-?
 
 
 
Columnistas
20/01/2022

Micaela: la transformación es colectiva y feminista

Micaela: la transformación es colectiva y feminista | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La Ley Micaela es, además, un instrumento que nos ayuda a evidenciar las violencias por razones de género, a no aceptar declaraciones machistas y violentas, a denunciar presupuestos sub-ejecutados en las áreas de género.

Graciela Landriscini *

El pasado 10 de enero se cumplieron tres años desde la promulgación de la Ley Nacional Nro. 27.499, conocida como “Ley Micaela”. Esta ley, que establece la capacitación obligatoria en la temática de género y violencias contra las mujeres para todas las personas que trabajan en el Estado en todos sus niveles, lleva el nombre de Micaela García que fue víctima de un femicidio en 2017.

Micaela era una joven de Entre Ríos que fue secuestrada, violada y asesinada el 10 de abril de 2017 por Sebastián Wagner, un hombre que estaba condenado por dos violaciones y que se encontraba en libertad condicional. Micaela era una militante del Movimiento Evita y del Ni Una Menos que había surgido un par de años antes para reclamar por la erradicación de la violencia contra las mujeres y las disidencias. La Ley Micaela lleva su nombre no sólo como reconocimiento a ella y a todas las víctimas de violencias por razones de género, sino también como reconocimiento y visibilización de la responsabilidad del Estado en su femicidio y en todos los que podrían haber sido evitados. Gran parte de los femicidios pueden, pero por sobre todas las cosas deben, ser evitados a través de la protección integral que debe proporcionar el Estado.

La Ley Micaela es una política pública que promueve la transformación cultural, que ataca a las raíces del sistema patriarcal, a través de la incorporación de una mirada sensible al género y las sexualidades con el objetivo de prevenir, sancionar y erradicar las violencias machistas y promover la igualdad en la diversidad en el seno mismo de todos los poderes del Estado y en todos sus niveles. Desde su implementación hasta hoy, todas las provincias del país y la Ciudad de Buenos Aires han adherido a la ley y comenzado las capacitaciones a sus agentes estatales, también lo han hecho más de 500 municipios, han adherido las universidades a través del Consejo Interuniversitario Nacional, sindicatos, medios de comunicación, empresas y otras organizaciones.

La Ley Micaela es, además, un instrumento que nos ayuda a evidenciar las violencias por razones de género, a no aceptar declaraciones machistas y violentas, a denunciar presupuestos sub-ejecutados en las áreas de género, y a señalar la falta de voluntad política para el diseño e implementación de políticas públicas para la transformación de las raíces de las desigualdades de género. El Estado, en todos sus niveles, debe respuestas a las múltiples desigualdades de género y a los femicidios: Los tres poderes del Estado están en deuda con madres, padres, hija/os, amiga/os y vecina/os de cada mujer o niña abandonada, golpeada, violada o asesinada. Prevenir es curar se dice, y la Ley Micaela promueve la prevención a través de la transformación cultural. Es por eso, que se debe continuar con la implementación de esta ley, defendiéndola, llevandola como nuestra bandera.

En los cuadernillos y los talleres de las capacitaciones de la Ley Micaela circulan y resuenan las palabras de la propia Micaela, a las que quiero adherir. Explicaba Micaela García: “Los grandes cambios suceden si hacemos bien (lo mucho o poco) que nos toca según nuestras responsabilidades e influimos en el pequen?o grupo de personas con las que nos relacionamos. Si muchos hacemos esto, tendremos una sociedad mejor y ma?s inclusiva”.



(*) Diputada Nacional por el Frente de Todos Río Negro. Economista, docente/investigadora (UNCo/Conicet)
29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]