Como en el 2013, en la interna del MPN el triunfo quedó ayer en manos del retador. La lista que encabezó Rolando Figueroa se impuso por 2.396 votos a la oficialista Azul que llevaba como precandidata a diputada nacional a María Eugenia Ferrareso. ¿Era una posibilidad? Sí, pero el aparato siempre da ventaja, aunque en esta ocasión tampoco funcionó ya que el oficialismo cayó derrotado y con la gobernabilidad afectada para los próximos dos años.

La gestión del gobernador Omar Gutiérrez no fue plebiscitada en las urnas, muchos intendentes le dieron la espalda y en adelante se abre una instancia de reacomodo interno que habrá que ver cómo la transita el partido provincial, ya que el exvicegobernador no oculta sus intenciones de transformarse en candidato a gobernador para el 2023 y la convivencia con el mandatario no es buena desde hace tiempo.

Anoche, después de algunos incidentes en la Junta de Gobierno entre adherentes a una y otra lista, el mensaje de Figueroa fue de tono conciliador y de reconocimiento a Gutiérrez por la convocatoria a internas y a Ferrareso a la que llamó "amiga". Además se puso como objetivo las elecciones municipales como próxima parada, insinuando claramente que irá por un trabajo combinado con el intendente Mariano Gaido.

El propio creador de la lista Azul, Jorge Sapag, dijo antes de las elecciones que si ganaba Figueroa se vería afectada la gobernabilidad de los próximos dos años y criticó el temprano anuncio de Figueroa por su proyecto de ir por más en caso de imponerse en esta interna. Ahora el oficialismo del partido debe volver de ese planteo y ver cómo incorpora a Figueroa que en la pelea interna ayer obtuvo 64.140 votos (49,20%) contra 61.744 sufragios (47,36%) de la lista Azul, según datos que corresponden al 97,92% de las mesas escrutadas.

El partido provincial, sumando los votos de las tres listas que se presentaron a disputar la candidatura para diputado nacional (la tercera consiguió 4.467 votos) alcanzó 130.351 votos, el 35,50% del total, y se transformó en la primera fuerza.

El segundo lugar fue para Pablo Cervi de Cambia Neuquén, con 66.687 votos, lo que representó el 18,16%, y en tercer lugar se ubicó el Frente de Todos que, en la suma de las tres listas que compitieron en la interna, alcanzó 56.747 votos, el 15,45%. En esta disputa interna, Tanya Bertoldi se impuso con 34.644 sufragios, equivalente al 61,04%, el segundo lugar fue para Asunción Miras Trabalón con 11.848 (20,87%) y Fabián Ungar quedó tercero con 10.255 votos (el 18,07%).

La Coalición Cívica-ARI que llevó como candidato al animador de radio Carlos Eguía, obtuvo el cuarto lugar con 46.049 sufragios (12.54%) y la suma de los votos de la interna del Frente de Izquierda fue de 29.034, lo que le dio el 7,90% del total. En esta compulsa propia, Unidad de Izquierda se quedó con 21.771 votos (74,98%) y Revolucionemos la Izquierda con 7.263 sufragios, el 25,01%.

El Movimiento Libres del Sur, que lleva como candidato a diputado a Jesús Escobar, consiguió reunir 18.563 votos (el 5,05%), y buena parte de esos sufragios los consiguió con un triunfo en Rincón de los Sauces.

El Partido Socialista es el último en entrar para la competencia de noviembre con 8.040 votos (2.18%), mientras que el Movimiento al Socialismo quedó afuera ya que no alcanzó el piso del 1,5% de los sufragios que marca la ley electoral: obtuvo 4.412 votos, equivalente  al 1,20%.

Las vendettas del MPN

En los últimos años, después de las internas, el MPN padece la fuga de votos. Este comportamiento, que se explica por cambio natural de voluntad entre una elección y otra pero también, y fundamentalmente, por heridas que dejan los procesos de selección internos, fue notable entre lo que sucedió en las PASO del 11 de agosto de 2013 y las generales del 27 de octubre del mismo año, y entre la interna para gobernador y vice del 25 de noviembre de 2018 y la provincial del 10 de marzo de 2019.

No se observó, en cambio, ningún salto entre las PASO del 13 de agosto de 2017 y las generales del 22 de octubre del mismo año, ya que la precandidata Alma Sapag obtuvo, en la primera instancia, 77.746 votos (22,3%), y en la general subió a 80.732 votos, el porcentaje cayó a 21.42% por mayor presencia de votantes.

El 2013 se vivió la mayor transferencia de votos entre las dos elecciones. En esas PASO, la lista Azul y Blanca que impulsó como candidato a senador a Guillermo Pereyra obtuvo 110.615 votos (56,3%) y la oficialista lista Azul con Ana Pechen como figura del grupo, logró 85.716 sufragios (43,6%). Los votos de los sectores enfrentados en la interna del partido provincial sumaron, en la competencia por diputados, 185.892 votos, pero en la general el respaldo cayó a 133.952. Y en el caso de Senadores, la diferencia fue aún mayor, ya que la suma de votos del MPN entre las dos listas fue de 198.619 votos, pero en la general la lista se desinfló a 141.066 votos. El beneficiado de esta pérdida fue el exsenador Marcelo Fuentes del Frente para la Victoria.

Aunque no son comparables las elecciones, porque en aquella oportunidad se definieron las candidaturas a gobernador, vice y diputados provinciales, el 25 de noviembre del 2018, Figueroa perdió por unos 24 mil votos. La lista Azul consiguió reunir en aquella contienda 73.823 sufragios  (56,9%), mientras que la Violeta sumó 49.586 sufragios (36,9%). Participaron de la interna 129.524 electores sobre un padrón habilitado de 420.735, entre afiliados y no afiliados. Pero en la elección general, realizada el 11 de marzo del 2019, y sin los partidos aliados, la fórmula de gobernador y vice con la boleta del MPN cayó a 88.176 votos (23,6%), la peor performance electoral para los máximos cargos provinciales en la historia del partido. Solo con la ayuda de cuatro fuerzas políticas satélites que impulsaron la misma fórmula a gobernador y vice, pero con diferentes candidatos a diputados provinciales, llevó el resultado final a 149.897 votos, lo que los dejó a los ganadores con el 40,1% de los votos.