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No sabemos si el exministro de Energía de Mauricio Macri —uno de los impulsores de la fraudulenta causa judicial que terminó con Cristina Fernández de Kirchner cumpliendo prisión domiciliaria— es amigo del gobernador Rolando Figueroa. Pero, a esta altura del partido, ya le debe un gran favor.
Nos referimos a Javier Iguacel, quien creó una empresa a toda velocidad para presentarse en una licitación de áreas petroleras de YPF en Neuquén y, venturosamente, ganar. La creación fue tan apresurada que la compañía resultó adjudicataria el mismo día de su constitución. Así, Bentia Energy S.A. adquirió siete áreas en el marco del denominado Proyecto Andes, promocionado por la petrolera de mayoría estatal. La empresa, creada a los apurones, ganó la licitación por los clusters Neuquén Norte (Rincón de los Sauces) y Neuquén Sur (Plaza Huincul), y entró a Vaca Muerta de la mano de sus fundadores: el propio Iguacel, junto a sus socios Lucas Logaldo (quien lo acompañó en Vialidad Nacional y en el Ministerio de Energía) y Lisandro Garmendia (exdirectivo de la empresa TB Cargo). (Ver información del diario La Nación).
Si bien la acción comercial fue impulsada por YPF, en abril de 2025 el gobernador Rolando Figueroa —como máximo representante institucional de la provincia, que es dueña de los recursos— firmó el Decreto 372/2025, autorizando a YPF SA “ceder el 100% de la totalidad de su participación en las Concesiones de explotación de hidrocarburos Señal Cerro Bayo, Volcán Auca Mahuida, Don Ruiz y Las Manadas a favor de Bentia Energy S.A., "de conformidad con los artículos 72 de la Ley 17.319 y 95 de la Ley 2.453". (Decreto N.º 372/2025 y Decreto Nº 380/2025 publicados en el Boletín Oficial de Neuquén).
Sin embargo, nada se menciona respecto del artículo 5 de la Ley Nacional 17.319, que exige solvencia financiera y capacidad técnica como requisitos para ser concesionario. Aunque en los considerandos del decreto se indica que “YPF Sociedad Anónima informó que, en el marco del Proyecto Andes, realizó un proceso competitivo en el cual se evaluaron condiciones técnicas y financieras”, esto no exime al Estado neuquino de su responsabilidad de verificar y evaluar por sí mismo esas condiciones.
Y es aquí donde surgen las dudas: la capacidad técnica de la flamante empresa es como mínimo observable por su inexperiencia, y su capacidad financiera es prácticamente nula. El capital integrado de Bentia Energy representa apenas el 0,0052% de lo necesario para la inversión comprometida. Se constituyó con un capital de 7,5 millones de pesos, equivalentes a unos 7.869 dólares al tipo de cambio oficial de aquel momento. Mientras tanto, YPF aumenta las tarifas, vende activos estratégicos y despide personal. Pasó de tener ganancias por $544.000 millones a registrar pérdidas por casi $13.000 millones en el primer trimestre de 2025. (Ver Portal “Letra P”, 21/06/2025).
La empresa de Iguacel y sus socios fue registrada oficialmente el 1 de julio de 2024, según consta en el Boletín Oficial, aunque su presentación formal se realizó el 5 de agosto del mismo año. A los pocos días de su constitución logró adjudicarse campos estratégicos de la provincia. No fue la única oferente: 30 empresas nacionales e internacionales participaron del proceso licitatorio, con más de 60 proyectos presentados y muchas de ellas con sólidas trayectorias en el sector. (Ver publicación en Boletín Oficial, 01/07/2024).
En cambio, Bentia fue creada de forma exprés, con un capital social mínimo y ninguna experiencia operativa comprobable. Tal vez la explicación se encuentre en la reunión que Iguacel mantuvo con Santiago Caputo en la Casa Rosada, durante el primer mes de éste año. No se brindaron detalles sobre el encuentro, aunque desde el oficialismo se dijo que el exministro macrista "está muy alineado con las ideas del Presidente". (Ver portal “Letra P” del 22/01/2025).
La combinación de escaso capital, nula experiencia empresarial y una constitución exprés deja entrever que se trata de una empresa creada específicamente para ganar esta licitación, lo cual finalmente logró. Claro está, con una pequeña ayudita de los amigos.
Bentia Energy —cuyo nombre proviene del acrónimo de “Bendita Tierra”— será acompañada por la empresa neuquina de servicios Ingeniería SIMA, dirigida por Diego Manfio, quien sí posee experiencia técnica en la cuenca neuquina. Sin embargo, esta asociación parece más bien un lavado de cara para legitimar la entrada al negocio petrolero de los funcionarios políticos del PRO devenidos a empresarios, antes que una verdadera alianza comercial.
En mayo, Bentia anunció un plan de inversión de 150 millones de dólares, una cifra absolutamente desproporcionada en relación con su capital social inicial. Según Iguacel, el objetivo es revitalizar campos maduros adjudicados, que cuentan con infraestructura clave: plantas de tratamiento, conexiones a oleoductos y gasoductos, acceso a refinerías, centrales eléctricas y más de 200 empleados ya capacitados.
Estos clusters (grupo de producción) también presentan potencial en formaciones shale, con pozos no convencionales en operación, una yapa importante que no está contemplada en los papeles. Bentia estima una rentabilidad anual, en un futuro inmediato, de 100 millones de dólares anuales. (Página web de Bentia Energy). Se habla de una producción entre los dos Clusters (Norte y Sur), cercana a los 7000 barriles de petróleo por día. A precios de hoy, 68 dólares el barril, Ud. saque la cuenta.
¡Cómo no se va a "neuquinizar" Iguacel, si es todo ganancia!
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