Género
18/04/2019

El aborto insiste, su legalización también

El aborto insiste, su legalización también | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El proyecto de ley será presentado, por octava vez, en el Congreso de la Nación el próximo 28 de mayo. La elección de la fecha no es inocente: ése es el Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres y aniversario del surgimiento de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Julia Burton *

A mediados de marzo, la plenaria anual de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito (http://www.abortolegal.com.ar) aprobó el nuevo proyecto para legalizar y despenalizar el aborto. La elaboración del proyecto estuvo a cargo de una comisión redactora compuesta por especialistas feministas que recuperaron los debates y argumentos principales presentados durante los meses de debate en el Congreso Nacional. Luego, esa propuesta se discutió en las diferentes regionales de la Campaña que enviaron sus propuestas a la comisión redactora para la versión final.

El nuevo proyecto establece que todas las mujeres u otras personas e identidades con capacidad de gestar tienen derecho a practicarse voluntariamente un aborto hasta la semana catorce, inclusive, del proceso gestacional. Luego de ese período se permite acceder a un aborto legal si el embarazo fuese producto de una violación y/o si estuviera en riesgo la vida o la salud integral de la mujer o persona gestante. El proyecto establece un plazo máximo de cinco días corridos, desde la solicitud del aborto, para que el sistema de salud realice la práctica. Las y los profesionales de la salud intervinientes deben brindar información científica, laica, confiable y actualizada sobre los diferentes métodos garantizando la plena comprensión de quien se va a realizar un aborto; en este sentido, también se incorpora la figura de una/un intérprete de la lengua o idioma en que se comunica la persona que solicita la práctica.

Además de la legalización, el proyecto de la Campaña propone modificar el articulado del Código Penal Argentino con el objetivo de despenalizar el aborto. En este sentido, las mujeres u otras personas con capacidad de gestar que provoquen su propio aborto o consientan que otra persona lo realice, en ningún caso, serán penadas. Las penas, según la nueva propuesta, se establecen para quienes obren sin el consentimiento de la mujer o de la persona gestante y para las autoridades de establecimientos de salud o profesionales de la salud que, injustificadamente, dilaten, obstaculicen o nieguen un aborto en los casos legalmente autorizados.

Eugenia Ferrario es activista feminista de Socorristas en Red (feministas que abortamos www.socorristasenred.org) - una articulación de aproximadamente cuarenta colectivas feministas que, a lo largo del país, brindan información sobre usos seguros de medicación para abortar y acompañan a las mujeres y a otras personas con capacidad de gestar en sus decisiones- e integrante de la comisión de articulación de la Campaña, y participó de estas discusiones. Señalaba que uno de los aspectos que modifica este proyecto respecto del presentado el año anterior se vincula con la causal de malformaciones fetales, que fue eliminada. A su parecer, en ello incidieron las discusiones durante 2018 que permitieron identificar que ese aspecto se enfocaba en el feto y no en la autonomía de la mujer u otra persona con capacidad de gestar.

“El proyecto, en general, avanza en términos de legalización y despenalización (no se penaliza a la mujer que, en cualquier circunstancia, aborte, ni tampoco a quien obrare en un aborto con consentimiento). Sin duda, eso está vinculado a cómo la marea verde favoreció rotundamente a despenalizar socialmente el aborto. Nuestro laburo socorrista, en tanto cotidianeidad del aborto y cifras concretas sobre aborto, abrió y abre la posibilidad de dialogar en cada ámbito sobre aborto, pensando en esa idea de revolución en las calles, en las casas y en las camas. Así fue hablar de aborto y hacerlo en términos de un hacer concreto: de acompañamientos, de empatía y no en cifras de muertas, por ejemplo. Los abortos están entre nosotras y los sacamos de los muchos closets para poder contar. Y cuando contamos, devolvemos la esperanza, humanizamos y reducimos las cegueras alimentadas por el tabú y las cuestiones religiosas y/o axiológicas de cada quién”, señaló Eugenia. 

Este proyecto será presentado, por octava vez, en la Cámara de Diputados y Diputadas de la Nación el próximo 28 de mayo. Es un tiempo en que se pretende conseguir la cantidad de firmas necesaria, pero la elección de la fecha tampoco es inocente. Ese es el Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres y aniversario del surgimiento de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Insistencias

En 2018 se debatió, por primera vez en el Congreso Nacional, el proyecto de legalización y despenalización del aborto. Fueron más de setecientas las personas que presentaron argumentos a favor y en contra de la propuesta. En junio de ese año, la cámara baja dio media sanción luego de una jornada reñida dentro del recinto y acompañada por miles de personas en las calles que aguardábamos la aprobación. El 8 de agosto fue el turno del Senado, esa casta que se autodenomina “cámara alta” y se pretende “honorable”, aunque decide legislar a espaldas del pueblo. Aunque el resultado de esa jornada fue un revés en términos de garantizar el derecho de las mujeres y de otras personas con capacidad de gestar, la fiesta callejera, la marea verde, fue imparable. La lluvia constante durante todo el día y la noche porteña no apaciguaron el aquelarre feminista.

El feminismo insiste con el proyecto de legalización y despenalización, como lo hace, cotidianamente, el aborto frente a embarazos imprevistos o no planificados. Pero también importuna con su demanda de legitimación. Es decir, mientras la legalización y despenalización del aborto señalan un reconocimiento de derechos en el campo jurídico, su legitimación va un paso más allá. Como señalaba Eugenia, “los abortos están entre nosotras y los sacamos de muchos closets” para devolver la esperanza y humanizar a quienes abortan y a quienes acompañan y, al mismo tiempo, para desafiar la “ceguera” impuesta por el sentido dominante.

Esta lucha involucra una disputa de sentidos sobre el aborto donde éste no sea considerado como un “mal menor”. Es decir, hablar de aborto también en otros términos y no, únicamente, mostrando las cifras de quienes mueren por la responsabilidad estatal de mantener el aborto en la clandestinidad. La legitimación presenta esta práctica como una opción válida en una disyuntiva específica: ser o no ser madre. Con este objetivo, se elaboran nuevas formas de referir y sentir respecto del aborto para desafiar los modos dominantes según los cuales estas prácticas solo pueden inspirar miedo, terror, repugnancia. A diferencia de ello, emergen sentidos que permiten vincular el aborto con prácticas de cuidado, de acompañamiento, de reparación emocional, de afirmación de la autonomía respecto de los proyectos de vida, y de rebeldía respecto de lo establecido, del “deber ser” y de “lo que se espera”. Todo ello involucra el establecimiento de complicidades y alianzas, de tramas feministas, de pactos sororos. La legitimación del aborto es parte de la insistencia feminista por transformar la vida toda, desde las hebras más íntimas y sensibles. Y es revolucionario.

Este año (electoral, por cierto) nos encuentra insistiendo, como bien sabemos hacer las feministas. Para Eugenia, “implica, nuevamente, redoblar la apuesta para llegar con argumentos y con política feminista a cada rincón de los sitios que habitamos. Pero también implica comprender que la lucha por el aborto legal no es sobre derechos sino sobre libertad […] y bien lo saben las pibas muy jóvenes que se sumaron al activismo callejero y desbordaron muchas de nuestras percepciones: no exigen un derecho, intentan vivir una vida libre, una vida feminista”.



(*) Activista en la Colectiva Feminista La Revuelta. Socióloga feminista.
29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]