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Mariano Ramón, economista especializado en energía, aseguró que “en el corto plazo no habría razón” para que el aumento del petróleo y el gas a nivel internacional “presione sobre los precios locales” porque Argentina tiene un “comercio administrado para los hidrocarburos” y sostuvo que “en la medida en que YPF mantenga la decisión de no aumentar hasta fin de año” tampoco “tendría que haber algún tipo de modificación en el precio de los combustibles locales”.
“La Argentina tiene comercio administrado para lo que es hidrocarburos, esa es una herramienta central para diferenciar los precios internacionales de los locales”, definió Ramón a y agregó que “en el corto plazo no habría razón para que esto presione los precios locales, no debería haber ningún tipo de transferencia en precios locales, lo que si puede suceder es que en el mediano plazo se sostengan los precios altos internacionales y ahí si va a depender de cómo se administre el comercio”.
En el caso de que esto ocurra, el especialista sostuvo que se “podría generar algún tipo de derecho de expoortación distinto al que está vigente, que hoy es del 8%", y en cuanto “a los precios de importación de gas natural” indicó que “por suerte nos agarra a contramano de lo que es la presión de la demanda de los países europeos y ya pasamos la peor parte”.
Esta semana el precio del crudo Brent llegó a tocar un máximo de 84 dólares por barril y el gas tiene un pico de 5,45 dólares por BTU, lo que representa el valor más alto de los últimos 8 años.
“En Europa hay niveles record sobre todo en el gas, eso está traccionado por una demanda que empezó de China, pero en general empezó a crecer después del efecto de la cuarentena del Covid, cuando empezó a despegar la actividad y esta traccionando precios insólitos”, explicó Ramón.
Por el lado de la presión de estos valores en los precios de los combustibles en los surtidores, el economista aclaró que “lo que se definió es que no va a haber más aumentos este año”, algo que “es viable porque YPF juega un rol central, tiene capacidad de mercado para regular eso y aparentemente ha sido la definición de la empresa de bandera de no aumentar”.
“En la medida en que YPF mantenga esa posición hasta fin de año y los precios estén en estos niveles coyunturales pero no se sostengan, tampoco tendría haber algún tipo de modificación en el precio de los combustibles locales”, aseguró.
Ramón definió que “el de los combustibles es uno de los precios testigo que traccionan otros precios, como el de las tarifas, y tiene un impacto fuerte en el nivel de precios generales” pero destacó que “el atraso respecto al internacional esta mediado no solo por los valores externos sino también por el tipo de cambio, entonces en la medida en que regules el tipo de cambio, este apreciado o no, estas presionando en el precio de combustibles”.
Sobre una posible presión de las empresas para subir el precio del “barril criollo”, el economista explicó que el precio sostén “es un acuerdo, es un mercado desregulado, está vinculado a incentivos, son pocos jugadores; pero ahí si es probable que haya algún tipo de presión en los próximos 10 meses”.
De acuerdo Ramón, “la dinámica que hay en Argentina donde hay empresas integradas que intervienen en toda la cadena de valor, desde que sacan el crudo hasta que lo disponen en el surtidor, como es el caso de YPF, de Shell, de Axion, que no tienen un incentivo para pedir un aumento del precio del barril criollo en la medida en que puedan mejorar sus ingresos por el lado de los precios al surtidor”.
“Ahora si no hay una variación por el precio del surtidor esas empresas tienen un incentivo para pedir una mejora en el precio del barril criollo y por ese lado puede venir alguna iniciativa para que se mejore ese nivel”, completó.
A pesar del aumento transitorio de precios internacionales, el especialista indicó que “estos niveles no son sostenibles”, además de señalar que “la Unión Europea ya ha dado señales de que algún tipo de mecanismos va a implementar, en principio muy de apagar el incendio haciendo algún tipo de transferencia a los sectores de consumo para que no se incremente la pobreza energética, pero también a mediano plazo para que este tipo de situaciones de mercado no se den”.
Transición energética e industria
“En principio esta situación le pega un bochazo muy fuerte a la idea de diversificación de la matriz, esta cuestión de la transición energética y de evaluar la incorporación de fuentes renovables”, apuntó Ramón, quien aseguró que “lo que queda en evidencia es que no se trata de meter fuentes renovables y descarbonizar la matriz en términos de emisiones, sino que hay que hacer un planteo ordenado en función de los recursos que tenés disponibles”.
El diagnóstico del economista plantea que “la dependencia de hidrocarburos es muy alta, no podés de un día para el otro pasar de una matriz, en el caso de Argentina, muy concentrada en hidrocarburos, y mirar hacia renovables drásticamente”.
“Con lo cual toda esa cuestión que pareciera presionar mucho en términos de las políticas recomendadas por Europa, al menos deberían interpelarse; con lo cual el efecto sería que se extienda la ventana por la cual los hidrocarburos terminan dentro de 20 años o 30;, y eso debería traccionar una previsibilidad de inversiones mayor”, aseguró.
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