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Exterior
11/11/2019

Golpe de Estado en Bolivia: renunció Evo Morales

Golpe de Estado en Bolivia: renunció Evo Morales | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Presionado por las Fuerzas Armadas y para “preservar la vida de los bolivianos” el presidente y el vice García Linera dejaron sus cargos. Hay riesgos para su seguridad. Tras denunciar que “el golpe se ha consumado”, acusaron al derrotado candidato Carlos Mesa y al dirigente ultraderechista Luis Camacho. Bandas armadas, con apoyo policial y militar, desataron la violencia y el caos.

Después de que las FF.AA. le reclamaran la dimisión, Evo Morales prefirió dejar el gobierno antes de agravar el baño de sangre que bandas de ultraderecha y racistas desataron en el país, con apoyo de la derecha política, empresarial y de los principales medios de comunicación, tanto a nivel local como internacional. El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia y su vicepresidente Alvaro García Linera renunciaron ayer a sus cargos. 

“Queremos preservar la vida de los bolivianos”, expresó el líder democrático en tono calmo y sobrio a pesar del dramatismo de la situación. Al lado estaba su vice, que comunicó su dimisión luego de afirmar que “el golpe de Estado se ha consumado”. La integridad física y la vida de ambos está en riesgo, y para preservar su seguridad no divulgaron en qué lugar se encontraban.

Los acompañaba la ministra de Salud, Gabriela Montaño, ex presidenta del Senado y referente destacada del partido hasta ayer gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS). Durante el fin de semana renunciaron a sus cargos integrantes del gabinete y autoridades de algunos departamentos (provincias), luego de ser agredidos por los sediciosos y en varios casos incendiadas sus viviendas. 

Hasta la madrugada de hoy el país permanecía sin autoridades. Las bandas de ultraderecha ocupaban las calles y edificios públicos de las principales ciudades, con respaldo de las Fuerzas Armadas y de la Policía sublevadas contra el orden constitucional. El país quedó sometido a la violencia contra los partidarios del gobierno derrocado y al caos generalizado.

Parte del movimiento está dirigido por los llamados “comité cívicos”, formados hace una década para desestabilizar al proceso de cambio social liderado por Morales. La oposición contó con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), formalmente dirigida por su secretario general Luis Almagro, y subordinada a la conducción de Estados Unidos. 

Los referentes políticos más visibles del golpe son el derrotado candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, y el dirigente de ultraderecha y extremista religioso Luis Camacho, presidente del “comité cívico” de Santa Cruz de la Sierra. Pero hasta el momento ninguno de los dos, ni tampoco otra figura pública, tienen asegurada la conducción de la etapa que se abre tras el derrocamiento de las autoridades constitucionales.

Evo los nombró reiteradamente en su mensaje como responsables de la ruptura del proceso democrático y de la violencia desatada. “Decidí renunciar a mi cargo para que Carlos Mesa y Luis Camacho, dejen de maltratar y perjudicar a miles de hermanos (…) Tengo la obligación de buscar la paz y duele mucho que entre bolivianos nos enfrentemos, por esta razón envío mi carta de renuncia a la Asamblea Plurinacional de Bolivia”, dijo en una de las varias veces que los mencionó.

Al reafirmar y ampliar la idea, en otro momento expresó que “estamos renunciando para que mis hermanas de pollera, como en Santa Cruz y Cochabamba, no sean pateadas. Ahora pueden estar satisfechos (Carlos) Mesa y (Luis) Camacho. Renuncio por ellas, por ellos... No quiero que haya enfrentamientos", dijo Morales.

Desde las elecciones

El golpe de Estado empezó a hacerse visible apenas transcurridas las elecciones del domingo 20 de octubre, hace tres semanas. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), informó que Morales obtuvo el 47,07% de los votos, y su rival Carlos Mesa el 36,52%. 

Según la Constitución, si el que sale primero está por encima del 40%, y la diferencia con el siguiente es mayor a 10%, no hay segunda vuelta y la elección está concluida. Pero tanto Mesa como otros sectores políticos, empresariales y de grandes medios de comunicación, tanto del país y del exterior, instalaron la versión de un fraude electoral. La OEA dijo que haría una auditoría, la cual fue apoyada por el gobierno.

La escalada se agravó este viernes, con un amotinamiento policial en la ciudad de Cochabamba, y posteriormente en los departamentos (provincias) de Chuquisaca, Beni, Tarija, Santa Cruz, Potosí y Oruro. Posteriormente los mandos militares se negaron a obedecer las órdenes del gobierno, y desde allí el derrocamiento del gobierno cobró velocidad y se hizo inminente. 

El contexto propició la ofensiva de sectores encabezados por Luis Camacho, quien inició una marcha hacia La Paz -la capital del país- con el pretexto de que iba a entregar una carta al presidente para reclamarle su renuncia. Camacho se distingue por sus continuas apelaciones a “Dios”, y por exhibir la Biblia y otros símbolos religiosos.

