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31/08/2021

Agustín Domingo y Macri

La historia del alumno que superó al profesor

La historia del alumno que superó al profesor | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

En 2017, el ex ministro de Economía y hoy aspirante a diputado nacional por JSRN, Agustín Domingo, en plena fiebre financiera del macrismo, se entusiasmó con la posibilidad de tomar deuda en dólares para un paquete de obras y en 2018 embarcó a la provincia en la aventura del mega Plan Castello.

S. Graciela Landriscini *

El candidato a diputado por JSRN, Agustín Domingo, es uno de los principales responsables de la política cambiemita de toma imprudente de deuda en dólares implementada en Río Negro, que hoy asfixia las arcas públicas y estrangula las posibilidades de consolidar un crecimiento inclusivo y sustentable: crece más el monto destinado al pago de la deuda provincial que el gasto social. Domingo debería contestar las siguientes preguntas ¿le parece prudente habernos endeudado en dólares durante el macrismo? ¿Es justo que se pague una deuda sideral a costa de vaciar de recursos las arcas provinciales y así no ser capaz el Estado de asegurar sueldos dignos y servicios públicos de calidad? ¿Cómo se desendeudará ahora Río Negro?

Todas las personas sabemos que uno de los grandes obstáculos en Argentina para la plena recuperación económica pospandemia es el endeudamiento externo, en particular los bonos a 100 años, y el mega crédito con el FMI de 45 mil millones de dólares tomados durante la presidencia de Macri que alimentaron la fuga de divisas. Para comprobarlo basta con leer el informe del Banco Central elaborado a comienzos de 2020. La negligencia extrema y, en algunos casos, el enriquecimiento de sectores de la usura derivado de la especulación financiera y cambiaria, no fue algo exclusivo de la administración nacional a cargo de Cambiemos que hoy pretenden negar sus responsables y candidato/as, sino que tuvo su correlato en algunas provincias. Río Negro es uno de los casos más paradigmáticos en cuanto al alcance y severidad de las consecuencias socio-económicas de la desregulación financiera y el endeudamiento en dólares tomado a lo largo de la última década. La reproducción de ese endeudamiento malsano y creciente involucró también a municipios, asfixiando sus cuentas públicas.

El entonces ministro de Economía y hoy aspirante a diputado nacional por JSRN, Agustín Domingo, en 2017, en plena fiebre financiera del macrismo, se entusiasmó con la posibilidad de tomar deuda en dólares para un paquete de obras y en 2018 embarcó a la provincia en la aventura del mega Plan Castello, a pesar de reconocer públicamente que el tipo de cambio era alto y que la situación de vulnerabilidad macroeconómica que ya atravesaba el país era más que visible. Más aún, animó a los municipios a que tomaran deuda en dólares que hoy deben afrontar, como si sus ingresos estuvieran dolarizados.

Pero fue justamente hacia fines de 2017, fecha en que Domingo y la máxima autoridad provincial cerraron el acuerdo de endeudamiento de 300 millones de dólares con bancos extranjeros, que comenzó el colapso financiero en la gestión Macri. A partir de abril de 2018 el dólar entró en una fase de aceleración que arrastró consigo buena parte de las variables macroeconómicas. La cotización del dólar pasó de 17 pesos a fines de 2017 a 45,5 pesos en la rueda previa a las PASO de 2019. Es decir, el tipo de cambio subió 163% en menos de 2 años. Ello significó una pérdida del valor de lamoneda nacional superior al 60%, lo cual afectó los precios y la capacidad adquisitiva de los salarios y jubilaciones.

Esta fenomenal destrucción de valor se dio previo a las elecciones primarias de agosto de 2019 y se vinculó al esquema de desregulación cambiariaque aplicó el Banco Central de la República Argentina desde diciembre de 2015, en que Cambiemos se hizo cargo del gobierno. Los datos que pueden extraerse de documentos técnicos precisos dan cuenta del Titanic al que en este contexto Domingo subió a la provincia de Río Negro, a pesar de divisar de antemano el iceberg, y que explica el aumento continuo y creciente de la deuda pública en dólares contraída por seguidismo con el macrismo y sus operadores. La decisión la tomó ya sea por convicción, por miopía teórica o fe en el credo de la economía ortodoxa, o por negligencia profesional y política de la cual es responsable en todo caso. Ahora todos y todas en Río Negro cargamos con el peso de una cuantiosa deuda en dólares por capital, intereses y comisiones que se pagan a la banca extranjera, más las emisiones de letras en pesos que asfixian las cuentas públicas, todo lo cual implica ajustes en los gastos corrientes y limitan las posibilidades de inversión y crecimiento.

Poco tiempo después de cerrar los acuerdos de deuda y en plena debacle cambiaria y financiera de 2018 en el país, Domingo, cual alumno del coro macrista, afirmaba: “las cuentas provinciales están en orden” (6 de octubre de 2018, Va con firma). En simultáneo, y a lo largo de estos años, las cuentas de las familias y de los y las trabajadoras públicas rionegrinas, pasarían a sufrir una sangría continua, en medio de pagos no remunerativos y el deterioro de los servicios de educación y salud, entre otros, mientras los impuestos no pararon de incrementarse generando resistencia social.

