Exterior
21/01/2018

Donal Trump sufre su primer “shutdown”

Donal Trump sufre su primer “shutdown” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La administración de Donald Trump sufrió un cierre administrativo luego de que el oficialismo no lograra consensuar los votos suficientes para la aprobación del presupuesto en el Senado. Es la segunda vez en el siglo que un presidente experimenta esta situación.

Este sábado a la medianoche el gobierno federal de los Estados Unidos, presidido por el polémico multimillonario, Donald Trump, sufrió un cierre administrativo, conocido como “shutdown” que se refiere la paralización de amplios sectores de la administración federal ante la imposibilidad de funcionar por falta de financiación.   

Cuando el gobierno federal se queda sin fondos porque el Congreso no aprueba esas cuentas, interrumpe las actividades “no esenciales” dependientes del central. Sin empleados y sin fondos, amplios sectores de la administración federal no pueden funcionar.

Museos, zoológicos, oficinas de archivo, bibliotecas, y todas las oficinas y agencias de menor jerarquía. Oficinas centrales como la Casa Blanca, el Congreso, el Departamento de Estado y el Pentágono permanecerán operacionales, aunque con sus plantas reducidas.

Seguirán trabajando aquellos que ocupan puestos necesarios para la seguridad nacional. Entre ellos están los militares y los agentes de fronteras, aunque sin goce de haberes mientras dure el bloqueo administrativo.

El presupuesto de 2017 expiró el 30 de septiembre pasado, y desde esa fecha, los republicanos debieron forzar mediante difíciles negociaciones prórrogas mensuales, ante la incapacidad de poder lograr conseguir los votos necesarios para aprobar el presupuesto 2018.

Cada mes, la cámara de representante y la cámara de senadores debatía acerca de la “ley de leyes” para destrabar las finanzas a ser utilizadas por el ejecutivo. Sin embargo, en la medianoche del día sábado venció el plazo para aprobar una nueva prórroga y la administración Trump padeció el bloque de las cuentas públicas.

El suceso es difícilmente comparable con otros sistemas políticos del mundo debido a que, en el caso de los sistemas parlamentarios o semi-presidencialistas, el poder de los parlamentos es mayoritario para los oficialismos, y en el caso de desacuerdo o perdida de mayoría, el camino más probable es la convocatoria a nuevas elecciones, como sucede en la mayoría de los países europeos.

En el caso de los presidencialismos latinoamericanos, con figuras presidenciales más fuertes en relación a los otros poderes del Estado, la no aprobación del presupuesto no tiene las consecuencias del sistema norteamericano, sino que el presidente tiene la facultad de gobernar, en la mayoría de los casos con el presupuesto del año anterior e incluso, puede, mediante decretos, modificar o ajustar las partidas asignadas para las diferentes áreas y programas.

El sistema de “frenos y contrapesos” norteamericano, es más complejo y efectivo que en el presidencialismo latinoamericano. El fenómeno de “shutdown” funciona como una firme estrategia de presión opositora para consensuar en los proyectos presupuestarios, partidas y asignaciones pretendidas por el sector político contrario al gobierno federal.

De todas formas, en el caso puntual del bloque actual, el origen del problema no tiene que ver con discrepancias financieras, sino políticas. Los demócratas, condicionaron desde septiembre su respaldo a la aprobación del presupuesto, a la revisión de la decisión política y administrativa de Trump, de enviar a los famosos “dreamers” a sus países de origen.

Los “dreamers”, son los jóvenes indocumentados que fueron llevados de niños a Estados Unidos por sus padres y que se encuentran en la cuerda floja desde que, en septiembre, Trump canceló DACA, el programa con el que Obama los protegió de la deportación y les otorgó permisos temporales de trabajo.

El “shutdown” ocurrió 18 veces desde 1976. La última, lo sufrió Barack Obama en el año 2013, por una fuerte presión del partido republicano para no aprobar el llamado “Obamacare”, que se basaba en un sistema de salud universal y con acceso a sectores más vulnerables de la sociedad. Ese bloque tuvo una duración de 16 días.

El bloque más largo fue precisamente el anterior al de Obama, en 1995, sufrido por el presidente  demócrata Bill Clinton. En ese caso, los días de desfinanciamiento fueron 21, y fue el mayor record que debió soportar un presidente norteamericano sin presupuesto, debido a la falta de consensos en el parlamento.

29/07/2016

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