Exterior
30/08/2021

Cambio Climático

La pérdida de glaciares y los deshielos “probablemente continúen”

La pérdida de glaciares y los deshielos “probablemente continúen” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El fenómeno afecta a la Cordillera de los Andes, según lo confirma el reciente informe del organismo de la ONU que estudia el “calentamiento global” por la emisión de gases de “efecto invernadero”. Otros efectos son las bajantes de ríos, sequías, aumento del nivel del mar y huracanes.

Miguel Croceri

Un análisis pormenorizado del reciente informe sobre Cambio Climática emitido por el organismo especializado de Naciones Unidas, así como las explicaciones de una experta argentina que participó en la elaboración del trabajo, Carolina Vera, confirman que “probablemente continúen” a largo plazo la pérdida de glaciares y los deshielos en la Cordillera de los Andes, entre otros fenómenos que afectan a América Latina como parte de modificaciones del clima en todo el planeta.

Las estimaciones científicas para el subcontinente también incluyen previsiones como las siguientes: toda Sudamérica y el Sur de América Central sufrirán un mayor aumento de temperatura que a nivel global; en las mismas zonas se registrará un aumento del nivel del mar; en el Norte de Sudamérica y Noreste de Sudamérica se producirán más sequías; y en el Suroeste de Sudamérica habrá sequías y condiciones para incendios.

Asimismo, se prevé que el Sudeste de Sudamérica tendrá más precipitaciones; que recrudecerá el llamado “Monzón de Sudamérica”, lo cual significa retrasos de las lluvias en las zonas donde las épocas secas y lluviosas se diferencian nítidamente; y que toda América del Norte y Central soportará temperaturas extremas.

El informe científico de alcance mundial fue realizado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), dependiente de la ONU y compuesto por más de 200 especialistas. Emitido el pasado 9 de agosto, el contundente estudio afirma que las alteraciones en el clima por la emisión de gases que provocan el denominado “efecto invernadero”, ya está “afectando a todas las regiones del mundo de múltiples formas”.

En base al reporte de Naciones Unidas la plataforma de noticias BBC-Mundo analizó las consecuencias adversas que se pronostican para América Latina, y en ese marco entrevistó a la meteoróloga Carolina Vera, quien es vicepresidenta del Grupo de Trabajo 1 del IPCC. La experta, con larga trayectoria en el estudio y la docencia sobre ciencias naturales, se desempeña como investigadora del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Además, actualmente es jefa de gabinete del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina.

Zonas andinas

En una parte del estudio que contiene información sobre los cambios en el clima de las zonas andinas, el organismo de Naciones Unidas proyecta “con alta confianza” -término que refiere a la confiabilidad científica de sus previsiones- que la región sufrirá “disminuciones en la nieve y el hielo, y aumentos en las inundaciones pluviales y de ríos”.

La especialista Vera dijo sobre el tema que hoy “estamos en 1,1ºC de calentamiento con respecto al inicio de la era industrial, pero en las páginas regionales (análisis por regiones) del informe se proyectan cambios en escenarios de un mundo con 1,5ºC de calentamiento, 2ºC y 4ºC”.

Agregó que “cuando decimos que ‘disminución en las nieves y en los hielos’ y ‘aumento de inundaciones pluviales y de ríos’ son proyectadas”, implica que hay alta confianza en que van a continuar esas tendencias, “pero por limitaciones de los modelos (con los cuales la ciencia hace sus proyecciones) y observaciones, no fue posible especificar con confianza la diferencia incremental de 1,15, 2 y 4 grados”.

Otra parte del trabajo del Panel Intergubernamental de Cambio Climático señala que “la pérdida de volumen de los glaciares y el deshielo del permafrost probablemente continúen en la Cordillera de los Andes bajo todos los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, provocando importantes reducciones en el caudal de los ríos y potencialmente inundaciones repentinas de gran magnitud de lagos glaciares”.

Al respecto, la meteoróloga argentina explicó que “esto es un tema muy importante, porque con cualquier escenario eso no se va a poder frenar. Entonces, es una de las luces rojas que prendió este informe”. Incluso es un escenario de muy bajas emisiones de gases de efecto invernadero, puede reducirse el ritmo de pérdida de la masa de glaciares pero no detenerse.

“El reporte te dice que la pérdida de masa de los glaciares es inevitable en las próximas décadas y centenios. Aunque reduzcamos las emisiones, esto no se frena”, advirtió Carolina Vera en declaraciones a BBC Mundo

Carolina Vera, experta argentina en estudios del clima. Participó del informe de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Es funcionaria del ministerio de Ciencia y Tecnología de nuestro país.