Emulando a Dujovne, su par de la cartera económica nacional de entonces, que emitió los bonos a 100 años (¡100 años!), Domingo exclamaba entusiasmado en 2018: “no hay que tener miedo a endeudarse a largo plazo en dólares”, “aprovechando la ventana de oportunidad”. Sin titubear afirmó que “la evolución del dólar está siempre atada a la evolución de los ingresos que tienen los gobiernos, no hay que tener miedo cuando uno planifica en el largo plazo en contraer una deuda en dólares”. “Río Negro exporta y cobra regalías por el petróleo y gas que son en dólares” (10 de mayo de 2018, ADN Río Negro). Es necesario recordar en este punto que los porcentajes de los ingresos provinciales dolarizados a 2018 fueron cayendo en estos años. En 2018 las exportaciones de Río Negro totalizaban USD 445 millones, en 2019 cayeron a USD 409 millones y en la pandemia en el año 2020 siguieron cayendo y además en 2020 se desplomaron las regalías. Así las cosas, con una importante deuda asumida en dólares, la fuerte exposición de las finanzas provinciales frente al tipo de cambio resultó una ruinosa política del Ministro y de los dirigentes de JSRN que pagan los y las rionegrinas. ¿JSRN, el gobierno y, en particular, el artífice de esa política financiera, Agustín Domingo, no piensan hacerse cargo de esta debacle fiscal y, por ello, social y económica?

Como sabemos, y como lo explica frecuentemente el Ministro de Economía Martín Guzmán en su documento de Informe a la Comisión Bicameral de la Deuda Externa del Congreso Nacional, no es lo mismo tomar deuda en dólares que en pesos. El Plan Castello fue parte del frenesí del endeudamiento en monedas extranjeras y con bancos extranjeros de los tiempos de Cambiemos. “El gobierno de Mauricio Macri aumentó la deuda nominada en dólares en USD 100.000 millones durante su mandato: pasó de USD 148.881 millones en diciembre de 2015 a USD 249.047 millones a diciembre de 2019. Informes del Ministerio de Economía de la Nación califican de “irresponsable el proceso de endeudamiento” por su “brutal velocidad”. “Entre diciembre de 2015 y marzo de 2018 se incrementó la deuda pública nominada en moneda extranjera en más de USD 80.000 millones”. Y el préstamo del FMI de USD44.000 millones “no contribuyó ni a estabilizar la macroeconomía ni a incrementar la capacidad productiva, sino a financiar la fuga de capitales y a cancelar deuda con acreedores privados que se encontraba en una situación de insostenibilidad”.

Además, como sabemos, la devaluación del peso y la presión sobre el tipo de cambio que sobrevino a partir de mayo de 2018 y que se elevó notablemente en 2019, tuvo tanto en Río Negro como en el país, un efecto desproporcionado sobre los sectores de menores ingresos, cuyas condiciones de vida dependen fuertemente de los servicios que presta el Estado en materia de salud, educación, seguridad y justicia, entre otros, y de los precios de productos y las tarifas de los servicios básicos sensibles a los cambios en el valor de la moneda nacional. Los servicios de deuda en Río Negro, incluyendo capital e intereses, crecieron un 897% entre 2016 y 2019, mientras el Presupuesto General de Gastos lo hizo en un 169%, y el de la función Salud en un 150%. Los servicios de deuda representaron en 2018 y 2019 valores cercanos al 10% del Presupuesto General de Gastos provinciales, resultando algo inferiores al presupuesto de Salud. Por su parte el stock de deuda creció en los mismos años un 414%, mientras entre 2011 y 2015 lo había hecho en un 14,56%. Es así que las deudas condicionaron, condicionan y condicionarán la evolución de los salarios públicos, derivaron en pagos no remunerativos a empleado/as públicas; y para afrontar su pago mensual o el de los aguinaldos, el gobierno provincial apela a nuevas deudas en plazos más cortos vía letras de tesorería y adelantos bancarios muy onerosos.

Todas y todos queremos ver que en Río Negro se realicen las obras de infraestructura que se necesitan. Pero ello debe hacerse recurriendo a las estrategias financieras prudentes y beneficiosas para las arcas provinciales, no para los bonistas o los bancos, porque de otro modo las opciones elegidas de mayor riesgo terminan siendo las más perniciosas para el conjunto de la población. Como en la casa de cada una y cada uno, la toma de deudas debe ser gradual, y debe ir articulada con los ingresos, no se debe hacer todo de golpe endeudándose hasta el cuello con los bancos; ello es de alto riesgo siempre. Así es que el endeudamiento en la cifra de USD300 millones en 2018 en un escenario inestable para la economía nacional y local, que ha crecido exponencialmente en estos años en intereses y comisiones, ha implicado dar sumas no remunerativas en los salarios públicos que hoy dejan desguarnecidos a quienes deben jubilarse por el porcentaje de cobros sin contribuciones, que en los docentes llegan hasta el 79%.

