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En el quinto encuentro Mujer y Salud realizado en San José de Costa Rica en 1987, a instancias de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), se consagró el día 28 de mayo como el “Día Internacional de acción por la salud de las mujeres”, con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo a lo largo de todo su ciclo vital. Desde el comienzo este día estuvo orientado a poner en agenda y visibilizar, sobre todo, las cuestiones relacionadas con los derechos a la salud sexual y reproductiva, y sobre todo a la mortalidad de mujeres por cuestiones relacionadas a la maternidad.
Han pasado 33 años y las muertes de mujeres en situación de embarazo se han reducido, pero en nuestra región siguen siendo inaceptablemente altas y asociadas a las legislaciones sobre aborto y a ser joven y pobre. Otras vulnerabilidades se han visibilizado, como la violencia sexual y de género, y los roles subordinados laborales y salariales. Esto condiciona situaciones de salud de mujeres y niñas, pero hoy a la luz de la crisis sanitaria/humanitaria producida por la epidemia de Covid-19, a la vulnerabilidad de ser mujer se suman otras y se agravan las existentes
Trabajadoras de salud
Las mujeres son el 70% de la fuerza global de trabajadoras de salud y de servicios sociales, por lo tanto, tienen una fuerte representación en “la línea de fuego” de trabajadores expuestos al mayor riesgo de contagio de Covid-19. (1). Datos actualizados muestran que el 72% y 66% de personal de salud infectado fueron mujeres en España e Italia respectivamente (1)
Un sinnúmero de situaciones género específicas atraviesan la vida laboral de todas las mujeres, pero hoy se hacen patentes en las mujeres trabajadoras de la salud en un contexto de alta y peligrosa demanda laboral
Se espera que los sistemas de salud estén enfocando debidamente las necesidades particulares de las mujeres en cuanto a los elementos personales de protección (EPP) que, por ejemplo, incluyan diferencias en tamaño y diseño, que reciban entrenamiento específico en cuidados personales, que se compatibilicen sus horas de trabajo y las cargas extras de trabajo no remunerado en el hogar, y que se contemple la situación de mujeres solas con hijos en cuarentena y sin cuidadores ni escuelas.
La violencia sexual y de género
La pandemia ha obligado a tomar medidas de excepción como el distanciamiento social, implementando la cuarentena obligatoria, esto está teniendo un impacto desproporcionado sobre muchos aspectos de la vida de las mujeres. Hoy están experimentando dificultades únicas y diferentes a las que afrontan diariamente, no solo por la situación de cuarentena sino por las consecuencias económicas que esta puede tener sobre sus vidas
Durante las emergencias humanitarias aumentan los riesgos de violencias hacia las mujeres y niñas. Según la ONU Mujeres, “La violencia hacia las mujeres es la más extendida violación de derechos humanos en el mundo” y según la OMS (Organización Mundial de la Salud) es un problema de salud pública de proporciones epidémicas (2)
Estar en casa reduce los riesgos de contagio de Covid-19 pero aumenta el riesgo de sufrir violencia, incluida la sexual, dificulta y retrasa la posibilidad de ayuda y aumenta la posibilidad de embarazos forzados y este riesgo es aún mayor en niñas y adolescentes.
El sector salud tiene un rol crítico en asegurar que las mujeres accedan a los servicios que atienden mujeres en situación de violencia durante la pandemia. Mitigar las consecuencias de la violencia sobre mujeres y niñas, identificando las mejores formas y salidas de emergencia para estas situaciones, puede salvar vidas
La salud sexual y reproductiva
Es sabido que la pandemia de Covid-19 somete a los sistemas sanitarios a una gran presión.
La OMS al tiempo que advierte la necesidad de sostener los servicios, incluye dentro de las categorías prioritarias de servicios esenciales a la salud reproductiva. Esto no es casual, fue una alerta temprana, ya que algunos estados podrían derivar recursos o suspender servicios de Salud sexual y reproductiva, para dar prioridad a la atención de las víctimas del Covid, o la cadena de suministros podría quedar interrumpida y eso impactar en los insumos como anticonceptivos, antibióticos, uterotónicos y otros
Los servicios esenciales en salud se definen como aquellos componentes indispensables dentro del sistema de salud que garantizan la salud y el bienestar, aun en contextos de emergencia, y por lo tanto no deben ser suspendidos.
Las adolescentes, mujeres adultas y personas con capacidad de gestar pueden tener serias dificultades e incluso temor de acudir a los servicios de salud en este contexto.
