Está llegando la hora de la verdad en el FdT que no es la hora de las fracciones, que no es la hora de dilapidar el poder formal que todavía le pertenece al FdT. Desde esta última posición hay que responderse qué es lo que más conviene a la coalición y no armar las cosas para rendir un examen que satisfaga a los medios hegemónicos, que siempre se han comportado como enemigos, ¿por qué ahora podrían estar pensando bien por el FdT? Si Cristina no es candidata cómo el tiempo parece ratificarlo, habrá que buscar a quien con carácter y vocación conduzca el armado de las candidaturas. Alguien con carácter que se plante y sepa pararse frente a los autores del saqueo 2015-2019. Puede que con eso solo alcance para ganar la primera vuelta, Después Dios dirá. Habrá que tejer nuevas coaliciones con el respaldo de una buena votación en primera vuelta. El tiempo se acaba y nunca como ahora lo mejor es enemigo de lo bueno. El objetivo es proteger a la población de las amenazas de ser triturada por la derecha, porque un periodo más de la derecha y no queda nadie con ganas de vivir en los barrios marginales, en las oficinas públicas ni en las pymes. La catástrofe puede alcanzar magnitudes muy dramáticas y por mucho tiempo.

El consenso en el FdT no garantiza ganar la mayoría en la elección general. Hoy no se necesita en esta instancia probar que el FdT es de los más democráticos de todos. Hoy se necesita la audacia de un candidato con suficiente fuerza y predicamento dentro y fuera de la coalición para salir cuanto antes a competir en la escena pública con la derecha. La ponderación de sus cualidades quedará en manos y en la consideración del pueblo.

El señoreo de la derecha se expande porque no hay quien lleve el estandarte de la justicia social en el FdT. Es un espacio vacío que en política es imposible que permanezca en ese estado, pues pronto se llenará con la prédica antipopular, mucho más de lo que podemos apreciar ahora, si no hay una decisión oportuna con la presencia del FdT.

Es el momento de asumir que ha llegado la hora de la verdad. Es el momento de actuar para prevalecer, llegó la hora de la victoria que solo se conseguirá con la convicción que advierte el peligro de una lucha encarnizada y pareja. Los principios ya han sido respetados y no alcanza con que se siga discutiendo la perfección interminable de los procedimientos. Ha llegado la hora de actuar y retener el poder con el pronunciamiento de las urnas.