Cada vez que se presenta la oportunidad de abordar alguna propuesta de redistribución de recursos, el mensaje del MPN empalidece y transita la avenida de las indefiniciones o directamente se planta con firmeza del lado de los que defienden los intereses de las empresas.

El gobernador Omar Gutiérrez sumó tantos “peros” cuando fue consultado sobre el proyecto de renta inesperada que impulsa el gobierno nacional, que el sinuoso camino de sus argumentos llevó a una indubitable conclusión: el MPN está decididamente en contra. Dijo el "proyecto no lo conozco", que debe existir "un camino de ida y vuelta", que las empresas tienen que crecer con reglas claras para después plantear un aumento de impuesto, que hay dudas si alcanza o no a las compañías petroleras y, además, que la reciente modificación que flexibiliza el flujo de ingreso y salida de dólares para la industria energética tiene "gusto a poco".

Gutiérrez habló de este tema el martes pasado y ninguno de sus fundamentos interpela a los dueños de la economía y del mercado. Por el contrario, asoma cada vez más el rostro de un MPN que se muestra alineado con el arco opositor a las políticas del Frente de Todos, especialmente cuando se trata de temas que rozan los intereses de los poderes reales.

Gutiérrez no solo habló en contra del proyecto que busca repartir las mayores ganancias que reciben sectores de la economía, como al agro y las energéticas por la guerra entre Rusia y Ucrania, sino que también dejó en claro que no comparte la ampliación de la Corte Suprema de Justicia a 25 miembros como promueven los gobernadores del Frente de Todos y el gobierno central. También confirmó que no se quiere pelear con el jefe del gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, resignando un lugar en la batalla judicial y política en defensa del federalismo por la distribución de los recursos de la coparticipación.

El partido provincial busca sacar el mayor provecho posible de la transición electoral que ya se vive hacia el 2023 y de la interna expuesta que tiene el oficialismo nacional. Forma parte de su estrategia de vínculo con los grandes partidos: se asocia cuando las acciones políticas están en alza y muerde a la presa cuando la ve debilitada. Y si es necesario para conseguir su objetivo, aplica la máxima que dice "cuanto peor, mejor", muy cuestionada por el propio MPN cuando la utilizan otros sectores políticos.

La salida del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, es un golpecito para el gobierno del MPN. La línea de pensamiento y acción del exfuncionario se adecuaba más a la del oficialismo local, como así también la del ministro de Economía Martín Guzmán. Es decir que lo último importante ocurrido en la interna del Frente de Todos confirma, una vez más, que para el sector del MPN que hoy tiene la manija, y para otros internos que no la tienen también, el kirchnerismo es mala palabra.

A Kulfas lo tenían como aliado en cuestiones de política energética. Lo rescatan como garante del Plan Gas vigente y como interlocutor sin cortocircuitos con las empresas. Y si bien la salida del exministro genera dudas y ansiedades, en el gobierno de Neuquén consideran que su reemplazante, Daniel Scioli, es una señal de continuidad en el camino de "las políticas de búsqueda de consensos y de buenos modales".

Doña Soledad

En el gobierno de Neuquén dicen que temas como el de la Justicia no despierta interés en la sociedad. Puede que no mida en las encuestas, a las que acuden con frecuencia para leer la política y actuar en consecuencia. Pero alguna importancia debe tener porque Gutiérrez no pudo mas que tirar la pelota a la tribuna cuando, también esta semana, fue consultado sobre el forzado pase a archivo de la denuncia por violencia de género que impulsó Soledad Gennari contra otro vocal del Tribunal Superior de Justicia, Germán Busamia. Tapar esto para evitar una escalada del conflicto fue posible tras una única intervención pública (vaya a saber lo que sucedió en privado) del armador de la política del oficialismo provincial, el exgobernador Jorge Sapag, que pidió cerrar el conflicto con discreción y sin estridencia.

El Judicial es un poder independiente que resolvió el conflicto en su ámbito "y soy respetuoso de…" bla, bla, bla, es todo lo que balbuceó Gutiérrez sobre este asunto de enorme gravedad institucional cuya oscura salida debilita aún más la poca confianza que tiene la sociedad sobre el servicio de justicia.