Junto a los 71 diputados firmantes del proyecto, más de un centenar de personas en la sala y un gran número en las calles acompañaron la iniciativa. Se trata de la séptima vez que se presenta el proyecto en doce años, pero la primera que forma parte de un debate abierto a toda la sociedad.

Identificados con un pañuelo verde, diversos diputados de todo el arco político hicieron uso de la palabra en la reunión. En la mesa principal, se ubicaron las diputadas Victoria Donda del partido Libres del Sur, junto a la radical  Brenda Austin, Romina del Pla del FIT y Mónica Macha del Frente para la Victoria.

Donda sostuvo que “tenemos la responsabilidad de que el debate llegue a donde tiene que llegar: el recinto del Congreso”. Agregó que el “debate es entre el aborto legal, seguro y gratuito, y el aborto clandestino que hace que mueran mujeres jóvenes y pobres. La última a la que le conocimos el nombre es María Campos, con cinco hijos en Santiago del Estero. Murió por practicarse un aborto en condiciones inseguras. Esta ley se llama 'María Campos'”.

Brenda Austin, de la UCR, dijo: “Hay que celebrar este tiempo histórico que llega porque hay mujeres luchadoras desde hace décadas que están en la calle exigiendo este derecho”. Ese tiempo histórico tiene datos duros detrás: con la firma de 71 diputados, el proyecto de ley llega más refrendado que nunca antes. Además, en su discurso de apertura del año legislativo el presidente Mauricio Macri instó a que el Congreso debatiera la despenalización del aborto. Y este jueves, cuando miles de mujeres marchen y hagan paro, será el eje más visible de la movilización.

La diputada Araceli Ferreira, del Movimiento Evita, sostuvo que "yo hice abortos y no fue por pobreza. Este es un tema de equidad y desigualdad, porque las que no tienen plata lo pagan con su salud o su cuerpo, a diferencia de las ricas".

Al finalizar la reunión, la mayoría de las mujeres presentes con carteles que sostenían , empezaron a cantar: “¡Aprobación! ¡Aprobación!”. Y enseguida se improvisaron nuevas estrofas: “Si el aborto lo tiran al bombo, va a haber quilombo, va a haber quilombo”.

Según las estadísticas brindadas por la ONG Aborto Legal Ya, de las 500.000 que se practican abortos en Argentina cada año, muere un centenar de mujeres, la mayoría de bajos recursos que lo realizan en centros clandestinos y con escasos protocolos de seguridad. Para muchos, el tema debe tratarse como una cuestión de salud pública. Otros esperan que su concepción ética o religiosa se aplique al conjunto y equiparan al aborto con un homicidio.

El proyecto comenzará a ser debatido el 20 de marzo en plenario de comisiones, y se estima que en 60 días podría llegar al recinto, donde el apoyo entre los 257 diputados es incierto. De ser aprobado en Diputados, el Senado cuenta por el momento con más rechazos que adhesiones.

Informe: Agustín Mozzoni