En realidad la renuncia de Rolando no es más que a la pertenencia a un partido, no a su misión como hombre público.

En este momento el gesto proviene de un contexto al que Figueroa ha llegado, que es el Congreso de la Nación. Esta introducción le hizo ver el valor del debate y de la pluralidad, en el escenario más expectante de la república, aunque en este momento en ese Poder ambos atributos están menoscabados, y es por eso mismo que empiecen a ser vividos por la mayoría de los legisladores como sustanciales carencias que el propósito de esa casa no tolera.

Figueroa se ha puesto de pie. Proviene de una familia de un lugar remoto, que fue puesto después de mucho trabajo en el mapa del Neuquén. Primero la zona norte neuquina, por donde empezó históricamente la provincia, luego por una localidad que ya tiene tradición de lucha: Huinganco. Allí el tío de Rolando, llamado Rogelio Figueroa, proveniente de Chile, fue el primer forestador de la provincia, y lo hizo tozudamente sobre la ladera de un cerro donde los expertos negaban la posibilidad de que aquellos retoños prendieran entre las piedras y las escasas lluvias. Sin embargo su porfía, asimilando su experiencia de que en la misma latitud del lado de Chile la forestación había sido exitosa, se empeñó y siguió con su designio. Hoy Huinganco está en el mapa como el “jardín del Neuquén”.

De ese linaje viene Rolando y su determinación de hoy sea quizás heredera de aquella, de aquel tío cabeza dura que creyó en lo que le había enseñado la vida.

Lo de Rolando hoy es un aporte, porque es cierto que Neuquén es muy rico en recursos naturales pero es poco lo que queda aquí, de lo que se explota para provocar el tan ansiado sueño del desarrollo económico social sustentable de la provincia. La constricción es un presupuesto público ceñido a lo coyuntural que desde hace 50 años solo alcanza para hacer funcionar una administración y pagar puntualmente sueldos a fin de mes.

Sí, es cierto que mientras tanto acá funcionó un Plan de salud y se realizó toda la infraestructura edilicia del sistema educativo y se hicieron miles de viviendas. Pero aquello que dice la Constitución de la Provincia, que los recursos provenientes del suelo y el agua de provincia debían aplicarse a su desarrollo, ha quedado pendiente desde el primer momento. De este modo, con estas aspiraciones no satisfechas, la provincia podrá seguir viviendo tratando de resolver la pobreza de cientos de familias que a diario llegan a su tierra proveniente de los lugares más remotos, incluso de países limítrofes.

Urge otra visión política, más totalizadora, aunar los esfuerzos de sectores políticos populares que no tienen porqué pertenecer solo al partido oficial.

Quizás sean algunos de estos cambios los que reclama Figueroa cuando habla de un nudo que hay que cortar. Su presentación como candidato a gobernador es una consecuencia lógica de frustraciones que son evidentes.

Que en democracia, el pueblo decida el camino a seguir. Sean optimistas aquellos dirigentes renuentes a una mirada más abarcativa, las convulsiones internas siempre han renovado a los partidos políticos del campo popular.