Hygeia y Panacea

Dos de las hijas del dios de la medicina, Esculapio (o Asclepios), y la diosa de la curación, Epione, eran para la mitología griega, Hygeia y Panacea. 

Hygeia era la diosa de la curación, la limpieza y la sanidad. De su nombre deriva el término “higiene” y derivará en la diosa romana Salus. A esta diosa habitualmente se la representaba como una mujer joven que alimenta a una gran serpiente enroscada en torno a su cuerpo. Esta divinidad se asoció con la prevención de la enfermedad y la continuación de la buena salud. 

El nombre Panacea se compone de pan ('todo') y akos ('remedio'), por lo que panacea significa literalmente aquello que es capaz de curar todas las enfermedades. Se decía que Panacea tenía una poción con la que curaba a los enfermos. De ahí deriva el concepto de panacea en medicina, como aquella sustancia capaz de curar todos los males y dolencias. Con el tiempo panacea devino en un término utilizado en sentido figurado como algo destinado a resolver por completo un gran y multifacético problema para el que aparentemente no hay solución posible.

Mientras que Esculapio se asociaba más directamente con la curación, y especialmente con la cirugía, Hygeia se asociaba con la prevención de la enfermedad y la continuación de la buena salud. Su esfuerzo se centraba en fortalecer la vida. Panacea, por su parte, representa al ser humano aprendiendo a dominar las enfermedades gracias a conocer el uso de plantas y minerales. Por eso se la asocia con el desarrollo de nuevos fármacos, vacunas y tecnologías en general, al servicio del diagnóstico oportuno y del tratamiento efectivo.

A partir del siglo V a.C, el culto a Hygeia fue perdiendo lugar. Los hombres, para evitar las enfermedades o para recobrar la salud, generalmente encontraban más fácil depender de curanderos que intentar la difícil tarea de vivir sanamente y así Hygeia fue relegada al papel de un miembro más del séquito de Esculapio. A diferencia de Hygeia, su hermana Panacea llegó a ser omnipotente como diosa curadora mediante el conocimiento de drogas procedentes de las plantas y de la tierra y hasta la actualidad su culto subsiste en la búsqueda universal de la poción milagrosa.

En una imaginaria, y hasta cierto punto de vista, caprichosa reinterpretación de este relato mitológico, aventuramos una relación por momentos compleja, tortuosa y tirante, entre dos hermanas que disputan la atención y la preferencia de su padre. Dos hermanas que admiran a su progenitor, cada una de ellas con su propia personalidad y que para concitar su atención ponen en juego sus peculiares recursos de seducción. Menuda tarea la de ese padre que quiere a ambas, pero que no siempre logra armonizar esa relación para hacerlas felices a las dos.

Hygeia y Panacea nos siguen acompañando y nos interpelan a diario. Hygeia es de por sí más humilde, y fiel a esa condición, sabe de sus limitaciones. Persiste en su cruzada de sostener el cuidado de la vida desde la protección, intentando evitar la enfermedad y está convencida de que imponiendo estas pautas, los logros excederán la coyuntura para constituirse en cimiento de culturas y formas de vivir más sanas. Pero al mismo tiempo sabe que su prédica no resulta atractiva, porque propone caminos difíciles de transitar, a veces aburridos y con resultados que no solo no se ven tan rápido, a veces inclusive, no llegan nunca a apreciarse en su justa dimensión.

Panacea siempre con alto perfil, aparece en este cuadro como más ambiciosa, osada y presuntuosa. Esa ansiedad por imponerse suele llevarla a cometer errores, algunos con costos altos en vidas o secuelas, pero Panacea es simpática y cuenta con buen marketing. Suele tener a la prensa a su favor promocionando sus avances y disimulando sus errores. Pero no solo los que difunden noticias son sus aliados, el más importante de todos sus auspiciantes es el poderoso dios del dinero, decisivo influyente en múltiples escenarios.

