-?
El voto a favor de la ley ómnibus además de aprobar un texto anticonstitucional, es un triunfo político de Milei, que no solo empató el fuerte impacto político de la movilización por la educación pública de hace pocas horas, sino que marcó el gol del empate cuando expiraba el tiempo reglamentario, al aprobarse la mácula anticonstitucional del texto que confiere al Ejecutivo facultades legislativas.
¿Cómo puede ser que los representantes del pueblo desoigan tan flagrantemente la voz del pueblo? Es que la gente no solo marchó en defensa de las universidades públicas, también lo hizo en contra de las reformas a la ley laboral, las privatizaciones y la delegación de facultades, ¿no lo advirtieron?
¿Los parlamentarios aprobaron el texto para calmar la ira de un desquiciado con una motosierra en la mano? ¿Lo hicieron porque suponen que el camino que propone el gobierno puede llegar a buen puerto? ¿Lo hicieron porque fueron corrompidos?
¿Por qué lo hicieron? Es inexplicable después de cinco meses de gestión en que Milei sembró de insultos a cuanto dirigente, periodista o público cuestionó su gestión, como para aducir ignorancia del daño potencial que puede provocar esta ley.
No hay consuelo para quienes aman la política y la Patria que esto esté sucediendo. Ni el contenido de la ley ni la forma en que fue gestionada encuentran justificación. No se buscó el consenso de nadie. Se esperó estar cerca de su tratamiento para empezar a hablar con legisladores coaccionados porque a sus provincias no llegan los fondos de la coparticipación federal de impuestos. “O aprueban la ley o no hay fondos”. Y las frágiles conciencias de los legisladores y de los gobernadores cedieron. Y ya tenemos en la puerta de su aprobación general está ley anticonstitucional. Solo falta el Senado para lograr su vigencia.
Hay terror al caos que se originaría, incluido el propio gobierno, si los legisladores se hubiesen plantado en un nuevo rechazo de la ley.
¿Superpoderes para un desquiciado? Atengámonos a las consecuencias. Fortalecer a un dirigente como Milei es de un riesgo mayúsculo. Y lo peor es que todos lo saben. ¿Es que todos los que votaron la ley piensan convertirse en mileistas y protegerse en sus fundillos de matón?
Volvemos a declinar nuestro brazo en la porfía por un desarrollo nacional, malvendiendo nuestras empresas y nuestros recursos naturales. Después de esto no parece haber recuperación posible en el corto o mediano plazo.
El parlamento nuevamente ha sido una trampa para la sociedad, como lo fue cuando se sancionó la ley Dromi, como cuando se sancionó lo que ahora se pretende recrear, las AFJP, como cuando se sancionó la privatización de Gas del Estado con un diputrucho, como cuando se sancionaron las leyes de punto final y de obediencia debida.
Esta partida ha sido un soberano regalo para un presidente incompetente que desprecia al pueblo. Peor ejemplar antipueblo no se consigue y aun así el Parlamento mayoritariamente acató un proyecto empobrecedor y extranjerizante, que de aplicarse como parece inevitable que se hará, concretará los sueños de un delirante perverso.
En fin no son los recursos los que faltan o no solo eso, falta coraje para mostrarse patriota y alinearse y defender los valores y recursos de un país rico que está siendo saqueado.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite