La suba del dólar de la última semana provocó un incremento millonario en las obligaciones que este año deberá afrontar Río Negro solo para el pago de intereses del Plan Castello.

En la edición de del 1 de febrero de este año, bajo el título “Río Negro perdió 100 millones de pesos" y en base a un informe del economista Claudio Scaletta, se transparentaba que la deuda de 300 millones de dólares que había tomado el gobierno rionegrino ya había producido en aquel momento una perdida millonaria a la provincia.

Ese dinero fue tomado con un plazo de financiamiento promedio a 7 años y con una tasa del 7,75 por ciento anual, en línea con la que estaban consiguiendo el resto de las provincias argentinas.

El 7 de diciembre del 2017 se anunció la llegada de los 300 millones de dólares, y se agregó desde la cartera de Economía que habían utilizado una serie de instrumentos financieros para invertir esos fondos hasta que se inicien a las obras, las cuales debían pasar por el proceso de licitación que hoy se está cumplimentando.

Así fue que se invirtieron más de 202 millones (exactamente, U$D 202.777.891) en una letra del Tesoro Nacional, en un plazo de 182 días, y “el resto de los fondos fueron invertidos en pesos en Lebacs a un rendimiento aproximado del 30%, superando en ambas inversiones al que se pudiera obtener en plazos fijos”.

Ya en aquel momento Scaletta dijo que se habían perdido 5 millones de dólares con la transacción, que por la cotización de entonces eran 100.000 pesos, y anticipaba dificultades futuras.

Ahora, la devaluación de la última semana generó un incremento en el monto de intereses a pagar durante lo que resta de 2018, mientras que el capital deberá comenzar a ser saldado dos años después de la toma de deuda.

El diputado nacional Martín Doñate realizó consideraciones vía redes sociales luego de que el equipo económico del macrismo difundiera las nuevas medidas económicas para intentar frenar la escalada del dólar que ayer superó los 23 pesos por unidad.

Expresó que el escenario de Rio Negro frente a la disparada del dólar, el aumento de la tasa de interés, el freno a la obra pública y el ajuste brutal que anunció el ministro  Nicolás Dujovne, compromete la cuentas públicas, el comercio, la industria, el bolsillo y la vida de los rionegrinos.

El legislador agregó que “el problema de endeudar en dólares en este contexto a la provincia la alertamos. Nos trataban de agoreros y obstruccionistas. La provincia recauda en pesos y esos ingresos se verán disminuidos con las nuevas medidas de ajuste, más subas de tarifas y el freno a la actividad por la inflación”.

Por último, Doñate indicó que Rio Negro está frente a una situación fiscal y social de consecuencias dolorosas.

Las apreciaciones y preocupación del parlamentario son reales. Para este año, la Provincia asumió el compromiso de pago de 23 millones de dólares en intereses. Al momento de llegar los recursos -diciembre del año pasado- el dólar estaba en 18,76 pesos, es decir que el erario provincial debía asumir en 2018 pagos por 431,4 millones de pesos.

Pero la devaluación de los últimos días provocó la suba del dólar hasta los 22,30 pesos -según el cierre del viernes-, lo que generó un incremento de 82 millones de pesos en las obligaciones de pago, llevando el monto anual -siempre por intereses- hasta los 513 millones de pesos.

Lo que puede venir

Si a partir del lunes, o la semana siguiente o durante los próximos meses, se produce otra corrida cambiaria, la Provincia sumará nuevas exigencias y el negocio del Plan Castello será cada vez más ruinoso. Y esto sin tener en cuenta el incremento de los costos de construcción.

En aquel momento Scaletta, economista del Centro de Estudios Patagónicos cuyo informe reflejó, sostuvo que la decisión de tomar créditos en los mercados internacionales para financiar obra pública doméstica, en este caso el Plan Castello, se enmarca en una estrategia más amplia del gobierno nacional: utilizar a los Estados provinciales para la colocación de deuda externa.

Esto es así porque los gastos en infraestructura de los Estados provinciales demandan pesos, no dólares, y las divisas tomadas en el exterior quedan en las arcas del Banco Central. Se trata de la misma estrategia utilizada, por ejemplo, por la dictadura militar 1976-83, solo que entonces el endeudamiento se puso fundamentalmente en cabeza de las empresas públicas. Cambiemos, como parte de un plan deliberado, utiliza a las provincias.

El argumento a favor de endeudarse en divisas suele ser la posibilidad de acceder a una tasa de interés más baja que la que se pagaría en moneda doméstica. Sin embargo, esta menor tasa no debería considerarse separadamente de la volatilidad macroeconómica, tanto por la incertidumbre cambiaria como por la inflación, sostenía Claudio Scaletta.

La situación del resto de las provincias patagónicas no es mejor. Por caso, Neuquén tomó ya deuda por 715 millones de dólares, y Chubut lo hizo por 700 millones. Río Negro, como se mencionó, tomó deuda por 300 millones, mientras que la ley del Plan Castello autoriza a la Provincia a llevar esa cifra hasta los 580 millones de dólares.

El Observatorio de Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) produjo un informe que despeja todas las dudas: la política de adopción de deuda en dólares -ya sea para cubrir gastos corrientes o, como en el caso de Río Negro, proyectar un plan de obras públicas-, es un mandato nacional del Gobierno de la alianza Cambiemos. Y los Gobernadores de las Provincias mencionadas, más allá de las declaraciones altisonantes, son fieles ejecutores del modelo económico que implementó la Nación desde diciembre de 2015.