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Columnistas
02/12/2017

Los límites, lo irreparable, la vida

Los límites, lo irreparable, la vida | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Detrás de las decisiones estructurales de la economía, que ya dejó de ser política y se convirtió en autónoma, los que quedan fuera del barco, o en la lona para ser más explícito, reaccionan.

Marcelo Medrano

Desde las dos últimas notas que me publicaran en este medio, apareció muerto Santiago Maldonado y mataron a Rafael Nahuel. No cambió en nada la matriz que refería en aquellas; se asentó, se agravó. Los ministerios nacionales respectivos, Seguridad y Justicia (omito deliberadamente el nombre completo de ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la parte de Derechos Humanos hago uso de mi opción de no incluirla), básicamente afincan su posición en la defensa de la ley y el orden. Ya sabemos, aparataje mediático, construcción de la noticia, orden categórica, defensa de su paradigma, información sesgada, etcétera. Una realidad construida, por decir lo menos.

Una realidad objetiva, palpable, categórica. Dos jóvenes muertos. Dos jóvenes muertos. Dos jóvenes muertos. Ni Santiago ni Rafael siguen respirando. ¿Inapelable, no?

Por eso de la crueldad de Macri y su séquito no trata lo siguiente. Eso ya lo sabemos. La increíble y absurda noticia/comunicado/trascendido acerca de que la ministra Bullrich está más firme que nunca desde lo de Santiago Maldonado, no merece ninguna reflexión. Estabilidad por la muerte de un joven. Tremendo.

Leí la semana pasada que decir "este proyecto económico necesita represión en la estructura social", es una frase reiterada que hay que dotar de significado.  Ahí va mi ensayo.

Detrás de las decisiones estructurales de la economía, que ya dejó de ser política y se convirtió en autónoma (el gran sustento del mercado, el neoliberalismo y la hipócrita teoría del derrame), los que quedan fuera del barco, o en la lona para ser más explícito, reaccionan. Lógicamente. Y esa reacción pretende ser estabilizada o cercenada. De eso se trata. Básicamente. Es más complejo, lo sabemos. En el caso del común denominador Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, subyace la reivindicación por tierras. De un lado Benetton-Lewis-Sociedad Rural-Empresarios-Seguridad Jurídica; del otro dos pibes muertos. Un solo párrafo como para ir pensando.

Neuquén se está poniendo violento. En esta semana hubo escalada de tensión y represión. Hubo marcha contra la represión en el Hospital Castro Rendón.

Dos reflexiones sencillas y el pedido:

El Estado tiene el poder de decisión y coerción. Las decisiones económicas, políticas, sociales y el uso de la fuerza. Los trabajadores: la movilización y el sindicato. El día que no tengamos que hablar de Estado o gobierno por un lado y trabajadores por el otro, estaremos en un estadio de democracia que aún no se perfila. Desde esta visión, es el gobierno quien tiene la responsabilidad de hacer el máximo esfuerzo (y más también) para que la violencia no solo sea la última instancia sino, mejor, la impensada.

Neuquén es simbólica y culturalmente conocida como la Capital de los Derechos Humanos. Y es también la provincia donde fusilaron a Carlos Fuentealba. Cualquier interesado puede googlear la relación entre aquél Sobisch y este Macri, cuando fusilaron al maestro.

Entendemos lo de la política económica y el modelo. Pero siempre se puede romper la ecuación modelo económico-represión. En el terreno de tensión y disputa, no puede haber lugar para una política inhumana. No puede haber derecho para justificar la represión.

Ni el Poder Judicial puede ser la mano de obra barata de las decisiones de los poderes ejecutivos, ni las fuerzas de seguridad la avanzada de la inoperancia del diálogo.

El pedido al gobernador de Neuquén, es generar y utilizar todas las herramientas de solución de conflicto posibles. El modelo constitucional, institucional, cultural, social, es y debe ser siempre la gestión de la conflictividad para una cultura de paz. No debe, no puede haber un muerto. Ese es el límite al Poder y los poderes.

En el terreno de disputa, por el modelo, las ideas, las acciones, el mojón último es la vida, no se avanza más allá. Esa quizás sea la reserva de la política humana. Ya hubo en pocos meses dos jóvenes muertos en Argentina. Dos jóvenes muertos. Dos jóvenes muertos.

Nadie puede reparar ese dolor, de ahí no se vuelve.

Aspiro a que el gobernador lea este pedido -sé que lo hará-; hay que intentar todas las formas e inventar nuevas de ser necesario para resolver la conflictividad; no es excusa que haya voces que exijan orden o directamente odien a colectivos o sectores -léase sindicatos o mapuches-; nada puede justificar la violencia y menos aún la muerte. Ya hubo dos jóvenes muertos. Dos jóvenes muertos. Dos jóvenes muertos.

Nunca más es Nunca más.

29/07/2016

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