Diputados nacionales de la comisión de Economías Regionales, dirigentes frutícolas y funcionarios provinciales se reunieron en la Asociación Española de General Roca para analizar la situación por la que atraviesa la fruticultura.

Se escuchó de todo y una fuerte división entre los propios productores. Hubo exposiciones claras, sinceras, algunas fuera de tono y otras incongruentes. Pero todos coincidieron en que la fruta, a diferencia del resto de los componentes de la actividad, no tiene un precio cierto.

“Tienen que pelear por lo que es de ustedes”, les soltó desde el escenario del auditorio, la diputada nacional del Frente Cívico y Social de Catamarca, Myriam Juárez. Todo indicaba que la legisladora como integrante de la coalición gobernante iba a hacer un llamado a mantener las aguas calmas., pero por el contrario instó a movilizarse ante un auditorio que no alcanzaba a ocupar la mitad de las butacas disponibles.

Además de Juárez estaban los diputados Sergio Wisky, Alberto Ciampini, Héctor Olivares, Marcelo Monfort, Juan Manuel Pereyra, Alejandro Snopek, Clara Vega, Luis María Bardeggia, y Silvia Horne. También asistieron el Secretario de Fruticultura de la Provincia de Río Negro Alberto Diomendi y acompañaron también los diputados provinciales José Liguen, Rubén López, Norma Coronel y Silvia Morales (Juntos Somos Río Negro) y funcionarios del Ejecutivo Nacional: Juan Martín, coordinador del Ministerio del Interior para Río Negro; Ignacio Somorrostro, gerente regional de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación y el intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello.

Sebastián Hernández, de la cámara de productores de Allen, le explicó a los diputados que en la fruticultura “la caja vale, el trabajo vale, el transporte, todo vale, menos la fruta” y aseguró que los precios que percibe el productor están “muy por debajo del costo de producción, están retrasados” y entonces solicitó un precio básico “como si fuera el mínimo vital y móvil. Ahí hay que legislar”. Y acotó: “Es una vergüenza. Nos dicen ineficientes porque no estamos en los 50.000 kilos por hectáreas como en otros países, pero no puede ser que el Estado, gane más que el productor. En aportes, en impuestos, duplica el valor del costo de producción. Lo que uno quiere es cubrir los costos y entonces todos estaríamos de otra manera”.

Elvio Ferraza, presidente de la Cámara de Productores de Villa Regina, recordó que hace algunos años “había mecanismos, como la prefinanciación de exportaciones del banco Nación, para hacer frente a los gastos de las chacras. Pero hoy caemos a la exportadora porque no tenemos plata en el bolsillo”, exponiendo así el estado de cierta indefensión de los chacareros.

Luego acotó: “acá hay una actividad que se la está subsidiando fuertemente como es la hidrocarburífera, y a nadie se le ha tocado el sueldo, sueldos que todos nosotros conocemos”.

Finalmente demandó “una reparación histórica, que vuelva a ser digno el trabajo en las chacras, y tener a nuestros obreros y a nosotros con dignidad, que el Estado aporte, que se prevea, para una fruticultura que sabemos hacer, que necesitamos subsidios y una reparación histórica”.

Desde sus asientos escuchaban con atención Marcelo Loyarte (gerente general de CAFI y presidente de la Cámara de Productores de Frutas); Jorge Figueroa de la Federación de Productores, Carlos Figueroa (UATRE); Sergio Caballi (Cooperativa Frutícola y Secretario de ACOFAR); Rolando Troncoso (Sindicato del Hielo); Rubén López (secretario general del Gremio de la Fruta, región Neuquén), el empresario Jorge Cervi y otros representantes de exportadoras regionales.

“Lo mejor que nos puede pasar es construir estos escenarios, para construir consensos, por un país con trabajo. Estamos dispuestos a recorrer ese camino, más allá de la poca práctica que hay. Porque en los últimos años se han impuesto la soberbia de los números, y el dialogo ha sido solo el discursivo. Me pareció una reunión muy auspiciosa”, dijo la diputada nacional por Catamarca, quien fue titular de la UATRE Catamarca, y que en su momento formó parte de la denominada “pata peronista” del Frente Cívico y Social. “Vinimos a escuchar todas las voces. Y no es solo poner el oído, sino aprender a ceder”.

Sobre la diversa realidad que afrontan productores de vanguardia y otros más débiles, indicó que los procesos productivos deben ser integrales, no excluyentes”, y consideró que “deben convivir todos los contextos y las políticas públicas contener esa variedad”.

Consultada sobre el pedido de un precio cierto para la fruta, acotó que “en el sector olivícola, en el tabacalero, en el sector apícola, ha habido una distorsión dentro de las políticas públicas en los últimos años”. Aseguró que “se han congestionado las cadenas productivas. Los dos extremos de la cadena, el consumidor y el productor, son la variable de ajuste y en el medio están las ganancias. No solo pasa con la fruta”.

Desde lo político, dejó en claro que “queremos un país con producción y con trabajo, es una decisión política. No con clientelismo, ni con planes, sino con una cultura del trabajo real”.

Sobre las leyes que reclamó el sector, Juárez sostuvo que “queremos trabajar sobre todo desde las pautas culturales. Reconstruir la cultura del trabajo, respetando los derechos y construyendo desde la verdad”.