En un mundo donde el Covid-19 “ha supuesto una grave amenaza para la seguridad alimentaria”, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) pronostica una “holgada oferta y demanda de cereales” este año y el próximo, y en cambio “la producción mundial de carne disminuirá en un 1,7 %” al menos en el presente 2020.

De todos modos, el organismo deja abierta la posibilidad de que la tendencia para los productos cárnicos se modifique y haya “un crecimiento moderado -pero considerablemente más lento que en 2019-”, sostenido por importaciones de China.

Ambas previsiones, tanto la referida a cereales y la hipótesis más optimista acerca de la carne, indicarían en principio que algunas de las principales producciones agropecuarias argentinas podrían mantener importantes volúmenes de exportación, a pesar de la depresión económica que se está produciendo en todo el mundo como resultado de la pandemia.

En tanto, las exportaciones mundiales de productos lácteos sufrirían “una contracción del 4%” este año, al tiempo que “las semillas oleaginosas y sus productos derivados en 2019/20 apuntan a una situación de menor oferta y demanda” a nivel internacional. Para el azúcar se anticipa una caída en la producción en 2020 “por segundo año consecutivo”, pero a la vez un “aumento del comercio” azucarero, sostenido por los bajos precios.

Uno de los sectores más afectados, según los pronósticos del organismo internacional, sería “el mercado de alimentos marinos”, y se sentiría “fuertemente, en particular, en la producción mundial de camarones y salmones”. Además, tras constatar que “las ventas al por menor, en particular, de salmón y trucha frescos se han reducido fuertemente”, vaticina dificultades para su recuperación.

La FAO (Food and Agriculture Organization), publicó en junio el informe “Perspectivas Alimentarias”, en el cual ofrece previsiones iniciales sobre las tendencias de la producción y el mercado en 2020-2021 para los productos más comercializados del mundo: cereales, cultivos oleaginosos, carne, productos lácteos, pescado y azúcar.

En el documento se señala que los mercados de alimentos “se enfrentarán a muchos más meses de incertidumbre debido a la Covid-19, pero es probable que el sector agroalimentario muestre más resiliencia ante la crisis de la pandemia que otros sectores”.

Boubaker Ben-Belhassen, director de la División de Comercio y Mercados de la FAO, declaró que “las consecuencias de la pandemia de Covid-19 se han dejado sentir -en diversos niveles- en todos los sectores alimentarios evaluados por la FAO”. Agregó que si bien la enfermedad “ha supuesto una grave amenaza para la seguridad alimentaria, en general, nuestro análisis muestra que, desde la perspectiva global, los mercados de productos agrícolas están demostrando ser más resilientes a la pandemia que muchos otros sectores”.

“Dicho esto -aclaró el funcionario del organismo dependiente de Naciones Unidas- “debido a la magnitud del desafío y a la enorme incertidumbre que plantea, la comunidad internacional debe permanecer vigilante y preparada para reaccionar, si hace falta y cuando sea necesario", expresó Ben-Belhassen.

Tendencias para este año y el próximo

Al presentar las “Principales tendencias y perspectivas de los principales productos alimentarios en 2020/21”, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura realizó un detalle de sus evaluaciones en cada uno de los seis productos más comercializados en el mercado internacional.

Cereales

En este rubro, “a pesar de los dilemas que plantea la pandemia, los pronósticos iniciales de la FAO para la temporada 2020/21 apuntan a una situación holgada de oferta y demanda de cereales. Las primeras perspectivas sugieren que la producción mundial de cereales en 2020 superará el récord del año anterior en un 2,6 %”.

Al mismo tiempo, “se prevé que el comercio mundial de cereales en 2020/21 se sitúe en 433 millones de toneladas, lo que supone, con respecto a 2019/20, un aumento del 2,2 % (9,4 millones de toneladas) y un nuevo récord, impulsado por la expansión prevista del comercio de todos los principales cereales”, evalúa la FAO.

Carne

En cuanto a “la producción total de carne en el mundo”, en el informe de estima que “disminuirá en un 1,7 por ciento en 2020, debido a las enfermedades de los animales, las perturbaciones del mercado relacionadas con Covid-19 y los efectos persistentes de las sequías, según las previsiones”.

Considera “probable que el comercio internacional de carne registre un crecimiento moderado -pero considerablemente más lento que en 2019-, sostenido en gran medida por las voluminosas importaciones de China”.

En tanto, “los precios internacionales de la carne han bajado un 8,6 % desde enero de 2020, con la caída más pronunciada en la carne de ovino, seguida de la de aves de corral, cerdo y bovino, debido a los efectos de las medidas relacionadas con Covid-19, incluidas las consiguientes dificultades logísticas, el fuerte descenso de la demanda mundial de importaciones y los grandes volúmenes de productos cárnicos sin vender”.

Pescado

Para la FAO, “la pandemia de Covid-19 seguirá afectando en gran medida a los mercados de alimentos marinos, en particular este año a productos frescos y las especies populares en restaurantes. Por el lado de la oferta, las flotas pesqueras están paradas y los productores acuícolas han reducido drásticamente los objetivos de repoblación de peces”.

Asimismo, “se prevé que la pandemia afecte fuertemente, en particular, a la producción mundial de camarones y salmones. La temporada de cría de camarones en Asia -que por lo general comienza en abril-, se ha retrasado hasta junio/julio. En la India, por ejemplo, se estima que la producción de camarones cultivados disminuya entre un 30 y un 40 %”.

En el informe “Perspectiva Alimentarias” se evalúa que “asimismo, la demanda mundial de camarones frescos y congelados está disminuyendo notablemente, mientras que se espera que la demanda de salmón se contraiga por lo menos un 15 % en 2020”. En tanto, “las ventas al por menor, en particular, de salmón y trucha frescos se han reducido fuertemente, y esta situación no se recuperará durante algún tiempo”.

Azúcar

El documento señala posteriormente que “la producción mundial de azúcar en 2019-2020 disminuirá por segundo año consecutivo y se situará por debajo del nivel estimado de consumo mundial, por primera vez en tres años”. Agrega que “las previsiones indican además un aumento del comercio de azúcar, sostenido por los bajos precios y la reconstitución de las existencias en algunos países importadores tradicionales”.

“Hasta ahora, la previsión de un déficit de producción mundial de azúcar para la campaña 2019/20 no ha contribuido mucho a sostener sus precios internacionales, que han estado bajando desde mediados de 2017, y se sitúan por debajo de los costes de producción estimados para la gran mayoría de los productores mundiales”.

Leche

“A pesar de las perturbaciones en el mercado causadas por la pandemia de Covid-19, la producción mundial de leche se muestra resiliente, creciendo potencialmente un 0,8 % en 2020”, indica el informe del organismo internacional”.

Pero añade que “sin embargo, se prevé que las exportaciones mundiales de productos lácteos se contraigan en un 4 por ciento, en medio de una demanda de importación fluctuante”.

Cultivos oleaginosos

En el último de los rubros considerados en el estudio, se indica que “a pesar de las menores perspectivas de demanda asociadas -entre otros factores-, a la pandemia, las últimas previsiones de la FAO para las semillas oleaginosas y sus productos derivados en 2019/20 apuntan a una situación de menor oferta y demanda a nivel mundial, provocada por una marcada contracción de la producción”.

En ese marco, “las previsiones provisionales para 2020/21 indican una cierta escasez de suministros en relación a la demanda”, sostiene el informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.