Este fin de semana, la ofensiva de Estados Unidos contra Venezuela podría mostrar expresiones de mayor agravamiento todavía, ya que el gobierno de Donald Trump promovió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que trata los conflictos internacionales como temas militares. El presidente Nicolás Maduro reiteró que su país sufre “una gran provocación dirigida por el imperio estadounidense”, e insistió en respaldar la “iniciativa de diálogo” impulsada por México y Uruguay.

Mientras tanto, un grupo de 70 intelectuales, historiadores y expertos en política latinoamericana,entre los que se cuentan el filósofo y activista Noam Chomsky y el relator independiente de la ONU Alfred de Zayas, reclamaron en duros términos al gobierno de Estados Unidos no interferir en la política interna venezolana y apoyar un diálogo entre el chavismo y el antichavismo.

El Consejo de la ONU tiene sede en Nueva York, donde se realizará la reunión. El gobierno norteamericano estará representado por el secretario de Estado (canciller), Mike Pompeo, pero este a su vez designó como encargado de los asuntos relacionados con la situación de Venezuela a Elliot Abrams, un veterano experto en guerras y conflictos armados que ocupó altos cargos en el pasado.

En los años ‘80, bajo la presidencia del ultra-conservador Ronald Reagan, practicó una férrea política de respaldo a las dictaduras latinoamericanas. En 1986 protagonizó un escándalo famoso en aquel tiempo, conocido como “Irán-Contras”, por el cual se mandaban armas de contrabando a los “contras” de Nicaragua, que eran grupos terroristas creados para derrocar a la Revolución Sandinista.

El secretario de Estado norteamericano dijo que Abrams desempeñará tareas de emisario para “restaurar la democracia” en el país caribeño. El designado “emisario”, a su vez, definió a la situación en esa nación como “profunda, compleja y peligrosa”.

Según informó Pompeo, ambos participarán este fin de semana en la sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, donde intentarán que el organismo reconozca como mandatario de Venezuela al “presidente encargado” o “interino”, Juan Guaidó.

Agregó que después de esa reunión “no podría decirles adónde lo llevará (a Abrams, su nueva función), pero no me sorprendería que terminara viajando por la región” de América Latina.

“Hay muchas dimensiones sobre cómo podemos asistir a los venezolanos para lograr la democracia, y vamos a ser responsables de liderar ese esfuerzo”, señaló Pompeo dando a entender que la ofensiva contra Venezuela seguirá agravándose.

El reconocimiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a Guaidó no tiene chances de concretarse, debido a que allí tienen poder de veto Rusia y China (además de EEUU, Gran Bretaña y Francia, como países ganadores de la segunda guerra mundial).

Pero el hecho de que Estados Unidos hago un planteo en ese organismo, cuyas resoluciones pueden definir la guerra o la paz en cualquier lugar del mundo, es parte de la escalada militarista norteamericana.

Maduro, “listo para el entendimiento”

El presidente Maduro reiteró que “está en marcha una gran provocación dirigida por el imperio estadounidense”, y sostuvo que “en el mundo no queda duda de que es el propio presidente Trump el que quiere imponer un gobierno de facto, inconstitucional”.

Amplió la denuncia al afirmar que buscan “un golpe de Estado en Venezuela contra el pueblo y la democracia”, y que el propósito “es intervenir a nuestro país, y la forma de hacerlo es a través de un presidente títere”.

El sucesor y discípulo del fallecido Hugo Chávez reafirmó después su disposición, adelantada el día anterior, de dialogar con todos los sectores políticos, como lo propusieron los gobiernos mexicano y uruguayo.

“Anuncio la iniciativa de México y de Uruguay para promover el diálogo, creo que ese es el camino. ¡Estoy de acuerdo! ¡Estoy listo para el entendimiento!, exclamó Maduro ante manifestantes reunidos para respaldar a su gobierno.

Guaidó apela a los militares

El presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), Juan Guaidó, quien se auto-proclamó “presidente encargado” del país con respaldo de Estados Unidos y todos sus gobiernos aliados -entre ellos el argentino-, volvió a mostrarse ayer en público y convocó a una “gran movilización” la semana próxima, para exigir “cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”.

Agregó que “en Miraflores (barrio donde está la sede del gobierno) creen que este movimiento se va a desinflar y creen que nos vamos a cansar”. Pero “sepan que aquí nadie se sansa, nadie se rinde”, dijo el legislador antichavista.

Fue la primera vez que habló en público luego de “jurar”, el miércoles, en el cargo presidencial que se arroga y que cuenta con aval norteamericano. En esta nueva ocasión volió a dirigirse a las fuerzas armadas.

“Llegó el momento de ponerse del lado de la Constitución, de respetar y ponerse al lado del pueblo”, dijo el titular del parlamento. “Veremos qué dicen estar fuerzas armadas cuando se dén cuenta de que ese gobierno ilegal (el de Maduro) no puede pagarles ni el salario”, trató de convencer Guaidó.

Bachelet, comisionada de la ONU

Ayer también se refirió a la crisis venezolana la ex mandataria de Chile Michele Bachelet, que actualmente es la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Dijo estar “extremadamente preocupada de que la situación pueda escalar rápidamente en una espiral sin control y con consecuencias catastróficas”.

En tal sentido, instó a las partes a iniciar inmediatamente un “diálogo” que permita distender el clima de enfrenamientos armados. Precisó que había recibido informes de unos 350 manifestantes detenidos, de los cuales 320 habría ocurrido el miércoles, cuando estalló la crisis.

Bachelet instó por ello a que las autoridades hagan cumplir a las fuerzas de seguridad el deber de respetar la libertad de expresión y de reunión pacífica.

Distintas versiones indican que habrían muerto más de 20 personas en los últimos días, pero algunas fuentes atribuyen la causa mayormente a hechos de delincuencia común y no a la violencia política.