El gobierno del presidente Mauricio Macri evitó condenar el derrocamiento del gobierno democrático de Bolivia y en cambio la Cancillería emitió un comunicado oficial donde afirma que se abrió “una transición” por “vías institucionales”. En cambio, el presidente electo Alberto Fernández y su vice, Cristina Kirchner, denunciaron un “golpe de Estado” y exhortaron a “defender la democracia”.

El parte oficial del ministerio de Relaciones Exteriores manifiesta que “ante la renuncia a su cargo como Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, anunciada por Evo Morales Ayma, el Gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando importancia de encaminar este periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país”.

Agrega que “resulta imprescindible que todas las fuerzas y dirigentes políticos bolivianos actúen en este delicado momento con responsabilidad y moderación”.

El texto, firmado por el canciller Jorge Faurie, sostiene que “el anunciado llamado a un nuevo proceso electoral, con la anticipada renovación del Tribunal Electoral, respetando lo dispuesto por la Constitución” boliviana, y “junto con el acompañamiento de países de la región así como de organismos internacionales y observadores imparciales es el mejor camino para superar, con total transparencia y espíritu democrático, la presente crisis que afecta al hermano pueblo boliviano”. (Ver comunicado oficial).

Previamente, antes de la renuncia de Morales, la Cancillería del gobierno de Mauricio Macri había adherido a la posición de la OEA en el sentido de que hubo “irregularidades en el proceso del escrutinio” del pasado 20 de octubre, y consideraba “ineludible convocar a nuevas elecciones”. (Ver anterior comunicado).

Presidente y vice electos

Alberto Fernández, a través de su cuenta de Twitter, afirmó que “en Bolivia se ha consumado un golpe de Estado producto del accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército. Es un golpe perpetrado contra el presidente Evo Morales, que había convocado a un nuevo proceso electoral", escribió el mandatario electo.

Añadió que “el quiebre institucional en Bolivia es inaceptable. El pueblo boliviano debe escoger cuanto antes, en elecciones libres e informadas, a su próximo gobierno".

En Bolivia se ha consumado un golpe de Estado producto del accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército. Es un golpe perpetrado contra el presidente @evoespueblo, que había convocado a un nuevo proceso electoral.

— Alberto Fernández (@alferdez) November 10, 2019

Cristina Kirchner, a través de la misma red social, definió a la situación del país vecino como un "golpe de Estado" y exigió "pronunciamientos y, sobre todo, acciones claras en defensa de la democracia".

Escribió que “en Bolivia, manifestaciones violentas sin ningún tipo de limitación por parte de las fuerzas policiales, incendian viviendas y secuestran personas mientras las Fuerzas Armadas le 'sugieren' al presidente indígena y popular Evo Morales que renuncie", tuiteó la ex presidenta.

Comparó que en Chile, "movilizaciones durante semanas piden la renuncia del presidente neoliberal Sebastián Piñera y las Fuerzas Armadas y policiales reprimen brutalmente. Lo de Bolivia se llama golpe de Estado…", prosiguió en otro mensaje.

Finalmente, dijo que “si queremos vivir en paz, es hora de que haya pronunciamientos y, sobre todo, acciones claras en defensa de la democracia, independientemente de cuál sea la orientación política de los gobiernos que surgen de la voluntad popular", concluyó la ex presidenta de la Nación y ahora vicepresidenta electa.

En Bolivia, manifestaciones violentas sin ningún tipo de limitación por parte de las fuerzas policiales, incendian viviendas y secuestran personas mientras las Fuerzas Armadas le “sugieren” al presidente indígena y popular Evo Morales que renuncie.

— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) November 10, 2019

El diputado Felipe Solá, quien probablemente sea canciller del futuro gobierno argentino, afirmó -también por Twitter- que “los políticos opositores, las Fuerzas Armadas y policiales son responsables de la seguridad” del mandatario destituido “y su vice, y los integrantes y representantes de su gobierno. Unos usaron el odio y los otros la pasividad para la guerra. El presidente Morales renunció por la paz", escribió en un tuit.

Justicialismo

El consejo nacional del Partido Justicialista (PJ) se expresó formalmente con un comunicado que firma su presidente, José Luis Gioja, y el responsable partidario para las Relaciones Internacionales, Jorge Taiana.

El pronunciamiento afirma que esa fuerza política “repudia con su mayor energía el golpe de Estado consumado en la hermano país. La forzada renuncia del presidente Evo Morales y del vicepresidente Alvaro García Linera es la consecuencia de un golpe cívico, político y policial que de manera abierta intentó descalificar el triunfo electoral y que, incluso desde antes de las elecciones que se realizaron el veinte de octubre, anunciaron la decisión de desconocer cualquier resultado que favoreciera al presidente Evo Morales". 

En el texto se agrega que "la multiplicación de los actos de violencia con alto componente racista por parte de fuerzas opositoras, que violaron normas de convivencia básica, intimidando y agrediendo a seguidores y autoridades del oficialismo son la expresión de una escalada que buscó desestabilizar al gobierno de Bolivia, que representó el primer y único gobierno indígena de la historia de Bolivia y que además realizó notorias mejoras económicas y sociales para el país y para los más humildes, devolviendo la dignidad a una población indígena sometida por siglos".

Por su parte, el bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ (FPV-PJ), presidido por Agustín Rossi, repudió el golpe e instó a los organismos internacionales y al arco político de la región "a trabajar para que Bolivia recupere a la brevedad el orden constitucional y la democracia".

Gobernantes y líderes del mundo

Entre los múltiples pronunciamientos de gobernantes y líder de distintos países, se cuenta el del  presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El mandatario reconoció "la actitud responsable" del presidente Morales "quien prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia".

Asimismo, el Gobierno de México anunció su intención de ofrecer asilo al líder renunciante, mientras que promete mantenerse firme en su política de no intervención en los asuntos internos de otras naciones.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo por su parte que “en Bolivia hay una operación militar en curso, la rechazamos, es similar a aquellos trágicos hechos que ensangrentaron nuestra América Latina el siglo pasado. México mantendrá su posición de respeto a la democracia y las instituciones. Golpe no", fueron sus palabras.

El ex presidente de Brasil Lula Da Silva, quien hace dos días recuperó su libertad, repudió el golpe e instó a la ciudadanía a defender la democracia. Afirmó que “es lamentable que América Latina tenga una élite económica que no sepa cómo vivir con la democracia y la inclusión social de los más pobres”.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, condenó el golpe en Bolivia y expresó la solidaridad de su país hacia el jefe de Estado destituido. “El mundo se debe movilizar por la vida y la libertad de Evo”, advirtió.

Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, sostuvo que “los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo”.

También se pronunció el máximo referente opositor de Gran Bretaña, el líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn. Consideró “grave” que, en un país como Bolivia que goza de un progreso social impulsado por Morales, el mandatario deba dejar el cargo por pedido de los militares. "Condeno este golpe de estado contra el pueblo boliviano y apoyo con ellos la democracia, la justicia social y la independencia”, dijo el dirigente británico.