El oficialismo rionegrino ha lanzado en los últimos días, lo que en principio aparenta ser un globo de ensayo que permita recoger reacciones en el arco político y social de la provincia, o bien una estrategia diseñada a fin de introducirse en el proceso electoral de las elecciones de medio término del año que viene, pero sin perder el objetivo final de consolidar el flamante partido gobernante y darle continuidad a la gestión que encabeza Weretilneck después del 10 de diciembre de 2019.

Varios referentes cercanos al mandatario se han ocupado de utilizar espacios en los medios para comenzar a hablar de la reelección y no de la re-reelección.

Claro está que el resultado de las legislativas clarificará el panorama para definir si existe o no la posibilidad de un nuevo mandato del actual gobernador.

Por lo pronto, los legisladores de la “mesa chica” del mandatario han afirmado que “el gobernador no está inhabilitado y, en todo caso, es una cuestión de interpretación. Igual no es tiempo de hablar de candidaturas”, dijo Facundo López en búsqueda de abrir el debate.

La legisladora Marta Milesi negó que desde el oficialismo se esté trabajando en un proyecto de enmienda constitucional o incluso una reforma constitucional de manera que el gobernador Alberto Weretilneck pueda aspirar a un nuevo periodo de gobierno.

Y otro ex radical, ahora cercano y que forma parte del circulo de legisladores cercanos como Adrián Casadei, nos dijo “estamos hablando de una reelección y no de una re-reelección porque no se pueden computar los primeros cuatro años en donde el entonces vicegobernador asumió para finalizar con el mandato para el que había sido elegido el fallecido Carlos Soria.

Agregó “yo sin ser abogado constitucionalista, interpreto que está absolutamente habilitado, además solo hay que leer los diarios de sesiones de la Legislatura donde la oposición de ese momento decía justamente que lo de Weretilneck era un proceso de transición y que no era un mandato legitimado por los ciudadanos”.

Es cierto que todavía es temprano y que ni yo, ni posiblemente usted, sea abogado constitucionalista pero comparto con ustedes los artículos y/o incisos de la Constitución de Río Negro que en algún momento serán el centro del debate.

Artículo 170.- El Poder Ejecutivo de la provincia es ejercido por un ciudadano con el título de gobernador. Su reemplazante legal es el vicegobernador, elegido al mismo tiempo y por igual período.

Artículo 174.- El gobernador y el vicegobernador duran cuatro años en el ejercicio de sus funciones y cesan en ellas el mismo día en que expira el período, sin que pueda prorrogarse el término por evento alguno ni tampoco completarse cuando haya sido interrumpido por cualquier causa.

Artículo 175.- El gobernador y el vicegobernador pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente por un nuevo período y por una sola vez. Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos sino con un período de intervalo.

También deberemos tener en cuenta el inciso 2 del artículo 180 referido a la acefalía que dice: En caso de fallecimiento, destitución, renuncia o inhabilidad definitiva del gobernador, antes o después de su asunción, lo reemplaza el vicegobernador hasta el término del mandato.

Pero como decíamos antes, esto se profundizará o se desvirtuará de acuerdo al resultado de las legislativas del año que viene, haciendo uso de aquella remanida frase que, en este caso diría “no hay 2019 sin 2017”.

En octubre del año que viene se deben elegir dos representantes rionegrinos a la Cámara de Diputados. El año pasado el oficialismo desertó en las legislativas, pero ahora el gobernador ratificó, no sólo su participación, sino que dijo que su partido irá solo.

Si le sale bien será una capitalización exclusiva y le abre las puertas para el 2019, o por lo menos para generar que el Superior Tribunal de Justicia se expida con una declaración de certeza acerca de su interpretación de la Constitución.

Claro está que debe ganar la elección y si es posible incorporar las dos bancas en juego y de mínima una, pero siempre ganando la elección.

Hoy todo indica que si Weretilneck acierta en la elección de sus candidatos para el Congreso, la “movida” le puede ser favorable, sobre todo porque el panorama de la oposición es, por lo menos, confuso.

Si le sale mal, seguramente el actual gobernador aspirará a ser Senador de la Nación y el potencial candidato por el oficialismo a ocupar el sillón de Laprida y Belgrano sea el que gane las legislativas del año que viene.

Lo cierto es que se aceleran los tiempos políticos y se han adelantado las discusiones, por lo que, si bien este no es un año electoral, se vienen tiempos de anticipadas estrategias electorales que desde seguiremos con atención e interés.