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Columnistas
30/06/2024

“Es mucho más caro el costo de callar que el de decir”

“Es mucho más caro el costo de callar que el de decir” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Thelma Fardin estuvo en Neuquén, conversando con mujeres y disidencias tras el fallo que condenó a su abusador. Organizó la Colectiva La Revuelta, que había convocado “a encontrarnos para compartir experiencias, para escucharla, para hacerle preguntas, para acompañarnos”. Fue eso, y más aún.

Fernando Barraza

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Thelma Fardin pasó por Neuquén haciéndose un tiempo en momentos de su carrera en los que está trabajado casi todo el día para el estreno inminente de “Motorhome”, la comedia que coprotagonizará con su pareja, Nicolás Riera. Las primeras funciones serán a principios de agosto en el Teatro Metropolitan de Buenos Aires -súper emblemática sala del circuito treatral de la Avenida Corrientes- y desde hace pocos días han podido cerrar los detalles de producción para ponerse a ensayar sostenidamente. Por ende: hay que meterle pata.

Sin embargo esa situación de vértigo profesional no ha hecho que Thelma desestime la invitación de la Colectiva Feminista La Revuelta de Neuquén para venir hasta la provincia y participar de una actividad libre y gratuita en el Aula Magna Salvador Allende de la Universidad Nacional del Comahue.

El encuentro, que se llamó “Una denuncia que nos enseñó de todo: conversaciones con Thelma Fardín”, tenía desde la organización un objetivo de convocatoria claro y preciso: “Nos encontraremos para compartir experiencias, para escucharla, para hacerle preguntas, para acompañarnos”, decían.

A las 18 llegó la actriz a la Universidad acompañada de las Revueltas y de las moderadoras del evento, las comunicadoras feministas Mónica Reynoso y Melina Fit. La sala explotó, con personas sentadas hasta en los pasillos e inclusive escuchándola desde afuera del recinto. Dos horas de una conversación profunda y comprometida.

Pero en rigor a la verdad, todo comenzó bastante más temprano, cuando la actriz se encontró con un buen número de medios de comunicación regionales en una conferencia de prensa matutina brindada en la Casa Revuelta, a la que -aparte de los medios- se dieron cita y acompañaron en la mesa, mujeres militantes de distintos gremios de la provincia y mujeres mapuche de la zonal Xawvn Ko de la Confederación Mapuche de Neuquén.

Siempre hay apetito por conocer y preguntar en todas y cada conferencia de prensa saliente, pero cabe señalar que en esta ocasión las ganas de preguntar con detalle y precisión fueron notables. Si bien Thelma ha brindado declaraciones sobre el reciente fallo condenatorio contra su abusador a muchos medios de Buenos Aires con llegada nacional y el tema ya tuvo cobertura coyuntural importante, la oportunidad de tenerla aquí a pocos días de conocerse la importante novedad de la sentencia hizo que las preguntas fueran formuladas con una profundidad y un foco especiales.

Estaba claro que la convocatoria a esta actividad resumía un espíritu de época bien preciso: la región recibía a la protagonista de la más saliente noticia reparadora en torno a uno de los casos más populares de abuso de género, en días en los que la intención oficial del estado nacional es aniquilar la agenda de derechos de las mujeres y -de paso- librar una suerte de batalla pública en la que se destroce la lucha por los derechos de mujeres y minorías acusando a colectivos y personas militantes de las peores cosas inimaginables y criticando y descalificando moralmente a quien se posicione en línea con esos derechos.

Pues en este sentido fue fortalecedor escuchar desde temprano los testimonios de Thelma, que comenzaron reconociendo -nuevamente- que el proceso judicial que vivió fue larguísimo y que a sabiendas de ello, ya con el diario del lunes: “sigo haciendo la misma ecuación -dijo- es mucho más caro el costo de callarlo que de decirlo”.

Mientras reflexionaba sobre estas primeras temáticas, sucedió algo curioso en la conferencia: la botella con agua que había sobre la mesa repentinamente se destapó sola, provocando sorpresa en todas las personas presentes primero y luego una situación de risas que es de destacar, porque es constitutivo de todo lo que pasó durante la visita de Thelma en Neuquén: se conversó sobre derechos y lucha contra la violencia de género a partir del ejemplo puntual vivido por Thelma, este que visibiliza uno de los temas sociales más áridos y dolorosos, este mismo que cuando se mira de manera patriarcal suele desvalorarse (incluso negarse), morigerarse y hasta violentarse para revictimizar.

Pero frente a esa actitud explícita de reviolentar, de este lado de la militancia siempre se encuentra comprensión, empatía y hasta momentos para la alegría y alguna que otra risa, algo que es un bien precioso y que los propulsores y militantes de políticas odiantes jamás podrán comprender. Hay un segmento importante de ideólogos anti derechos que quisieran que las víctimas de violencias de género estuvieran calladas y apagadas. Son quienes -por ejemplo- viven criticando a Fardin por estar bien, por mostrarse vital, por estar de buen talante y súper activa en la vida pública relacionada con esta agenda. A esa gente le molesta esa gigantesca sonrisa que un sector mayoritario de la sociedad argentina adora en ella.

