno hay ingenuidad ni neutralidad cuando el Estado decide qué se recuerda y qué se olvida.

Los festejos de este Bicentenario tienen la particularidad de evitar el pasado y sobreestimar el futuro. Así la publicidad oficial de la conmemoración se nutre de frases optimistas y esperanzadoras afirmadas sobre la nada. No hay referencias históricas sino sólo buenos deseos e invocación al “diálogo” y a la “convivencia", como si esos fueran los valores de los hombres de 1816 y la Independencia resultado de una amigable conversación que los congresales de Tucumán mantuvieron con Fernando VII.

En la misma línea se desarrollala actividad de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos presidida por Teresa Anchorena. La iniciativa fue seleccionarochenta piezas escultóricas representativas para ser declaradas “monumentos históricos” del bicentenario. Del conjunto de obras elegidas, 62 se encuentran en Buenos Aires, 18 en otras provincias y algunas de ellas quedarán fuera."Hay provincias, como las patagónicas, que no tienen la misma tradición histórica de las grandes ciudades, por lo tanto su patrimonio arquitectónico y escultórico es menor… hay que buscar y podrían encontrarse, pero ¿cómo se encuentra una aguja en un pajar?";sedijo a manera de disculpa por el escaso espíritu federal de la decisión.

Para aportar algo de contenido a las páginas en blanco del cuaderno Rivadavia de la comisión, habría que recordar que de las 179 batallas que se libraron en la guerra por la emancipación colonial -entre 1810 y 1824- sólo cinco ocurrieron en la provincia de Buenos Aires y el resto mayoritariamente en las provincias de Salta, Jujuy, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental. Es comprensible que la señora Anchorena no pueda concebir que la Nación tiene límites más extensos que el alambrado de los campos de sus bisabuelos, lo extraño es encontrar alguna relación posible entre la escultura seleccionada de “Lobos marinos” en la plazoleta de la Armada Argentina y el 9 de julio.

No hablar del pasado tiene sus ventajas cuando hay poco o casi nada de lo acontecido que se pueda vincular al presente. Hablar de este tramo de la historia implicaría mencionar los derechos usurpados por el colonizador, resignificar conceptos como soberanía e independencia y reconocer el carácter polémico y desestabilizador que supuso para las elites dirigentes criollas aceptar la presencia de indios, negros y mulatos dentro del nuevo orden republicano. Pero nada de esto tiene sentido para un gobierno que pide disculpas por la nacionalización de su empresa energética, paga la deuda externa aceptando los fallos y jurisdicción de jueces extranjeros y que inventa una “tasa de sufrimiento” para medir que tan pobres son los pobres y así proyectar las variables macroeconómicas.

Al gobierno actual convengamos que le importa bastante poco los usos del pasado. Su tiempo preferido es el futuro, de allí que en algún sentido busque deshacerse no sólo del pasado lejano sino también del pasado reciente. Se inclina más hacia una “política de olvido” y por desterritorializar la memoria colectiva. Por eso invita al presidente norteamericano a un 24 de Marzo y al rey de España a un 9 de Julio. Incluso podría decirse que gestos como relocalizar al Cristóbal Colon removido por el gobierno anterior o declarar monumento histórico la estatua de Bartolomé Mitre, resultan más una concesión a la derecha conservadora porteña -que por doce años tuvo que tolerar los pies de los otrosen la fuente de Plaza de Mayo- que un acto de filiación histórica.

En el Bicentenario del 2010, el pasado inundó al presente y la consigna fue “La Patria es el otro”. En este Bicentenario, la Patria quedó vacante y que se haga cargo otro.



(*) Historiadora, decana de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue.
29/07/2016

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