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04/05/2021

Sigman cumplió, Astra Zeneca no

Sigman cumplió, Astra Zeneca no | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Sigman fue gestor ante el dueño de la vacuna (Astra Zeneca) para que la vacuna llegara a la Argentina. Le propuso a ese dueño fabricar aquí lo sustantivo del producto, su principio activo, el que cura. Y eso fue lo que hizo. Cumplió.

Juan Chaneton *

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Dice Carlos Pagni que Hugo Sigman es bueno como industrial de la cultura y malo como empresario del rubro de la salud. Lo dice en una nota de La Nación del 29 de abril pasado en cuyo título se vuelve a ensañar con el presidente de la Nación diciendo que "está de regreso": según Pagni, Alberto Fernández les dijo que no a Pfizer y a Larreta y después salió a buscarlos para decirles que sí.

Eso no es cierto, pero nada de lo que dice Pagni es, en realidad, cierto. Es ducho el periodista, eso sí, en el ejercicio del sofisma. No miente sino que argumenta. Pero lo hace omitiendo? ? (sabiendo que omite u omitiendo sin saberlo porque de su falsa conciencia nadie es consciente) detalles que de detalles tienen poco pero tienen mucho de dato esencial para comprender el fondo del asunto.

Pagni nunca dirá una mentira como esa de que ya podríamos estar todos vacunados y felices en la Argentina de la pandemia si nos hubiéramos bajado los calzoncillos con Pfizer. Tampoco dirá que el embajador Argüello, en Estados Unidos, siempre siguió, por instrucciones de su Presidente, en contacto con Pfizer para buscar modalidades de contratación que satisficieran a las dos partes. Tampoco dirá, el periodista, que Larreta se endurece como efecto de su propia interna con irresponsables del calibre de la Bullrich pero que, por convicción y sentido común, el intendente de la capital federal siempre quiso acordar con el gobierno nacional y, por eso, siempre quiso, también, sentarse a coordinar restricciones con el ministerio de Salud de la nación. Es Larreta, en realidad, el que se acercó al Presidente por un impulso nato de su voluntad anclado en sus inclinaciones dialoguistas que afloran a la superficie cuando las aguas de su interna lo permiten.

Siempre sutil, entonces, Pagni avanza sobre los desprevenidos y sobre los que de buena fe ignoran eso que, en rigor, no tienen por qué saber dado que la posesión de ese saber es obligación de los encargados de gestionar la crisis, esto es, de los funcionarios gubernamentales y de los políticos de la oposición.

Pero, volviendo al principio, veamos más de cerca lo que dice Pagni de Sigman para, de ese modo, advertir, con la frescura y nitidez de las aguas del Nahueve cuando se deslizan, presurosas, por las faldas de la cordillera del viento, cómo y de qué modo construye el periodista el sofisma que le sirve de base para criticar, ofuscado, al empresario de marras, del cual nada decimos nosotros acerca de sus calidades personales y de sus habilidades para el negocio de la salud -puesto que no tenemos el gusto de conocerlo y no somos duchos en? ? los avatares de la farmacopea-, sino que sólo y apenas nos mueve la sana intención de advertirle, al buen lector de las cosas nuestras, que sembrar la fea simiente de que Sigman es kirchnerista y que, por eso, el gobierno oculta sus presuntos vicios, no es propio de buen periodista sino de intelectual orgánico al servicio de una clase, de un proyecto político, de una idea de país? ? y de una mala causa histórica.? ?

Como todo el mundo -y también Pagni- sabe, Sigman (su laboratorio maBxience) fabricó acá el principio activo de una vacuna cuya propiedad intelectual (la de la vacuna) es de Astra Zeneca. Hecho esto, Sigman (maBxience) remitió a México el material para que en este país se lo envasara. Esto no se cumplió y entonces el gobierno accionó (hasta hoy, de palabra) contra Astra Zeneca.

En este punto Pagni objeta: dice que cuando, con bombos y platillos, se anunció la llegada masiva de la vacuna, las felicitaciones de Gin{es González García y del Presidente fueron para Sigman y maBxience, pero resulta que ahora -sigue diciendo Pagni- ante el incumplimiento, el gobierno le reclama a Astra Zeneca y no a Sigman. E insinúa que esto ocurre porque Sigman "es kirchnerista". Es una vulgaridad decir eso.

Como decimos, Pagni no miente, pero dice verdades a medias y las dice en la oportunidad y con el ritmo y la cadencia que le sirven para su objetivo editorial: descalificar al gobierno nacional en el marco? ? de una emergencia que nos duele y nos amenaza a todos. Es grave lo que está haciendo la derecha en el país.

Ello así, por cuanto Sigman fue gestor ante el dueño de la vacuna (Astra Zeneca) para que la vacuna llegara a la Argentina. Le propuso a ese dueño fabricar aquí lo sustantivo del producto, su principio activo, el que cura. Y eso fue lo que hizo. Cumplió. Cuando la vacuna no llega y hay que litigar, ¿contra quién vas a litigar?; ¿contra el gestor o contra el dueño?

A mí se me hace cuento que Pagni ignore esto. Y no lo juzgo nada eterno; más bien transitorio, como todo lo que no llega lejos porque sus patitas cortas se lo impiden.



(*) Abogado, periodista, escritor.
29/07/2016

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