Ilustrando las dos cosas que conviven -el compromiso con la temática, pero también la posibilidad de la risa- mirá el video te compartimos con ese instante de reflexión sobre el papel de la justicia en el proceso de reparación de las víctimas de abuso y esa magia para la alegría que tiró la botella destapándose sola. Velo y después seguimos adelante con la crónica ¿querés?

Siguiendo con al conferencia, cabe destacar que hubo alto interés por saber cómo seguiría la vida profesional de Thelma tras la publicación de este fallo favorable. Puede que el mensaje que traen consigo los próximos pasos de la joven sean importantes en este sentido: el de la construcción de un horizonte de esperanzas concretas tras a finalización del proceso de abuso. La reparación efectiva. Por eso se le preguntó con ganas sobre qué tiene planeado hacer de aquí en adelante. Thelma está estudiando abogacía, va avanzando a paso firme en la carrera y también escribe y publica crónicas testimoniales en prosa y hasta poesía sobre lo que vivió y vive. Sin embargo afirma rotundamente que no abandonará su recorrido como actriz, porque asegura que en esa decisión hay algo de “testimonio político”.

Por la tarde, en el encuentro con mujeres y disidencias en la Universidad, la actriz ampliaría este concepto sobre su laburo profesional y denotaría con mayor precisión algo que es a todas luces innegable: el machismo opera de manera tan militante que durante todo el proceso judicial contra Darthes el trollaje operador en redes y algunos medios de comunicación alineados con el sector odiante no cesaron de cuestionar de manera artera con planteos del tipo “¿cómo se gana la vida Thelma Fardin ahora que -por ocuparse de la denuncia- está en un impasse sin trabajo, eh?”. Nadie le pregunta eso a ningún actor varón. Sin ir más lejos: durante todo este proceso judicial, acerca de su abusador se hacían cálculos y análisis de la plata que tendría guardada y de los posibles negocios de su familia que hipotéticamente eran los que le permiten subsistir. De Thelma, en cambio, se desconfiaba al aire y en redes.

Todos estos procesos difamatorios son, vale la pena insistir, parte de esta batalla cultural que las personas y colectivos anti derechos operan para intentar tapar con la mano el sol de las justas reparaciones socio jurídicas por violencia de género, intentando disfrazar todo de “típicas pasadas de rosca feministas”, “avivadas para vivir del estado” y demás argumentos falaces que -nadie puede negarlo- cada día echan a rodar con vehemencia a través de las redes.

Son épocas en las que esta militancia odiante actúa con ímpetu y apoyo ideológico y económico del gobierno nacional. Pues sobre el costo que esa promoción de la intolerancia puede tener en la sociedad, Va Con Firma le preguntó su opinión a Thelma y ella no lo dudó, dijo que el gobierno tiene una actitud del tipo “Va a haber un retroceso, las queremos hacer retroceder”, y aseguró que ese es una suerte de discurso oficial en estos días. También insistió en que, más allá de ideas partidarias, el gobierno es torpe en actuar así porque: “deja de cumplir con estándares internacionales que obligan a los estados antelas mujeres, a las que ellos llaman minoría y somos el 51% de la población”.

Sobre cómo decantará en la sociedad toda esta propuesta estatal y paraestatal de violentarse contra quienes militan un Basta de violencia y desigualdad de género, Thelma es mucho más que positiva. Ella dice que aquí hay clima de gol...

Siguiendo con al conferencia, cabe destacar que hubo alto interés por saber cómo seguiría la vida profesional de Thelma tras la publicación de este fallo favorable. Puede que el mensaje que traen consigo los próximos pasos de la joven sean importantes en este sentido: el de la construcción de un horizonte de esperanzas concretas tras a finalización del proceso de abuso. La reparación efectiva. Por eso se le preguntó con ganas sobre qué tiene planeado hacer de aquí en adelante. Thelma está estudiando abogacía, va avanzando a paso firme en la carrera y también escribe y publica crónicas testimoniales en prosa y hasta poesía sobre lo que vivió y vive. Sin embargo afirma rotundamente que no abandonará su recorrido como actriz, porque asegura que en esa decisión hay algo de “testimonio político”.

 El final de la conferencia de prensa tuvo como protagonista a Ruth Zurbriggen, de la Colectiva Feminista La Revuelta, que hizo mención a la cantidad de casos de denuncias en la justicia de abusos por violencia de género en nuestra provincia. Es interesante e importante escuchar que es lo que tiene para decir al respecto una de las colectivas sociales que más ha trabajado la temática en nuestros territorios:

Por la tarde la actividad pública se desarrolló -como ya señalamos- con la sala llena en el Aula Magna de la Universidad. Ni bien comenzó la actividad, la primera voz que se escuchó fue la de la cantautora Noelia Pucci, quien dejó dos de las canciones más encendidas de su repertorio para un auditorio que la acompañó con ganas y potentes coreos.