Paralelamente, la semana pasada los extremistas desataron oleadas de ataques en distintas ciudades contra autoridades locales que habían sido elegidas en representación del (MAS). A ello le siguió la quema de viviendas de dirigentes vinculados al gobierno, así como ataques personales a militantes y simpatizantes del oficialismo, y también a periodistas y medios de comunicación estatales.

Ayer por la mañana, tras la denominada “auditoría”, la OEA desconoció el triunfo de Morales. "La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente", dijo la institución en un comunicado oficial.

La escalada sediciosa continuó por la tarde, cuando el comandante en jefe de las fuerzas armadas, William Kaiman, pidió la renuncia del presidente constitucional. “Sugerimos al presidente que renuncie a su mandato permitiendo la pacificación y mantenimiento de la estabilidad en Bolivia”, dijo el militar golpista.

“Golpe cívico, político y policial”

El jefe del Estado, quien durante la semana había denunciado que “el golpe” estaba “en marcha”, y había ofrecido como solución política la realización de nuevos elecciones, comunicó su determinación en la tarde del domingo. El lugar desde donde envió su mensaje, no fue precisado. Lo acompañaban García Linera y Gabriela Montaño.

Evo dijo que “estamos renunciando para que nuestros hermanos humildes dejen de ser pateados (…), familias pobres humilladas. No queremos que haya más enfrentamientos. Hemos decidido renunciar a nuestro triunfo (electoral) para que haya elecciones. Todo por Bolivia, todo por la Patria”, afirmó. Denunció que “ha habido un golpe cívico, político y policial", y que “mi pecado es ser indígena, dirigente sindical y cocalero". 

En otro momento, al condenar la violencia de los golpistas contra familiares de integrantes del oficialismo, dijo “si quieren vengan por mí o por Álvaro, no se metan con nuestras familias. Paren de quemar casas de dirigentes, basta de patear a campesinas en Santa Cruz y Cochabamba”, citó como ejemplo.

Luego describió que “alcaldes están renunciando para salvar las vidas de sus familias porque no solo le saquean y queman las casas, también amenazan con matar a sus familias. Mesa y Camacho, acá tienen lo que querían: renunciamos”, dijo al mencionar a dos de los cabecillas del golpe. “Ahora dejen de asesinar a gente humilde, a hermanos bolivianos en más calles”, les reclamó a los jefes sediciosos.

Asimismo, desmintió rumores divulgados por grupos ultraderechista de una posible salida del país. “No tengo por qué escaparme, no me he robado nada. Si alguien piensa que hemos robado que presente una prueba”, agregó.

Por su parte, García Linera reseñó que ambos dejaban sus cargos para cesar la violencia y recordó la recuperación de la soberanía Nacional y la dignificación de derechos. “Somos el gobierno que nacionalizó los hidrocarburos, el que sacó de la pobreza a más de tres millones de ciudadanos”, agregó.

En los días recientes, víctimas de ataques de los golpistas contra ellos, sus familias y sus viviendas renunciaron por ejemplo el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque. Esta última a su vez, anoche fue arrestada por orden de un fiscal aliado al golpe.

También renunciaron el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, el ministro de Minería, César Navarro; el viceministro de Turismo, Marcelo Arze; la ministra de Planificación, Mariana Prado; el gobernador de Potosí, Juan Carlos Cejas, y el alcalde Williams Cervantes, entre otros.

Morales deja un país con altos índices de desarrollo humano, garantizando los derechos fundamentales de la población y con un crecimiento económico de 4,5 por ciento, según Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En su mensaje público de renuncia, el derrocado presidente dijo que su decisión “no es ninguna traición a los movimientos sociales, la lucha sigue, somos pueblo. Hemos liberado Bolivia, estamos dejando una patria liberada, en desarrollo con generaciones que tienen mucho futuro”.

García Linera retomó la palabra hacia el final, para dirigirse “a los que nos han robado el voto” y pedirles “que no destruyan Bolivia”. A continuación se dirigió “el pueblo boliviano” y le aseguró que “siempre vamos a estar a su lado, y vamos a cumplir con la sentencia de Túpac Katari: volveremos y seremos millones”.

“Orden de aprehensión”

Al final de la trágica jornada, el renunciante presidente de Bolivia volvió a comunicarse públicamente pero lo hizo a través de Twitter. "Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona", publicó en un tuit.

 

 

Finalmente, a última hora de ayer también se supo que agentes de la Policía Nacional arrestaron a la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque, quien durante la jornada había presentado su renuncia tras el golpe de Estado.

El arresto fue encabezado por el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI); la Fiscalía General alude que la ex funcionaria incurrió en "ilícitos penales electorales vinculados al cómputo de los resultados de los comicios del pasado 20 de octubre".

Diversos movimientos sociales denunciaron que la detención de Choque representa la persecución por parte de sectores ultraderechistas contra dirigentes vinculados al Estado Plurinacional y militantes del Movimiento Al Socialismo.

29/07/2016

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