Los mensajes de Hygeia

Por repetidos parecen aburridos, entonces a veces se intenta matizar los mensajes y agregarles ornamentos, pero ya se sabe, Hygeia no es muy creativa, lo acepta, no es buena vendedora, pero insiste. Está convencida de la importancia de no llegar a enfermar, y para eso sostiene que hay aprovecharse de las debilidades del virus. Las pocas certezas disponibles sobre la nueva enfermedad la llevan a perseverar entorno de cuatro premisas básicas:

• Uso correcto del barbijo cubriendo nariz, boca y mentón todo el tiempo.
• Distancia entre personas de 2 metros, especialmente en lugares de trabajo y espacios públicos (comercios, iglesias, bancos, etc.) y evitar reuniones numerosas.
• Lavado correcto y frecuente de manos con agua y jabón y de superficies con agua con lavandina.
• Ventilación de lugares cerrados.
  

Hygeia está persuadida del beneficio que implicará para la humanidad marcar a fuego, tanto que se conviertan en hábitos, estas medidas de higiene y cuidado, porque no sólo servirán para limitar el contagio por este virus, también serán útiles para evitar otros males y en definitiva, para apostar a la salud y la vida. 

No son días felices para Hygeia, advierte que su mensaje no llega a todos como ella desearía y se debate en cómo ser más efectiva para que se comprenda su postura. 

Los sinsabores de Panacea

Por estos días Panacea vuelve a sonreír. Varias vacunas están próximas a estar disponibles para uso masivo, algunas de ellas aprovechando conocimientos previos y otras como verdaderas innovaciones tecnológicas pero no por ello con cuotas mayores de incertidumbres, como por ejemplo las que emplean material genético viral (ref:1, 2) 

Como nunca antes el ritmo es vertiginoso, todo se acelera y muchas investigaciones se despliegan por todo el mundo, despertando expectativas favorables. Pero Panacea sospecha que muchos son solo cantos de sirenas y que el riesgo de quedar expuesta a papelones se acrecienta. Ya le pasó con la hidroxicloroquina para la cual consiguió el auspicio de un importante presidente para que poco tiempo después se demostrara que no solo no era útil para la Covid-19, sino que además a las dosis sugeridas podía causar arritmias cardíacas graves (ref:3) 

Reclutó también a una conductora de televisión famosa y tampoco le fue bien con la promoción del dióxido de cloro, porque rápidamente se verificó que este antiséptico de uso industrial, ingerido por los seres humanos es tóxico y potencialmente mortal (ref:4) 

Ante estas desgraciadas situaciones Panacea no se amedrenta y huye hacia adelante y aparece el ibuprofeno inhalado como poción mágica, que quizás lo sea, pero antes de que esté suficiente y seriamente estudiada como opción de tratamiento, lo promociona sin más. La ansiedad es mala consejera, y es por eso que en ocasiones Panacea se ve tentada a forzar algunos mecanismos para lograr su cometido, el de lograr convencer sobre el uso de algunos fármacos cuya comercialización generará importantes beneficios para sus mentores. Es el caso del remdesivir, con suficientes estudios que desmerecen su potencial efectividad en la Covid-19 como por ejemplo el ensayo “Solidarity” de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que mostró que este medicamento no reduce la mortalidad, ni el tiempo que los pacientes con COVID-19 tardan en recuperarse. Sin embargo, Gilead Sciences, el “gigante fabricante de antivirales con sede en Foster City, California” logró el 8 de octubre, firmar un acuerdo para suministrar a la Unión Europea su medicamento remdesivir como tratamiento para el COVID-19, con un valor potencial de más de mil millones de dólares. Y dos semanas después, el 22 de octubre, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) autorizó el remdesivir para uso contra el coronavirus pandémico SARS-CoV-2 en los Estados Unidos, siendo el primer medicamento en recibir ese estado, lo cual facilitó además la firma de un contrato (ref:5) 

No todos los sabores son amargos para Panacea que en estos días observa con beneplácito que una de sus hijas mayores, la dexametasona, sigue resultando útil en la atención de pacientes con cuadros severos. Mientras espera resultados sobre el uso de plasma de pacientes recuperados, sabiendo que al menos no genera efectos adversos, se alegra al ver que avanzan ideas como el uso de la invermectina (ref:6) 

un antiparasitario de uso veterinario y humano que Satoshi Omura y William Campbell (ambos Premio Nobel en 2015), demostraron como efectiva para luchar contra la “ceguera de los ríos”, también conocida como oncocercosis, una enfermedad causada por el parásito Onchocerca volvulus en áreas rurales y que producía estragos en comunidades enteras. 