Conviene recordar aquí a que servicios hacemos referencia, según la OMS son: anticoncepción, atención prenatal, interrupción legal del embarazo (ILE), Infecciones de transmisión sexual y cáncer ginecológico y otros que sean demandados por su urgencia.
Una estimación basada en un escenario que considera una reducción del acceso a los servicios durante la pandemia del 10%, calcula que la disrupción en los cuidados esenciales en salud reproductiva seria catastrófica y en ese caso la disminución en la provisión de anticoncepción adecuada y oportuna producirá 15.000.000 de embarazos no planeados adicionales en el mundo, la misma reducción en los cuidados prenatales esenciales podría producir 1.750.000 complicaciones obstétricas severas, 28.000 muertes maternas adicionales y 2.591000 recién nacidos con complicaciones severas y 168.000 muertes neonatales adicionales, el no acceso a los abortos legales en el mismo escenario producirá 3.300.000 abortos inseguros adicionales y 10.000 muertes adicionales de mujeres por aborto (3).
Desde sociedades científicas, ONGs y agencias de cooperación internacional se insta a los gobiernos a facilitar y simplificar el acceso a estos servicios para una atención activa, segura y ágil y se recuerda que tanto la anticoncepción, la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) y el control prenatal, son sensibles al tiempo y su falla, o no prestación, tienen efectos negativos determinantes en la vida de las personas
El Royal College de Obstetras y ginecólogos del Reino Unido (RCOG-UK) y FIGO (Federación Internacional de ginecólogos y Obstetras) (4)(5) recomiendan por ejemplo acciones específicas para mejorar el acceso al ILE en tiempos de pandemia. La primera de ellas es manejar de forma ambulatoria, todas las interrupciones de embarazo posibles y para esto reforzar el uso de aborto con medicamentos, minimizando cualquier retraso en la obtención de la medicación.
En múltiples publicaciones se ha enfatizado también la reorientación de la atención de la salud sexual y reproductiva utilizando modalidades de asistencia a distancia para permitir un acceso inmediato y ordenado y con menos riesgos de contagio y con garantía de atención de las necesidades de las usuarias.(6)
Muchas provincias argentinas como CABA, Salta, Jujuy, Buenos Aires, Chubut, Santa Fe, Entre Ríos y Neuquén, se han pronunciado acerca de mantener los servicios de anticoncepción e Interrupción legal del embarazo. En estas directivas provinciales se recomienda adaptar los procedimientos para garantizar la provisión permanente, dada su calidad de prácticas urgentes.
La CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) en un documento de análisis (7) expresa que es necesario que todos los estados sean contundentes en sus mensajes a los sistemas de salud y garanticen insumos necesarios para la provisión de servicios de salud reproductiva, que incluyan anticoncepción regular y de emergencia, medicación para enfermedades de transmisión sexual, atención post aborto y aborto ambulatorios con medicamentos.
Por último, se insta a los sistemas de salud a implementar atención por telesalud, receta electrónica y provisión de insumos por tiempo prolongado.
Todavía no hemos llegado en Argentina a situaciones extremas con la pandemia insistamos en estar a la altura de las necesidades urgentes de las mujeres
1. States M. Gender and COVID-19. 2020;(May):6–9.
2. Estados L, Comisionada LA, Humanos D, Hu- D, Regional M, Estados L. Guía Para Proteger Los Derechos De Mujeres Y Niñas Durante La Pandemia De Covid-19.
3. Biddlecom A. Estimates of the Potential Impact of the COVID-19 Pandemic on Sexual and Reproductive Health In Low- and Middle-Income Countries. 2020; 73–6.
4. Wednesday P. Coronavirus (COVID-19) infection and abortion care. R Coll Obstet Gynaecol [Internet]. 2020 ;( April):1–33. Available from: https://www.rcog.org.uk
5. Unido R. Acceso al aborto y seguridad con COVID-19. 2020; 1–2.
6. Hussein J, Hussein J. COVID-19?: What implications for sexual and reproductive health and rights globally?? COVID-19?: What implications for sexual and reproductive health and rights globally?? 2020; 0397:1–4.
7. La Salud Reproductiva como servicio esencial de salud Documento de análisis de la Recomendación 53 Resolución 01/2020 de la CIDH (Comisión interamericana de Derechos Humanos (No Title). 2020;(No Title). 2020;
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