La segunda voz en sonar fue la de la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile, quien no se encontraba en Neuquén y dejó su saludo a través de una carta que leyó una de las dos moderadoras de la charla, la comunicadora Melina Fit.

Gentile le habló en primera persona a la organización del evento y a Thelma, y -entre otros conceptos- les decía:

Como bien lo expresan, en tiempos donde las crueldades acechan, necesitamos crear espacios de reflexión y contención donde todos y todas, pero particularmente nuestros y nuestras estudiantes, sientan que no están solas ni que sus derechos se pierden en la intemperie de la indiferencia.

Gracias querida Thelma Fardin por tu digna presencia y por ayudarnos a pensar formas para afrontar el camino de la reparación. Les dejo un fraterno abrazo en la convicción de que caminando también se siembra y eso es lo que estamos haciendo”

Una vez comenzada la actividad en sí, el recorrido de esta charla de tarde/noche se desanduvo a lo largo de dos horas en las que la comunicación entre las mujeres del público y Thelma fue intensa y sentida. La presentación de apertura de la conversación a cargo de Mónica Reynoso fue una suerte de resumen de contenidos y espíritu de lo que pasó y de lo que de aquí en adelante -por suerte- seguirá pasando. Incluyendo su propio punto de vista y parafraseando conceptos de la profesora y escritora Sara Ahmed, Mónica decía:

Las denuncias contra el poder nos enseñan sobre el poder. Thelma arremetió contra todo lo que aparece como imposible, cuesta arriba, desaconsejable: un sistema de justicia no sólo patriarcal, que ya sería bastante, sino que tripartito: fiscales y jueces de Argentina, Brasil y Nicaragua, con sus respectivas culturas y legislaciones. El último veredicto dictado hace pocos días, de condena al agresor, leyó de manera diversa las mismas pruebas con que otro juez lo absolvió. El poder se representa también en el ahora condenado: varón adulto, famoso, consagrado galán de televisión. Y el tiempo trascurrido entre los hechos y la denuncia juega también como un poderoso disuasivo que a Thelma sin embargo no disuadió. Siguió adelante.

Oír y ser oída. Esa fue otra enseñanza de Thelma, aunque hubo otras, ya nos contará. Dice Sara Ahmed: podemos sonar más fuerte cuando nos escuchan juntas. Es simple: más voces, más juntas, sonando todas y muchas a la vez… sonamos más fuerte. Y poner la voz, compartir un relato en el sitio indicado, en el oído feminista, es hacerse oír en un lugar adonde acudir primero, adonde hay escucha, sensibilidad, empatía, donde espera la rueda de abrazos de lo colectivo, lo que hace falta para resistir y seguir, levantar la cabeza y seguir.

Sostener una denuncia como la que paciente y tenazmente sostuvo Thelma estos años habla, noshabla, de un alto sentido de la responsabilidad, pero también de la fragilidad, que por esa misma constancia y esa misma convicción le fue posible sobreponerse.

La denuncia de Thelma nos enseñó también que de la denuncia aprendemos los costos de no denunciar, como venimos viendo estos últimos días, que pudimos conocer varias situaciones de violencia sexual largamente calladas pero finalmente expuestas, corriendo a raudales como una catarata obturada por años porque -cito finalmente a Sara Ahmed- más allá del resultado, exitoso o no, una denuncia abre caminos, abre nuevos espacios, suelta lo que aprieta, libera.

Gracias, Thelma. Con el tiempo, el patito feo resultó un cisne precioso”

El resultado final de este oratorio de ida y vuelta fue -como muchas de las actividades públicas que ha propuesto La Revuelta en las últimas décadas- algo fortalecedor y con mucha proyección a futuro.

Pues bien entonces, retómense para finalizar esta nota algunos conceptos ya vertidos:

Las personas y colectivos odiantes no ponen ni la cara ni el cuerpo cuando promueven acción, pero las militantes por los derechos por las mujeres sí lo hacen. Dificil es negarlo.

Ellos apuestan a la difusión de la acción reaccionaria por discursos de violencias, mientras las mujeres, las disidencias y sus aliados apuestan por el compromiso con fuerza militante y aguerrida, claro está, pero también con una alegría y ternura que jamás dejarán de practicar y promover. Thelma Fardin resume este espíritu.

Se pueden complejizar los procesos de luchas por derechos y eso es bueno, pero hay cosas esenciales que denotan claramente donde está la vitalidad entre las distintas facciones de la disputa. En este sentido, todo lo que las luchadoras tienen se contrapone exactamente con el mero sentido odiante de los sectores anti derechos:es el potencial que las convierte en fuertes y perdurables. Quien no lo pueda ver, que se saque las anteojeras.

Aguante la lucha de las que luchan. Ni un derecho menos. Nunca, pero jamás de los jamases.

 

Aquí se puede ver la transmisión completa de la charla abierta realizada en el Aula Magna de la UNCo.

 

 

 

 

 

29/07/2016

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