- ¿Me ayuda?

- Sí, claro ¿A dónde va con esa valija?

- A Davos.

- ¿Y para qué necesita una valija tan grande?

- Para traer inversiones. El mundo se muere por poner guita en la nueva Argentina, se lo aseguro.

- Sería un escándalo que llegue a Ezeiza con una valija llena de dinero proveniente de Suiza.

- Depende.

- ¿Depende de qué?

- Si me reciben Arribas y Gómez Centurión pasamos sin problemas, no se preocupe.

- Pero a Davos nadie lleva efectivo.

- Y dale con la guita ¿Quién dijo que llevo la valija para llenarla de plata?

- Usted.

- Ya empieza con la fabulación K. La valija la llevamos para otra cosa.

- ¿Para qué?

- Para pasar la gorra después del stand up de Dujovne. Va a llover dinero, no tenga dudas.

- ¿Le parece?

- Si no es una lluvia de inversiones, será una garúa. Euros, rupias, patacones… aceptamos lo que venga. También débito, crédito y cheques a 60, 90 y 120 días…

- Y si, como están las cosas…

- No empiece con el pesimismo K que me va a hacer llorar y Davos va a ser una fiesta.

- ¿Esta seguro?

- Ni lo dude. Desde que Mauricio le pidió a Dujovne que deje la cara de vinagre en la puerta de la Casa Rosada se la pasa contando chistes.

- No me diga…

- ¿Quiere que le cuente el último?

- No hace falta, gracias.

- ¿Sabe como le dicen a Carrió?

- Le dije que no, gracias.

- Ciruela de Persia. Porque es amarilla por fuera y roja por dentro, ja ja ja.

- …

- Muy bueno, ja ja ja, perdón me tenté, es que es muuuy bueno, ciruela de Persia, ja ja ja…

- Le dije que no y lo contó igual…

- Es que en un país niño-populista como este la gente no se da cuenta de lo que le conviene…

- ¿De lo que le conviene a quién?

- No se haga el irónico conmigo que el último vivo fue Alfonso y mire dónde terminó.

- ¿Dónde?

- Fuera del gobierno de la alegría y la buena onda. Ahora se amarga con los radicales, que son lo más aburrido del mundo. Acuérdese de De la Rúa…

- Cada día que pasa me acuerdo más de De la Rúa…

- ¿No ve que nada le viene bien? Se parece a la Bruja del Calafate…

- No es eso…

- Mauricio baila, canta, medita y da discursos de cinco minutos, ¿qué más quiere?

- Ninguna de esas atribuciones garantizan que…

- Además, Mauricio es domador…

- ¿Domador?

- Si, ¿no se enteró?

- ¿De qué?

- De nuestro último desafío: domar paquidermos.

- ¿Y eso?

- Como lo escucha.

- No le entiendo.

- ¿Sabe lo que es un paquidermo?

- Si, claro.

- Bueno, pero este no es cualquier paquidermo, sino el más grande y pesado de todos: el Estado.

- Hasta ahora me acordaba de De la Rúa. Con lo que me cuenta voy a soñar con Cavallo, Martínez de Hoz y Alzogaray.

- Uhh, ya empezamos con el mantra K. Mire, nosotros lo que queremos es resolverle los problemas a la gente.

- ¿Domando elefantes y rinocerontes?

- Si se va a poner irónico lo dejo; pierdo el avión.

- No, está bien, disculpe, siga.

- Se la hago breve porque a Dujovne no se lo puede dejar solo…

- ¿Por?

- Está embaladísimo con el stand up que va a hacer en Davos y se pone compulsivo con los chistes. Cuando termina con los de gallegos y judíos arranca con los de Arribas, las offshore, los manteros, los mapuches…

- Digamos que la realidad lo ayuda …

- Uhhh, otra vez con la realidad… ¿Quiere que le cuente o lo único que pretende es hacerme perder el avión?

- Por favor, cuente.

- Vamos a capacitar, a establecer parámetros de productividad, a evaluar la eficiencia de cada cosa que se hace, a establecer un sistema de castigos y castigos…

- Premios y castigos, querrá decir..

- Escúcheme una cosa, si me va a interrumpir a cada rato a Dujovne le puede dar un brote, tomar el control del avión y estrellarlo contra la Casa Rosada, así que hágame el favor de dejarme terminar de una vez.

- Siga nomás.

- Vamos a sacarle toda la grasa militante al paquidermo. Va a quedar esbelto y ágil como una gacela, que es una animal noble…

- No quiero pincharle el globo pero todo eso ya lo escuché antes…

- Pero ahora es diferente…

- ¿En qué sentido?

- Ahora, los primeros evaluados, seremos nosotros.

- ¿Cómo?

- Sencillo. Desde el tablero de control que manejan Peña, Lopetegui y Quintana vamos a medir el rendimiento de ministros, funcionarios y del mismísimo presidente.

- ¿En serio?

- Como lo escucha. Y ya empezamos.

- ¿Cuándo?

- A fin del año pasado. Ya tenemos al primer empleado del Estado del mes.

- ¿Me está hablando del Estado o de Mc Donald’s?

- ¿Quiere saber quién es el empleado del mes diciembre 2016 o va a seguir con los prejuicios kirchneristas-venezolanos-iraníes?

- Qué tiene que ver...

- Bueno, se me va el avión…

- No, espere. Dígame, ¿quién ganó?

- The winner is…

- . . .

- The winner is… Mister President Mauricio Macri.

- ¿El presidente fue el empleado del mes?

- No, Jorge, el primo. Sí, el presidente, quién va ser…

- Con todo respeto, en diciembre el presidente estuvo casi todo el mes de vacaciones…

- ¿Y?

- ¿Cómo pudo ser el mejor si no estaba?

- Por eso mismo. Puede estar o no y la cosa funciona igual.

- Pero en ese caso no hay mérito individual como para ser el empleado del mes, como usted dice…

- Sí que lo hay. 

- ¿Y cuál es?

- A veces es mejor no estar. Esa es la moraleja, ¿entiende?

- Disculpe, pero me parece cínico. Su moraleja es que es lo mismo tener trabajo que no tenerlo y eso no es así…

- Eso lo dice usted. Nosotros decimos la verdad.

- ¿Y cuál es la verdad?

- Que estar o no estar es parte del ciclo de la vida, como comer y descomer, echar y desechar, pedir y despedir, defecar y…

- Esta bien, está bien, déjelo así…

- Si, mejor me voy que Dujovne debe estar en la parte en que imita a Tangalanga y llama por teléfono a Trump. Le sale igualito.

- Y con el paquidermo, ¿cuándo siguen?

- Cuando Mauricio vuelva de vacaciones.

- Pero si ya volvió…

- Es lo que le digo: no hay imprescindibles. Arrivederci…