-?
 
 
 
Columnistas
19/03/2023

Elecciones nacionales 2023

Una porfía que atraviesa el vacío de la grieta

Una porfía que atraviesa el vacío de la grieta | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Se va observando que el FdT sin Cristina como candidata, carece de otra figura equivalente en intención de voto.

Osvaldo Pellin

[email protected]

Hasta el final de la reunión de los líderes, menos Cristina Fernández de Kirchner, del Frente de Todos, convocada por el Presidente de la República, todo parecía haber salido bien. Sin embargo, a pocos días del evento vuelven a asomar severas discrepancias. Desde la presentación de nuevos personajes aspirantes a la candidatura de presidente hasta quien cuestiona la calidad de proscrita de CFK, cuando una de la conclusiones más repetida del cónclave fue que todos lucharán para que la vicepresidenta revise sus afirmaciones en el sentido de que ella no sería candidata en las elecciones de octubre. Pero si Cristina no es una proscrita no tiene sentido bregar porque tendría expedito el camino para ser candidata, pero eso no hay quien pueda garantizarlo. Quedaría por resolver si sería ungida por consenso o a través de una elección en las PASO.

Lo cierto es que en medio de la confusión general se va observando que el FdT sin Cristina como candidata, carece de otra figura equivalente en intención de voto, más vale que por autocrítica o por autoeliminación el FdT va produciendo alrededor de este asunto un peligroso vacío referencial, del que va asomando el propio presidente Fernández como un legítimo aspirante, figura que va dejando en el camino a todos sus eventuales competidores salvo CFK, claro está. Fernández es un candidato inevitable, toda vez que ha ejercido un solo mandato y  es legítima su aspiración por otro, lo habilita para ello la Constitución. Salvo Alfonsín, Menem, los Kirchner y Macri se postularon para un nuevo mandato.

La tarea proselitista de las fuerzas progresistas, con vista a las próximas elecciones nacionales, consistiría en responder satisfactoriamente a algunas preguntas. ¿Cómo hacer para remontar la empinada cuesta de los errores propios, exaltar algunos aciertos, de donde no puede excluirse, la resistencia que protege ciertos derechos, y convencer a los electores que la oposición no ha cambiado, que son los mismos o peores que aquellos que gestionaron el país en contra de los intereses colectivos pero a favor de los privados propios y de fraternales amigos, cada vez que la ocasión se presentó?

Hay que bregar contra el convencimiento de que el FdT no logró lo que prometió y que por lo tanto está expuesto a perder las elecciones. Engrama mental que habita en la cabeza de muchos a favor de haber vivido las consecuencias de los daños colaterales que dejó el macrismo, que hasta ahora fueron ilevantables, sobre todo cuando la fuerza política con la que se cuenta tiene adversarios apostados que no dialogan y que se han reservado antes que nada, la oposición política, aún ante la más neutra de las políticas oficiales propuestas.

Parecería que como dice el refrán la suerte está echada. Sin embargo, hay mucha gente que reconoce de dónde vienen las desgracias que padece el pueblo argentino. Y que la esperanza en las fuerzas populares está casi intacta, convencidas de que no hay opción nacional y popular posible si no triunfa el FdT. Es que no se puede habilitar una vez más a JxC que apoya su aspiración en un antiperonismo recalcitrante que no ha movido un ápice su negativa visión del movimiento desde que este apareciera con su líder en 1945. Además de haber sido la del FxC una gestión que el pueblo vivió como lamentable, y que por si fuera poco promete, en caso de ganar, profundizar en el mismo sentido.

La firmeza ideológica del peronismo, consolidada por el kirchnerismo, ha sido un verdadero bastión electoral, no inexpugnable, pero con la suficiente fuerza, capaz de detener la expansión de la derecha.

Y es en el antiperonismo donde se refugia una oligarquía tenaz, lo que da origen a la grieta que separa radicalmente las opciones electorales del pueblo argentino.

En consecuencia las cosas siguen planteadas como hace muchos años y dada la vigencia de la prolongada disyuntiva, nadie puede aducir desconocimiento acerca de lo que ofrece cada fuerza política.

Se trata, a mi entender, de dos fuerzas políticas lo suficientemente fuertes como para suponer que cualquier crecimiento de la una va en detrimento de la otra.

Por ello ni el resentimiento, ni la decepción sirven para justificar un realineamiento que aleje a gran parte de los electores del campo nacional y popular. La derecha no ha hecho más que mostrar su desprecio, por las aspiraciones de movilidad social y soberanía política del pueblo argentino. Eso sería suficiente motivo como para dejarla de lado.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]