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Columnistas
08/06/2025

Pensamiento mágico en acción: los antivacunas

Pensamiento mágico en acción: los antivacunas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

No queremos creer que los argentinos hemos sido invadidos por unos terraplanistas que venden o cambian la verdad científica por supercherías y pensamientos mágicos.

Osvaldo Pellin

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Los antivacunas suelen ser gente intolerante que niega el conocimiento científico y con pertenencia a la derecha política. Esas pocas palabras son una carta de presentación que alcanza para calificarlos públicamente y si hay algo que menciona el cretinismo político es la existencia de su rechazo a las vacunas. Son personas que pontifican contra aquellas y que desde privilegiadas tribunas, rechazan la vacunación de cualquiera de ellas, aún de las que manifiestamente han demostrado su capacidad de protección frente a enfermedades socialmente prevalentes y prevenibles.

Últimamente se las han tomado con los diversos antígenos que han demostrado largamente haber sido útiles para acortar en el tiempo la pandemia por el Covid 19.

Para ello procedieron a politizar el tratamiento clásico de lucha contra la pandemia provocada por el Covid que asoló al mundo en el 2019 durante años. Murieron millones de personas en el mundo, pero sabotearon todas las medidas que los gobiernos aplicaron para detener el avance del mal, por suerte con poco éxito pero con mucho alboroto.

Cuestionaron cuarentenas, medidas higiénicas preventivas como el uso del barbijo y finalmente también las distintas vacunas que con desesperación esperaba el mundo para protegerse.

En el caso de nuestro país la queja resultó casi insultante para las autoridades, que si de algo pudieron conformarse por su gestión, fue precisamente por la forma como encararon la lucha contra el Covid. Fue tanta la locura que le costó el cargo a un sanitarista argentino notable, como Ginés González García, al que ni su capacidad y prestigio alcanzó para disuadirlos de una campaña deletérea contra su persona y la endeble postura con la que lo acusaban, de privilegiar a una persona pública que se aplicó la vacuna sin respetar un orden de prelación.

Todo fue agitado por personas que se sentían con autoridad para opinar acerca de la procedencia de las vacunas, las pruebas necesarias para reconocer su verdadera utilidad y pregonar el consejo, públicamente, de no aplicarla.

Claro que en paralelo ocultaban que la administración de Macri había dejado a los hospitales públicos en verdadera carencia al no contar la mayoría de ellos en la Capital Federal como en el interior, sin los respiradores y elementos mínimos e indispensables para atender las frecuentes complicaciones de la enfermedad que radicaban, entre otras, en graves insuficiencias respiratorias con daño del parénquima pulmonar.

Pero ahora que la pandemia parece haberse controlado, la han emprendido a favor de la prevalencia de la ideología de derecha, contra todas las vacunas, afirmando que van a controlarlas y comparar su efectividad con placebos, actitud que mereció del científico norteamericano descubridor de la vacuna contra la rubéola, Stanley Plotkin, que era fruto de un pensamiento ignorante, hacer por afuera lo que ya se había hecho por los organismos de fabricación y control por dentro.

Donald Trump por otra parte dio pasos fundamentales en el camino del negativismo y la ignorancia en este tema y en en el de la Salud Pública en general, al haber rechazado las vacunas y haber retirado a su país de un organismo multilateral como la OMS.

Gestos copiados por el gobierno argentino buscando congraciarse con el presidente norteamericano y reconvertirse en un socio de la ostentosa ignorancia del primero.

Se puede inferir que visto su modo de actuar los antivacunas son agentes a los que no les complace que haya campañas universales con amplias coberturas como si su pregonado individualismo también pudiese ser aplicado en el campo de las enfermedades transmisibles. Le temen en un mundo de 7 mil millones de habitantes, salvo claro está a las minorías que son de su condición social. Además que la gente sea solidaria y masivamente se una a favor de campañas, que hagan frente a la lucha contra endemias y epidemias, con la intención de que la gente no se enferme o muera cuando se cuenta con instrumentos válidos como las vacunas para entablar esa lucha.

No queremos creer que los argentinos hemos sido invadidos por unos terraplanistas que venden o cambian la verdad científica por supercherías y pensamientos mágicos.

29/07/2016

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