En la Argentina el movimiento feminista tuvo un resurgimiento a partir de 2015 con el movimiento ‘Ni una menos’, que llegó a su punto culminante tres años después, cuando logró el tratamiento legislativo del aborto. Pero al mismo tiempo comenzó a gestarse una respuesta por parte de quienes rechazaban los avances de los derechos de mujeres y diversidades.

“A partir de allí empezaron los ataques desde las redes sociales, fundamentalmente mediante usuarios falsos, trolls y bots (usuarios programados). Esto fue advertido por los propios organismos internacionales, que decían que los discursos de odio, tanto en nuestro país como en toda América Latina, se intensificaban”, recuerda Zerda.

“Esas personas y organizaciones violentas -agrega- capitalizaron sus ideas antifeministas y anticolectivos de la diversidad con el nuevo gobierno, a partir de diciembre de 2023. Y lo que sucede, es lo que estamos viendo ahora. La violencia digital no es gratuita y se traslada al mundo analógico, como en el triple lesbicidio de Barracas ocurrido dos semanas atrás”.