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12/09/2021

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Redes y puentes

Redes y puentes | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Este septiembre, hará siete años de la muerte de Macky Corbalán, la poeta lesbiana y feminista nacida en Cutral Co en 1963. En este lapso, su voz se ha mantenido vigente –incluso ha crecido-, tanto en el ámbito de la poesía –patagónica y nacional- como en el movimiento feminista, al que contribuyó con su militancia pertinaz y fecunda.

Gerardo Burton

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Capilaridad poética, redes, puentes. Macky Corbalán, en una ponencia sobre “Canon y diversidad”, ofrecida en el Centro Cultural de la Cooperación en Buenos Aires en 2012, elegía esos términos para definir las relaciones entre poetas –y escritores- en Patagonia. De esta manera, describía una construcción alternativa a la creación literaria y poética entendida como una carrera con sus etapas consagratorias y sus mandatos de lectura y escritura.

Este septiembre, una semana antes de la primavera, hará siete años de la muerte de Macky Corbalán, la poeta lesbiana y feminista nacida en Cutral Co en 1963. En este lapso, su voz se ha mantenido vigente –incluso ha crecido-, tanto en el ámbito de la poesía –patagónica y nacional- como en el movimiento feminista, al que contribuyó con su militancia pertinaz y fecunda. Su pensamiento poético evoluciona desde la concepción de la poesía como hecho epifánico hasta la certeza de que el poeta, la poeta, se diluyen en un proceso creativo en el cual ya no dicen poesía, sino que son hablados por ella: los poetas son el lugar donde la poesía puede decirse, y generar entonces una ruptura en el lenguaje, algo así como “escribir para abrir heridas sin sutura posible en el lomo duro del poder” y abarcar de esa manera a todo aquello que es marginado por el poder: los pobres, las mujeres, los niños, los animales. El mundo, en fin, ese mundo frágil y vulnerado.

Capilaridad, redes, puentes. Sobre estos conceptos, Corbalán describió de manera gráfica cómo y dónde quienes escriben en las provincias patagónicas encuentran sus lectores. Capilaridad: agua que busca su nivel, que aprovecha cualquier pendiente o intersticio para llegar a destino. Redes: no hay verticalidades posibles, ni direcciones únicas; es ida y vuelta una y otra vez. Puentes: cada obstáculo –físico, geográfico, generacional- es salvado y el encuentro se produce en uno u otro lado del puente o en el medio, pero se produce.

Entonces, hay una red horizontal, sin centro y de circulación multidireccional, que permite subvertir las tradiciones del lenguaje y del poder, de la literatura entendida como consagración personal -éxito, reconocimiento oficial-. Las acciones que sostienen esa capilaridad, decía Corbalán, son, en la región patagónica, las “circulaciones mínimas”, una expresión tomada de la crítica chilena Nelly Richard (ver enlace). Así, es posible la construcción de puentes que “construyen crítica y construyen memoria” a partir de los viajes de poetas entre las localidades patagónicas, los encuentros entre poetas y poéticas caracterizados por el intercambio generacional antes que por el juego de hegemonías excluyentes.

Justamente, esta horizontalidad tácita que se acepta mayoritariamente, tiene una contrapartida: no hay tradición que no sea cuestionada; otro tanto ocurre con las jerarquías y, en consecuencia, la elaboración de un posible canon patagónico resulta una tarea ociosa. Tanto así es que esta actitud se comparte entre quienes editan con sellos –independientes o no- de circulación comercial y quienes lo hacen en editoriales alternativas, artesanales, autogestivas o directamente fuera del sistema.

Hay entonces una suerte de desplazamiento de la centralidad, cuando lo usual es que ésta sea la que organiza. Por ejemplo, la literatura y la poesía argentina parecen estar municipalizadas: las grandes ciudades son el centro, el resto es periferia, es el “interior”. Se habla así de poetas y escritores de la ciudad de Buenos Aires, de Córdoba, Rosario, La Plata, y así. Las antologías poéticas nacionales suelen recoger autores y autoras mayoritariamente de esas ciudades, y en menor grado de, por ejemplo, Tucumán, Bahía Blanca, Mendoza. Los antólogos de estas ciudades se arrogan una representatividad territorial que los excede y entonces los y las poetas de provincias quedan como convidados y no como protagonistas, en actitudes que parecen más próximas a la corrección política que a una política cultural inclusiva. Otro tanto ocurre con premios y becas, que siempre destinan un porcentaje a los habitantes de provincias alejadas. ¿Alejadas de qué, de dónde? Y esto, que puede parecer un reclamo gremial, es en realidad la descripción del recorte de la circulación de la poesía –y la producción cultural- nacida en los sitios que el centro designa como periferias, sin pensar que tanto uno como otras son tan arbitrarios como intercambiables.

A contramano de esa centralidad propuesta e impuesta oficialmente, en Patagonia se tejen redes, se construyen puentes, y, por tanto, la comunidad de poetas que se encuentran periódica o aleatoriamente está antes -otra vez palabras de Corbalán- que las tradiciones poéticas. No es necesario que un encuentro permanezca inalterable en el tiempo: se multiplican, adquieren distintas formas, o al menos eso ocurría antes de la pandemia. Se verá en el futuro inmediato, cuando se recuperen los programas de actividades, cuando las ferias del libro vuelvan a itinerar por la región con su caravana de poetas trashumantes que va y viene, con los libros de las editoriales regionales, con los encuentros con gente que llega de otras provincias, de otros países. Estas actividades funcionan como enviones que permiten soportar los paréntesis de silencio y de soledad, no de aislamiento, y luego, a empezar de nuevo, con otras formas, con otras características.

Datos:

Macky Corbalán (Cutral Co, 19 de junio de 1963-Neuquén, 14 de septiembre de 2014). Autodefinida como poeta, lesbiana y feminista, trabajó muchos años como periodista. Publicó La pasajera de arena, 1992; Inferno, 1999 (ambos en Ediciones Tierra Firme); Como mil flores, Hipólita, 2007; El acuerdo, La Mondonga Dark, 2012 y Anima(i)s, la cebolla de vidrio, 2013. Estos cinco libros se reunieron en un volumen póstumo, Poesía (1992-2013) publicado en 2015. Y luego se editó Conversaciones en la noche del amor, en 2017. En el CCC: (Bs.As., CCC, 28 de junio, 2012)

29/07/2016

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