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Informe Especial
20/01/2019

La boleta electrónica sigue suscitando interrogantes

La boleta electrónica sigue suscitando interrogantes | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El fraude en el Congo con máquinas que iban a ser usadas en la Argentina, puso el tema nuevamente sobre el tapete. El sistema se utilizará en la elección de gobernador. Ya se usó en la capital neuquina, y en varias provincias y ciudades. El macrismo quiso implantarlo en todo el país pero un estudio del Conicet lo desaconsejó. Investigadores advierten que es vulnerable, no garantiza el secreto del voto e impide fiscalizarlo.

Laura D' Amico

Para las elecciones de marzo, el gobierno neuquino contrató al Grupo MSA (por Magic Software Argentina)para implementar el "sistema de boleta única electrónica". Fue la única empresa que se presentó a la licitación y recibirá de la Provincia, según publicaron medios locales, 92 millones de pesos por el servicio.

Esta empresa ha operado anteriormente en Argentina en la provincia de Salta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en ciudades como San Luis y Corrientes.Ahora, serán usadas para elegir al próximo gobernador neuquino, tras la reforma política que impulsó el gobernador Omar Gutiérrez, en sintonía con el presidente Mauricio Macri, en 2016.

La empresa Grupo MSA es una compañía especializada en el desarrollo de software. Según figura en el perfil de Linkedin de su presidente y CEO, Sergio Angelini, "Ha liderado procesos electorales con implantación de tecnología a escrutinios automatizados desde 1999 a la fecha y es responsable de la implementación del sistema de Boleta Única Electrónica Vot.ar en todos los procesos electorales de Argentina y Ecuador".

El programador y consultor informático Javier Smadoneexplicó a Va Con Firma que esta empresa "empezó haciendo desarrollo de software, después hizo un sistema de ventas de tickets y entradas, y llegó a la provincia de Salta hace como 10 años de la mano de (Juan Manuel) Urtubey. Ellos desarrollaron y fueron mejorando este sistema al que llamaron "sistema de boleta única electrónica", que en realidad es un nombre comercial para un sistema de voto electrónico con respaldo en papel", explicó.

Smaldone es un estudioso desde hace más de 10 años del uso de la informática en los sistemas electoralesy es reconocido por sus críticas a los sistemas de voto electrónico. En 2016 participó de la audiencia pública en la Cámara de Diputados de la Nación donde mostró cómo podían leerse los votos con un celular. Tiempo después, en el Senado de la Nación, demostró cómo se puede diferenciar qué se estaba grabando en los chips de las máquinas usando una radio común de onda corta a un par de metros de distancia.

El especialista señaló que las máquinas que se van a usar en Neuquén "son las mismas" que ya se usaron en elecciones pasadas "y el software suponemos es el que se ha usado siempre con alguna modificación. El software es dinámico y se puede modificar en cualquier momento. Justamente eso es parte del problema, porque estás usando un sistema informático que no conocés completamente".

Smaldone remarcó que uno de los principales problemas de la empresa es que "ellos nunca han mostrado oficialmente su software para que sea auditado públicamente. Para que los partidos políticos, los votantes puedan ver cómo está hecho, qué hace, qué no hace, si tiene errores, si tiene algún código malicioso o alguna cosa por el estilo".

También cuestionó que "Se te pone a votar frente a un sistema complejo, como todo sistema informático, que nadie sabe exactamente cómo funciona. Tampoco está la posibilidad de conocerlo porque la empresa no publica el código de fuente y aún si lo hiciera hay que discutir cuál es la posibilidad de un ciudadano común de auditar un sistema informático. Ni siquiera los informáticos neuquinos, que podrían llegar a entenderlo, tienen acceso a analizarlo viendo el código de fuente, auditando con las maquinas...".

Fraude en el Congo

"Te voy a poner un ejemplo que pasó el 30 de diciembre en la República Democrática de Congo donde se votó con máquinas que fueron diseñadas en 2016 para Argentina. Un sistema que fue originalmente idéntico copiado del sistema de MSA, que lo hizo una empresa surcoreana", dice Smaldone y detalla cómo ocurrió el fraude:

"En cada escuela siempre hay al menos una o dos máquinas guardadas por las dudas de que fallen. En muchas escuelas descubrieron que esas máquinas las habían llevado a un cuartito en el fondo y las estaban usando para imprimir votos en favor de un candidato y con eso rellenaban las urnas. Es la misma maniobra que se hace hoy cuando se meten votos de más en una urna porque se ponen de acuerdo un fiscal con el presidente de mesa. El mismo tipo de maniobra que se hace con el papel se puede hacer con este sistema también. Y a este se le suman otros problemas que el sistema de papel no tiene. Insisto que esta esa falsa sensación de seguridad de que el sistema informático va a solucionar cosas que los humanos no podemos hacer".

