-?
 
 
 
Columnistas
Panorama Político
06/10/2024

Ilícitos y otras yerbas

Ilícitos y otras yerbas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Desde que asumió, Figueroa viene pregonando que su gobierno será de manos limpias y que está dispuesto a terminar con las muchas corruptelas enquistadas en el Estado.

Héctor Mauriño

[email protected]

“Si hay algo que no vamos a cubrir en este gobierno es cualquier ilícito”. Las palabras de Figueroa resonaron entre los presentes en el acto realizado la semana que concluye por el aniversario del Banco de la Provincia de Neuquén. Estaban dirigidas a las sospechas que existen sobre la eventual complicidad de directivos de la entidad en el caso de la estafa con planes sociales, pero apuntaban al conjunto de los estamentos del Estado en el marco de su administración.

Aunque el de los planes sociales parece el caso testigo de su lucha contra la corrupción no es el único. Desde que asumió, Figueroa viene pregonando que su gobierno será de manos limpias y que está dispuesto a terminar con las muchas corruptelas enquistadas en el Estado que supo amasar durante 60 años el Movimiento Popular Neuquino. Y esto parece ir desde los pequeños privilegios de los “punteros” y los abusos en la administración pública, pasando por la lluvia certificados truchos, hasta las cajas políticas y los negociados que involucren a altos funcionarios.

Es una cosa seria que un gobernador surgido de las entrañas del partido que hegemonizó la política neuquina durante prácticamente seis décadas plantee, una y otra vez, que uno de los ejes de su gobierno será la lucha contra el desorden, los privilegios, el clientelismo y la corrupción.

Tan serio como que el gobernador se manifieste dispuesto a ir todo lo arriba que haga falta en la cadena de responsabilidades. “Me cuesta mucho creer que algún directivo no estaba al tanto de lo que estaba sucediendo”, disparó Figueroa en relación a la potencial responsabilidad de miembros del directorio del BPN en la estafa de marras.

Por definición el caso testigo es aquel cuya resolución inicia una tendencia. El planteo, en cualquier caso saludable, que impulsa el gobernador lo compromete en a él primer término y a continuación a todos los funcionarios que desde fuerzas tan disímiles se sumaron al proyecto de Figueroa y ahora revistan en distintos estamentos del gobierno.

Con todo, y aunque Figueroa lograra sanear la administración pública provincial eso no sería nada más que el punto de partida, el umbral desde el cual la sociedad espera que se desarrolle cualquier gestión.

Por estos días Figueroa también salió a advertir sobre las inversiones en materia de obra pública, uno de los renglones en los cuales el actual gobierno nacional se ha desentendido olímpicamente de sus obligaciones, no sólo para ofrendar esos recursos en el altar del “déficit vero” -un dibujo que esconde el saqueo a los más frágiles- sino también para disciplinar a los gobernadores y a sus legisladores nacionales detrás de su proyecto cruel y descabellado.

Todo lo que Figueroa se atreva a decir sobre el despojo que está ejecutando el fantoche de Milei con los recursos de las provincias se quedaría corto. El manotazo va de la obra pública a la coparticipación federal de impuestos y a otras transferencias no discrecionales que corresponden legalmente, como el incentivo docente o el fondo compensador al transporte público.

Lo que se entiende en el marco de sus compromisos con fuerzas de derecha o antiperonistas que integran el gobierno pero no suena demasiado justo, es que el gobernador equipare el pillaje de Milei con la gestión del gobierno anterior, que con sus muchos defectos defendió la salud de los argentinos como pocos durante la pandemia, construyó el gasoducto Néstor Kirchner y con altibajos o sin ellos aportó a la obra pública provincial.

La movilización en defensa de la Universidad Pública fue en Neuquén tan multitudinaria y contundente como la de otras provincias y la de la capital federal (nombre de fantasía CABA). Se nutrió no sólo de los estudiantes sino de todas las corrientes políticas que ven en el ahogo a la educación superior, a la ciencia y a hospitales públicos de excelencia como el Garrahan o el Laura Bonaparte, un daño irreparable a la sociedad argentina.

Queda ahora por ver qué harán los diputados nacionales y los senadores neuquinos frente al veto presidencial. Más temprano que tarde, deberán rendir cuentas de su conducta ante la sociedad.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]