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12/12/2021

El tiempo del progresismo del MPN en los ‘90

El tiempo del progresismo del MPN en los ‘90 | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El programa del primer gobierno de Sobisch era de reivindicaciones partidarias ya registradas en los nuevos estatutos del partido, pero también estaba imbuido de un progresismo que pretendía romper, ilusoriamente, con toda autocracia.

Osvaldo Pellin

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Quizás todo fuera una herencia tardía del alfonsinismo. Lo cierto es que la derrota en las elecciones parlamentarias de 1985 en manos del gobierno del Dr Raúl Alfonsín, el MPN se encontró con que su invencibilidad había sido vulnerada por un nuevo fenómeno político, que como lo reconoció el mismo día de los comicios ya en conocimiento de la derrota, el propio Felipe Sapag, diciendo “No hay que amargarse. Nos ha ganado un genio de la política”.

Por entonces un grupo de jóvenes del partido muchos de ellos profesionales iniciaron un movimiento que denominaron con el muy genérico Movimiento de Acción Política (MAPO) que con aires de modernización democrática, planteó la necesidad de horizontalizar el partido, pugnar por elecciones internas y aspirar por una especie de “glasnot” en las obras públicas, sin renunciar al apoyo irrestricto a las clases más humildes de la provincia que eran y siguen siendo su irremplazable plataforma de apoyo.

Así fue como se reformaron los estatutos del partido que empezaron a legitimar inéditas elecciones internas para la elección de autoridades partidarias y cargos electivos.

Corría el año 1987 y Felipe Sapag dejaba su cargo sin posibilidades de ser reelecto pues la Constitución provincial no lo admitía. Lo sucedió el Ingeniero Pedro Salvatori hasta 1991 en que Sobisch triunfa en las internas sobre Luis Sapag, interrumpiendo de ese modo una sucesión de gobernadores que contaban con el apoyo de Felipe.

La interna fue violenta y se dijeron cosas que estaban reservadas para verdaderos enemigos, no para simples adversarios del mismo partido.

El programa de Sobisch entonces era un programa de reivindicaciones partidarias ya registradas en los nuevos estatutos del partido, pero también estaba imbuido de un progresismo que pretendía romper, ilusoriamente, con toda autocracia, ampliar la participación política en la gestión convocando al gabinete a dirigentes de otros partidos y emprender una enmienda constitucional que terminara con la “escribanía” de la legislatura que con el clásico 15 a 10 (mayoría-minoría) de la ley Sáenz Peña, que no solo desalentaba el debate, sino que cercenaba la representación parlamentaria de una cantidad considerable de electores, marginando la inclusión de otros partidos. Por esa razón y con los aires reivindicatorios del referéndum se estableció la representación proporcional de las fuerzas políticas que competían en las elecciones a partir de la sanción del Referéndum. 

La enmienda constitucional pasó por múltiples vicisitudes dentro del MPN y fuera de él porque incluía además la posibilidad de la reelección por un período de quien fuera el gobernador. 

En el MPN, porque parecía un gesto gratuito sin ninguna ganancia el ceder bancas y perder la mayoría. Y por fuera del MPN porque los partidos de oposición veían en ese gesto del partido gobernante una actitud indescifrable, creyendo que se trataba de un “acting” en busca de un prestigio que solo llevaba agua para el molino del partido provincial.

Esas tensiones pusieron al proyecto de ley de Enmienda al borde de su caducidad. El presidente honorario del MPN convocó a todas las departamentales del partido a una cumbre en Cutral Co con el fin de disuadir a todos que la enmienda no debía llevarse a cabo.

A la mañana siguiente Sobisch a pesar de las presiones en contra se mantuvo en su promesa de enmienda y esta siguió adelante, con la particularidad que quien defendió el proyecto, el día de su debate en la Legislatura, terminó siendo un diputado provincial de la oposición, el Dr. Natali, pues los diputados del bloque oficialista se negaron a ser quienes informaran al respecto.

Posteriormente y por un 60% del Sí el pueblo de Neuquén ratificó la enmienda en la consulta popular llevada a cabo. Desde entonces el parlamento provincial cuenta con una pluralidad de voces  que enaltecen el ejercicio democrático en Neuquén. Lo más positivo es que ese hecho se ha naturalizado a lo largo de los últimos 28 años.

29/07/2016

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