 

Ríos de la Patagonia Norte

Por fuera del informe del Panel de especialistas que trabaja para la ONU, diferentes hechos de la actualidad reflejan las consecuencias de anomalías climáticas que son resultado, principalmente, de los modelos de acumulación económica en toda la era industrial, a lo cual se agregan causas históricamente más recientes, como la deforestación a niveles extremos.

En nuestra región, los ríos Neuquén y Limay sufren una falta de agua relacionada con el cambio climático que se produce a nivel mundial. Y “tenemos que estar preparados para que esto suceda con relativa alta frecuencia”, declaró semanas atrás a Va Con Firma el ingeniero Federico Horne, profesor de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) y director del Instituto de Tierras, Agua y Medio Ambiente (Itama).

El especialista precisó que “han aumentado la frecuencia de eventos extremos, entre ellos la sequía. Lo estamos viendo en todo el mundo. California tiene una sequía terrible, se incendian los bosques, se queman casas y se paga para transformar el jardín normal en jardines secos. El río Colorado nuestro está hace 13 años en una sequía espantosa porque no hay suficiente manto de nieve”, citó también como ejemplo.

Indicó que “el cambio climático, tal como se pronostica en los escenarios que se modelan, tiene aspectos importantes a considerar. Algunos de ellos son variaciones en los valores medios de la precipitación, de la temperatura, que definen los caudales que vamos a tener en los ríos. El régimen del río Negro, que es de más de 900 metros cúbicos por segundo, va a ir bajando su caudal en los próximos 50 años”.

En una entrevista que tuvo como asunto central la sequía de los ríos Neuquén y Limay, y que abordó la situación en otros cursos de agua de la Patagonia Norte, el ingeniero e investigador informó que “nosotros tenemos pronósticos producto de estudios que hizo la Fundación Bariloche, nuestra Universidad del Comahue, la del Litoral y la Autoridad de Cuencas”, donde la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires “modela cinco o seis escenarios de cambio climático”.

“Sobre eso basamos cómo van a ser los regímenes de los ríos en los próximos 50 años, y esto pronostica una disminución del caudal de entre el 15 y el 25 por ciento, dependiendo de cuáles son las condiciones por las cuales se modela” científicamente el trabajo prospectivo, explicó Horne.

Bajantes y sequías

Otra grave situación hídrica en nuestro país es la extraordinaria bajante del río Paraná, que si bien registró un leve crecimiento en los últimos días de agosto, se estima que la altura de las aguas volverá a bajar y así continuará al menos hasta octubre. Las previsiones indican que se acercará al más bajo nivel históricamente conocido, que tuvo lugar en 1944.

En tanto, extensas regiones de Brasil atraviesan la mayor sequía en 90 años. La falta de agua coincide con la deforestación de la Amazonia, que se agravó tras haber sido fomentada por el gobierno de Jair Bolsonaro. El río Amazonas es fuente de abastecimiento de muchos otros, entre ellos el nombrado Paraná. La situación brasileña pone en peligro el abastecimiento energético, ya que las hidroeléctricas están con capacidades mínimas en sus embalses.

El mar y los huracanes

La transformación del comportamiento de la naturaleza en todo el planeta como consecuencia del “calentamiento global” de la Tierra, tiene otras de sus manifestaciones en el aumento del nivel del mar. Si el proceso continuara, a lo largo del siglo ciudades enteras podrían ser afectadas por el avance de los caudales marinos.

Un modelo predictivo elaborado por la organización Climate Central, que publicó la revista Nature Communications, calculó que el incremento de la altura de las aguas será de entre 0,6 y 2,1 metros durante la presente centuria, y que para el año 2100 quedarían prácticamente inhabitables las tierras donde actualmente viven unos 200 millones de personas.

En América Latina, el país más amenazado es Brasil por tener más de 7.000 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico. Otros de los lugares más problemáticos del subcontinente se encuentran en México, tanto en la costa Oeste como en el Este, y asimismo en Venezuela y Colombia. La erosión costera no es pareja de ninguna manera y depende de distintas condiciones.

Al mismo tiempo, en países centroamericanos como Nicaragua y Honduras se produce con una frecuencia cada vez mayor otra de las gravísimas consecuencias del calentamiento global, que es la intensidad y peligrosidad de los huracanes.

El estudio predictivo de Climate Central, publicado en 2020, pronostica que perderán parte de su zona costera algunas de las ciudades que cuentan con las playas más famosas de América Latina

En tanto, la Organización Meteorológica Mundial indicó en un informe de la semana pasada que el mar Caribe aumentó en un promedio de 3,6 milímetros anuales entre 1993 y 2020. Es un ritmo superior al promedio mundial, que fue de 3,3 milímetros al año.

29/07/2016

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