El Parlamento de España finalmente reeligió como presidente del gobierno a Pedro Sánchez, aunque por una mayoría extremadamente ajustada que augura conflictos a futuro. Encabezará el primer gobierno de coalición de la historia, y lo hará junto con la formación de izquierda Unidas Podemos. La novedad es “una buena noticia” para el presidente Alberto Fernández, dicho por él mismo este fin de semana, aún antes de la votación definitiva.

El mandatario argentino tendrá a un gobernante conocido y aliado al frente del país europeo más ligado al nuestro por lazos culturales, históricos y económicos. Empresas españolas tienen fuertes intereses comerciales en Argentina, y para nuestro país España representa una puerta de entrada privilegiada a Europa.

Para el presidente que asumió su cargo en nuestro país hace menos de un mes, Sánchez será un aliado estratégico. Rodeado de gobiernos de derecha -incluido el ultraderechista presidente de Brasil y el régimen de facto de Bolivia-, y sufriendo abiertas presiones de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros factores de poder extranjeros, su apoyatura en el exterior es el mexicano Andrés Manuel López Obrador. De allí la importancia de lo ocurrido ahora en Madrid.

En septiembre pasado, entre las elecciones PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), y la elección general del 27 de octubre que lo consagró presidente, Fernández realizó un viaje a España y Portugal. Aun cuando no había sido formalmente electo -aunque sí había ganado de forma aplastante las primarias-, el argentino fue recibido por Pedro Sánchez en Madrid (foto). También por el primer ministro de Portugal, el socialdemócrata Antonio Costa.

La Constitución española prevé que si no se logra una mayoría en una “sesión de investidura”, debe realizarse otras 48 horas después. En la primera el candidato debe contar con la mitad más uno de la Cámara, y en la segunda simplemente más votos a favor que en contra, de modo que las abstenciones juegan a favor del postulante.

El domingo Sánchez no obtuvo el respaldo necesario pero ya se preveía que, aunque de forma muy reñida, el martes muy probablemente lo conseguiría. Así ocurrió. Pero Fernández ya se había expresado por Twitter luego de la primera votación, aunque el resultado final no estaba asegurado.

Con @sanchezcastejon tenemos visiones similares sobre lo público y coincidimos en priorizar a los más vulnerables.

Su continuidad al frente del Gobierno de España es una buena noticia. Espero que nos encontremos pronto y trabajemos juntos por los argentinos y los españoles. https://t.co/EYyusDPIuy

— Alberto Fernández (@alferdez) January 4, 2020

El actual titular del Ejecutivo de España fue reelegido ayer por 167 votos en el llamado “Congreso de los Diputados”, y tuvo 165 en contra. Apenas dos de diferencia. Pero además fueron imprescindibles 18 abstenciones, logradas luego de largas y dificilísimas negociaciones, sin las cuales no se hubiera conseguido esa ajustadísima mayoría en una Cámara que tiene 350 miembros.

Sánchez fue apoyado por su propia fuerza político, el PSOE (Partido Socialista Obrero Español); por sus aliados de Unidas Podemos -partido surgido del movimiento de “Indignados” que estalló en ese país en 2011-; y por otras fuerzas nacionalistas -que reivindican derechos “nacionales” en diferentes comunidades autónomas de España- y regionalistas.

Votaron en contra las dos expresiones más importantes de la derecha, el tradicional Partido Popular (PP) y otra de creación más reciente llamada “Ciudadanos”, así como la ultraderecha de “Vox”. También votó en contra el nacionalismo catalán conservador (Junts per Catalunya, JxC).

Las abstenciones, que fueron determinantes para que Sánchez lograra vencer, correspondieron a uno de los partidos nacionalistas más importantes de Cataluña, que es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y al principal del País Vasco (“Euskadi” en su lengua originaria), el Partido Nacionalista Vasco (PNV).