Cada vez que el gobierno provincial contesta a un reclamo social y económico alegando la insuficiencia de recursos, se debe recordar que, en gran medida, el origen de esa limitación fiscal se encuentra en el costo de la deuda en dólares que las y los rionegrinos llevamos sobre nuestras espaldas. En definitiva, JSRN no eligió la senda del crecimiento armonioso, inclusivo y sustentable, sino la toma imprudente de créditos externos, tal como hiciera Macri en el ámbito nacional. Es la estrategia cortoplacista de la deuda pública en dólares que terminan pagando las y los que menos tienen. Domingo copió a sus maestros de Cambiemos.

Por otra parte, actuar en defensa de los intereses provinciales también implica asegurar que las obras financiadas se ejecuten en tiempo y forma. Sin embargo, por la propia dinámica administrativa pública, imputable a la falta de visión del gobierno, sumada a la inestabilidad macroeconómica en 2018/2019, las obras se fueron demorando, lo que se agravó en la pandemia con la cuarentena, los contagios y las dispensas del personal de riesgo. Es sí que se concluyeron 11 obras de un total de 27 del Plan Castello y las restantes se encuentran en distintos grados de avance.

La visión neoliberal que Domingo tiene sobre las finanzas públicas es consistente también con su opinión favorable a las reformas fiscales que Macri/Dujovne impulsaban en 2017. Domingo criticó los impuestos al trabajo y a los ingresos brutos. En otros casos habló de otros impuestos regresivos. Lo que nunca dijo, entonces y ahora, es que la regresividad impositiva se debe, sobre todo, a que los impuestos indirectos o al consumo -como el IVA- han tenido y tienen en la Argentina prioridad sobre los impuestos directos o a las riquezas. Esa distorsión viene de lejos, de 45 años atrás cuando la dictadura cívico-militar, de la mano de Martínez de Hoz, entre días de Estado de sitio y noches de secuestro y silencio, impuso el IVA para eliminar las contribuciones patronales, y mantener bajos los valores del impuesto inmobiliario que grava las propiedades. En esa línea, no sorprende que Domingo y JSRN nunca hayan siquiera planteado una reforma impositiva en Río Negro tendiente a que la/os grandes terratenientes de campos y sociedades nacionales y extranjeras propietarias de decenas o cientos de inmuebles en el territorio provincial paguen alícuotas mucho mayores que el resto de la población de ingresos medios y bajos en el impuesto a la propiedad inmueble. En cambio, retoma las ideas de una reforma laboral, para flexibilizar el trabajo registrado y bajar el costo laboral reduciendo derechos.

Domingo aprendió economía con la ortodoxia monetarista, y con Macri perfeccionó la idea de que tomar deuda, a cualquier costo, es una oportunidad que no debe desperdiciarse; pero la historia y la realidad lo condenan porque lo que no dijo nunca es quiénes terminarían pagando esa imprudencia financiera. En esa visión de país, y de provincia, no le preocupó al ex ministro y hoy candidato a Diputado Nacional por JSRN quién pagaría la deuda. Él es uno de los principales responsables de la toma de deuda en moneda extranjera siguiendo las recomendaciones de Dujovne y Caputo, y los preceptos de los consultores y banqueros extranjeros que se reparten jugosas comisiones e intereses con estos negocios. Y a ello le agrega una propuesta de reforma laboral que a todas luces recorta derechos laborales.

En la emergencia planteada por la pandemia y ante la crisis financiera provincial, el Estado nacional aportó más de 6.500 millones de pesos en 2020 entre aportes no reintegrables y créditos blandos. JSRN en el gobierno intenta ahora hacer buena letra honrando los compromisos de pagos a través de un dificultoso ajuste, como el que se ha venido aplicando a los sueldos públicos y vía los aumentos impositivos en la pandemia. No obstante, las cuentas queman en las manos del ministro Vaisberg, que las heredó y debió renegociar vencimientos, plazos, tasas de interés y emitir nuevos bonos y letras de tesorería. Hoy renegocia prórrogas de pagos a proveedores y descubiertos bancarios para llegar a las elecciones de septiembre y noviembre. Este es el legado que Domingo ha dejado a las y los rionegrinos, y ese es el proyecto que quiere llevar al Congreso junto al partido que representa, que dice defender intereses rionegrinos por encima de lo nacional.

Rionegrinos y rionegrinas, a no perder la memoria, y que no nos oculten la verdad. Nunca más deben volver quienes han contraído deuda pública desaforada y generado un círculo vicioso de asfixia financiera y fiscal en Río Negro que afecta los salarios y los servicios públicos. Del mismo modo, nunca más deben volver los lobos neoliberales de Cambiemos disfrazados de corderos, que se ufanan del equilibrio fiscal, y de guardar ahorros municipales, mientras miles de vecinas y vecinos de su ciudad están a la intemperie. Nunca más los gestores del neoliberalismo en Río Negro



(*) Diputada nacional por Río Negro; Frente de Todos. Candidata a Diputada nacional por UP.
29/07/2016

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