Una potente novedad política vive Brasil, desde que ayer fuera liberado el ex presidente Luis Inacio Lula Da Silva. “Salgo con mucha voluntad de lucha”, exclamó apenas salió del lugar en que estuvo detenido durante 579 días. El impacto internacional del hecho pudo observarse en las redes sociales, donde la expresión ¡Lula libre! fue simbólicamente un grito lanzado desde todos los países de América Latina y otras regiones del mundo.

La liberación -y aunque las causas que lo tienen amenazado todavía son varias- fue ordenada por el juez federal Danilo Pereira (junior) a pedido de la defensa del líder político. La decisión judicial excarcelatoria tuvo lugar al día siguiente de que el Supremo Tribunal Federal (SFT), por una mayoría de seis a cinco, considerara “inconstitucional” la prisión de una persona condenada en segunda instancia, siendo que todavía tiene instancias de apelación pendientes.

Entre las múltiples expresiones de celebración estuvieron las del presidente y la vicepresidenta electos de Argentina. Alberto Fernández dijo por Twitter que “conmueve la fortaleza” del líder brasileño “para afrontar esta persecución”. Aclaró que “solo esa definición (persecución) le cabe al proceso judicial arbitrario al que fue sometido”, y afirmó que “su entereza demuestra no solo el compromiso sino la inmensidad de este hombre”.

Cristina Kirchner, también mediante por Twitter, dijo que “cesa hoy una de las aberraciones más grandes del Lawfare en Latinoamérica: la privación ilegal de la libertad del ex presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva”. 

Como se ha venido informando últimamente, “lawfare” en un neologismo en inglés que puede traducirse como “guerra judicial” o “guerra jurídica”, y con el cual se denomina a la estrategia impulsada en Estados Unidos para eliminar a líderes políticos contrarios a sus intereses mediante decisiones de jueces y fiscales.

Una vigilia de 579 días

Apenas atravesó el portón de su prisión en la ciudad de Curitiba, el líder brasileño fue recibido por miles de simpatizantes y por dirigentes de su sector político -el Partido de los Trabajadores (PT)-, así como de otras fuerzas políticas y sociales.

Una parte de las personas que allí estaban, se turnaron desde que comenzó su prisión, el 7 de abril de 2018, para mantener un campamento de “vigilia” en reclamo de su libertad. Allí mismo se improvisó un pequeño estrado y se realizó un acto.

Dijo el ex presidente a los presentes: "No entienden el significado de estar aquí junto a ustedes (…) no pensé que en el día de hoy podría estar conversando con hombres y mujeres que durante 579 días gritaron aquí ‘Buenos días Lula’, ‘Buenas tardes Lula’, ‘Buenas noches Lula’; que no importara que estuviera lloviendo, que hiciese 40 grados, cero grados, todo el santo día ustedes fueron el alimento de la democracia que yo necesitaba", afirmó, para luego agregar que eso le permitió "resistir la canallada que el Estado brasileño hizo conmigo y con el pueblo brasileño". 

Después, leyó una lista con los nombres de todos los que permanecieron en el campamento Vigilia Lula Libre. También dedico agradecimientos a sus abogados; a la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, al ex candidato presidencial Fernando Haddad, y a muchos otros dirigentes y militantes.

Uno de los momentos más emotivos se dio cuando presentó al público a su novia, Rosângela Silva: "Conseguí la proeza de, estando preso, buscarme una novia, que está enamorada y que encima ha aceptado casarse conmigo", dijo Lula en tono feliz. “¡Be-so! ¡Be-so!”, empezó a clamar la gente, y ambos se besaron en los labios ante la multitud.

“El lado podrido del Estado”

En un tono más duro, criticó -aunque sin dar nombres de funcionario alguno- el "lado mentiroso"de la investigación policial, así como de la fiscalía que tuvo como encargado de su caso al fiscal ultraderechista Daltan Dallagnol, e implícitamente del juez Sergio Moro, respaldado por Estados Unidos, quien lo condenó en primera instancia.

Las alusiones en ese sentido pudieron apreciarse cuando dijo que durante su prisión “necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público Fiscal, de la Justicia. Trabajaron para criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores", afirmó. 

Pero “no encarcelaron a un hombre, ellos intentaron matar una idea. Una idea no desaparece", sentenció frente a la emoción del público.

Arremetió después contra la situación de desempleo y pobreza que sufre el país, y criticó “al presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro". Subrayó que sale de prisión "sin odio" y tiene la voluntad de mostrar que "este país puede ser mucho mejor con un gobierno que no mienta tanto como Bolsonaro en Twitter". 

Lula cumplía desde abril del año pasado una pena de 8 años y 10 meses. No pudieron comprobarle ningún delito pero el entonces juez Moro, actual ministro de Justicia y Seguridad Pública de Bolsonaro, igual lo condenó porque dijo tener la “íntima convicción” de que había recibido un departamento en el balneario de Guaruyá como pago de un soborno. 

También como parte de la “guerra judicial” fue sentenciado a una pena de 12 años y 11 meses de cárcel por “corrupción y lavado de dinero” en la reforma de una casa en Atibaia, São Paulo, pero la condena no está confirmada en segunda instancia. Además, tiene por lo menos otros seis procesos abiertos ante el Poder Judicial.

Repercusión mundial

El electo presidente argentino, Alberto Fernández, emitió su mensaje por Twitter apenas producida la salida de Lula de su lugar de prisión.

Conmueve la fortaleza de @LulaOficial para afrontar esta persecución (solo esa definición le cabe al proceso judicial arbitrario al que fue sometido). Su entereza demuestra no solo el compromiso sino la inmensidad de ese hombre.

¡Viva #LulaLivre! pic.twitter.com/Y8hKAiJvWe

— Alberto Fernández (@alferdez) November 8, 2019

Por la misma red social se expresó también de forma inmediata la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.

Cesa hoy una de las aberraciones más grandes del Lawfare en Latinoamérica: la privación ilegítima de la libertad del ex Presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. #LulaLivre pic.twitter.com/Hev11DAe50

— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) November 8, 2019

Otras figuras del Frente de Todos, como Axel Kicillof, Verónica Magario y Wado de Pedro, se sumaron al apoyo al ex presidente brasileño. 

A nivel mundial, entre las múltiples muestras de solidaridad con el líder brasileño y alegría por su liberación, se destaca el tuit del ex presidente de Francia, Francois Hollande, quien escribió que “el lugar de Lula no estaba en prisión. Se le ha devuelto la libertad, y sé que la pondrá al servicio de Brasil”.

Desde Estados Unidos, el senador del Partido Demócrata Bernie Sanders, veterano militante político muy seguido por los jóvenes y precandidato a presidente, afirmó que “Lula ha hecho más que nadie para disminuir la pobreza en Brasil y por defender a los trabajadores. Estoy encantado de que haya sido liberado de una prisión que nunca debiera haber sucedido”, dijo el político norteamericano.

La noticia recorrió las redes sociales en todo el mundo y se convirtió en tendencia bajo el hashtan (etiqueta) #LulaLivre (en castellano, “libre”).