También se avanza en reunir evidencia favorable respecto del uso de suero equino hiperinmune. Tienen un origen semejante los sueros antiofídicos y antitetánicos. El suero desarrollado se basa en anticuerpos policlonales equinos, que se obtienen mediante la inyección de una proteína recombinante del SARS-CoV-2 en estos animales, inocua para ellos, que así tienen la capacidad de generar gran cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar el virus. Los anticuerpos que se extraen del suero de los caballos reciben luego un tratamiento biotecnológico para quitarles la parte que puede provocar reacciones alérgicas y que se sospecha que podría relacionarse también con las reacciones inflamatorias propias de la etapa de mayor gravedad de la Covid-19 (ref:7) 

¿Y si intentamos amigar a Hygeia y Panacea?

El escenario pandémico vuelve a instalar la disputa de las dos hermanas, con sus luces y sombras, generando la tentación de discurrir solamente por un pensamiento binario que limita y acota las posibilidades de crecimiento. 

No contamos con Esculapio para que decida entre una y otra, ahora nos toca a nosotros como humanidad tomar partido. Acaso sea combinar y aprovechar lo mejor de Hygeia y de Panacea para salir adelante. 

Serán importantes las vacunas si demuestran ser eficaces en función de desencadenar una respuesta inmunológica perdurable y si además resultan seguras, esto es que los efectos adversos de inocular algo extraño al organismo a corto y largo plazo sean francamente menores que los beneficios obtenidos. 

Podremos enfrentar mejor esta enfermedad si además la ivermectina o el suero equino, sumados a otros recursos terapéuticos, terminan demostrando la efectividad deseada. 

Pero en todos los casos las lecciones poco atractivas de Hygeia deben ser tenidas en cuenta, marcan un sendero de moderación y razonabilidad que trasciende el contexto de la pandemia, se emparentan con la promoción de estilos de vida más saludables y demanda poner en juego el concepto de “comunidad organizada”. 

1- Lugones, D. Covid-19. Los proyectos de vacunas: un desafío. Neuquén, 24 de octubre de 2020. Portal de noticias VaConfirma.

2- Manoukian, D. La maratón de las vacunas. Neuquén, 14 de septiembre de 2020. Portal de noticias VaConfirma. 

3-  Mehra, M. et al. (2020).Retraction—Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: A multinational registry analysis.The Lancet, 395(10240), 1820. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31324-6 Mehra, M. et al. (2020).Retraction—Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: A multinational registry analysis.The Lancet, 395(10240), 1820. 

4- Ministerio de Salud de Neuquén. Recomendación de no consumir y/o inyectarse productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados. Neuquén, 07 de agosto de 2020. 

5- Cohen, J. & Kupferschmidt, K. El 'muy, muy mal aspecto' del remdesivir, el primer medicamento COVID-19 aprobado por la FDA. Revista Science, 28 de octubre de 2020. 

6.- Ministerio de Salud de la Nación. Un estudio demuestra la reacción antiviral de la invermectina en pacientes con Covid 19. Disponible en.

7- Zylberman, V. el al. Desarrollo de un suero hiperinmune para el tratamiento del Covid 19 en Argentin. Revista Medicina Buenos Aires, volumen 80, año 2020, suplemento III, disponible en: http://www.medicinabuenosaires.com/indices-de-2020/volumen-80-ano-2020-s-3-indice/desarrollo_suero/