“Viene una CGT con jefatura colegiada y 50% de mujeres”, dijo Gerardo Martínez, secretario general de la Uocra y encargado de las relaciones internacionales de la CGT

El próximo Congreso de la máxima entidad sindical de la Argentina, a realizarse el 20 de octubre, prevé que cada una de las 35 sillas del Consejo Directivo -25 secretarías y 10 vocalías- sea ocupada por hombres y mujeres en paridad

Se dice que la iniciativa fue planteada por el presidente Alberto Fernández cuando, en las discusiones paritarias de este año, sostuvo la necesidad de que se incluyera la perspectiva de género y se abrieran las conducciones al cupo femenino, tanto en las organizaciones sindicales como empresariales.

En la actualidad, en el consejo directivo de la CGT hay sólo una mujer: Noé Ruiz, secretaria general del gremio de modelos.

En otras entidades como la Confederación General Económica, la Unión Industrial, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios, la Cámara Argentina de Comercio y la Sociedad Rural no hay ninguna mujer en cargos directivos.

En la Federación Agraria Argentina, de 25 miembros hay 2 mujeres y en la Confederación de la Mediana Empresa, de 16 miembros hay sólo una.

Como explican las historiadoras Nélida Bonaccorsi y Marta Carrario, en el sindicalismo argentino la relación entre afiliación y representación siempre ha sido asimétrica. Es decir, la afiliación mayoritaria de mujeres no se ha correspondido con la representación detentada dentro de los sindicatos

Incluso en ámbitos con predominio de trabajo femenino o sindicatos compuestos mayoritariamente por mujeres, por décadas las conducciones han estado en manos de refrentes varones.

A nivel local, podría pensarse en el caso de ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad) filial Neuquén, donde en el 2020 por primera vez asumió una mujer, Adalia Nicolau, como secretaria General; o en el de APUNC (Asociación del Personal No docente de la Universidad Nacional del Comahue) que después de 45 años de existencia y conducción masculina, fue recién en el 2018 que Julia Barsotelli resultó electa para ejercer el máximo cargo

La promulgación de la Ley de cupo sindical femenino (n°25.674), sancionada en el 2002, fue de aplicación intermitente y sesgada.

En un informe publicado en el año 2009 con datos suministrados por la misma CGT, se lee de que de un total de 1.448 cargos de conducción sindical, sólo 80 son ocupados por mujeres. En 25 sindicatos las mujeres no tienen ninguna representación y de un total de 26.304 cargos directivos de los gremios, el 16,9% son ocupados por mujeres contra el 83,1% por varones.

Cuando en el 18 de junio pasado se hizo viral un tweet del diputado Facundo Moyano con una foto de 16 sindicalistas, todos varones sub 55, que se reunieron para discutir el futuro del trabajo, la democracia sindical y nada menos que la perspectiva de género en los sindicatos, la rápida y crítica respuesta fue ” Basta chicos, queremos estar en la foto”; comunicado firmado por las mujeresque integran la CTA de los Trabajadores y la autónoma, la CGT y la Utep y en el que concluían: “dirigentas sindicales sobran, pero también queremos estar en la toma de decisiones"

No podría concebirse este nuevo escenario para una necesaria y posible integración de las mujeres en los órganos de conducción de entidades gremiales y empresariales, sin comprender la ola movilizadora que viene creciendo. En el 2015 irrumpía con el #Niunamenos y tres después, pintaba las calles de verde en reclamo del derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito

La instalación del 8M como fecha inamovible de la nueva liturgia cívica es un hecho, en especial desde el 2017 cuando la CGT se rehusaba a confrontar con el gobierno de Mauricio Macri, y la consigna “mientras la CGT toma el té con el gobierno, nosotras tomamos las calles”adquirió protagonismo

No sabemos cuanta aceptación o resistencia tendrá la propuesta cuando se discuta la conducción de la principal central obrera de la Argentina; pero de lo que estamos seguras es que el sindicalismo, también es cosa de mujeres.