En 2016, mientras el Congreso discutía el proyecto enviado por el gobierno nacional para la implementación del voto electrónico en todo el país, "nos enteramos que el ministro de Modernización (Andrés Ibarra) ya estaba en tratativas con una empresa surcoreana diseñando un sistema y sabemos que llegó a tener en su poder un prototipo del sistema. El problema con eso es que no se había aprobado la ley y después de aprobarse tenía que hacerse una licitación pública internacional. Ya se estaba hablando con un proveedor poniéndolo en una situación de ventaja", cuestionó Smaldone.

En su blog personal, Smaldone detalló el episodio. Afirmó que se supo que unas 20 mil máquinas fabricadas por Corea del Sur ingresaron a Argentina en 2016 y agregó que cuando se presentaron las máquinas que iba a usar la República del Congo al año siguiente, "las similitudes con el sistema de MSA de acá eran notables". Agregó a Va Con Firma que "Después se filtró un documento técnico, una especie de manual hecho por la empres surcoreana para el Congo, donde había cosas escritas en castellano y nombres de políticos argentinos, entonces claramente eso había sido hecho inicialmente para la Argentina", aseveró.

Si bien no es posible afirmar que las máquinas que se usaron en Congo son las mismas que las que se van a usar en marzo en Neuquén, sí se puede afirmar que se trata de un sistema muy parecido, con una modalidad de uso idéntica, que consiste en introducir una boleta en blanco en la máquina, hacer la selección de los candidatos e imprimir la boleta con un código electrónico.

El voto electrónico es un sistema que se está dejando de usar en el mundo. “Los únicos países donde se usa nivel general es en la India, en Brasil y en Venezuela y no son exitosos. Hay pruebas de fallas en el sistema”, indicó el ex decano de la Facultad de Informática de la Universidad Nacional del Comahue, Claudio Vaucheret.

En tanto, países como Holanda, Irlanda y Alemania (donde fue prohibido por la Corte Suprema) están volviendo al papel “basados en el principio de que el sistema debería garantizar que un ciudadano o usuario con el conocimiento de leer y escribir y realizar algunas operaciones de aritmética simple, pueda fiscalizar todo el proceso de votación”, agregó.

El sistema, en la mira

Vaucheret, dijo a Va Con Firma que “el sistema es una caja negra porque uno no puede saber lo que está haciendo ni la forma del conteo y si no guarda información en el momento de la emisión del voto. Entonces puede violar tanto la integridad del voto como el secreto”.

Agregó que “Los especialistas en sistemas han demostrado que no hay forma de garantizar que el software auditado sea el mismo que se está ejecutando al momento de la elección. También se tendría que auditar el hardware, porque un software correcto con un hardware modificado también puede funcionar haciendo trampa”.

Destacó que los principales problemas que presenta el sistema son que, por un lado no puede asegurar que el voto sea secreto, y por el otro no garantiza que no haya fraude en el conteo de votos. "Las boletas con chip tienen un identificador único para evitar que por error se cuente dos veces. Pero eso hace que peligre el secreto del voto, es como si las boletas estuvieran numeradas. Al tiempo que tienen que estar inidentificables para garantizar el secreto. Son objetivos contrapuestos”, indicó.

El informe de “Factibilidad en la implementación de tecnología en diferentes aspectos y etapas del proceso electoral” realizado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en 2017 a pedido del gobierno nacional, arrojó una conclusión similar. Indicó que "es muy difícil evitar errores o vulnerabilidades en el software” y advirtió que “existen resultados teóricos donde se demuestra la imposibilidad de satisfacer simultáneamente tres de los atributos requeridos para el sistema (secreto, auditabilidad e integridad). Esto genera un compromiso entre estos atributos, que se vuelve crítico durante la fase de emisión de voto si esta fase está mediada por una computadora”.

Entre las recomendaciones de los investigadores se destaca que “la incorporación de tecnología en las diferentes fases debe realizarse en forma gradual y progresiva, mediante proyectos piloto y a menor escala, evaluando cuidadosamente los pros y contras de cada proyecto piloto”.

Según Vaucheret, el resultado negativo del informe del Conicet frenó el impulso inicial del gobierno para la implementación del sistema. “En realidad fue una campaña publicitaria para mostrarlo como algo transparente cuando es todo lo contrario, oculta la posibilidad de fiscalizar la elección. Si alguien trae un veedor externo, es la primera dificultad que va a encontrar porque no puede verificar lo que está pasando. En realidad es al revés”, señaló.

29/07/2016

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