Columnistas
Panorama Político
19/11/2017

Un petardo debajo de la mesa

Un petardo debajo de la mesa | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Tal vez cansado de esperar sin éxito que Sapag y Gutiérrez se desgarren las vestiduras por la derrota del 22 de octubre, Pereyra optó por patear el tablero. Utilizando a Va Con Firma como tribuna, dejó sentado que está de acuerdo con la candidatura de Figueroa a gobernador.

Héctor Mauriño

[email protected]

Ya se ha dicho aquí que las derrotas no traen más que discordia entre aquellos que las padecen. Por si hiciera falta reafirmarlo, el senador y líder del sindicato petrolero Guillermo Pereyra acaba de abrir prematuramente la interna por la sucesión en el Movimiento Popular Neuquino, al afirmar que el vicegobernador Rolando Figueroa cuenta con un “amplio consenso” para ser candidato a gobernador en 2019.

En realidad, la alianza de Figueroa con Pereyra era un secreto a voces desde que el primero se instaló en la Legislatura, pero alcanzó mayor consistencia desde que el vicegobernador se negó a encabezar la lista de candidatos del MPN a diputados nacionales, dándole la espalda a un pedido del ex gobernador Jorge Sapag, su jefe en la lista Azul y quien lo encumbró en la actual administración del Estado junto al gobernador Omar Gutiérrez.

La primera ‘factura’ por la ‘indisciplina’ de Figueroa no tardó en llegar. Luego del primer revés del partido en las PASO, sus colaboradores y los de Pereyra fueron apartados de la campaña electoral -en un gesto que en alguna medida los hacía responsables de la derrota- y tuvieron que pasar a un muy discreto segundo plano.

Desde entonces, Figueroa intensificó sus movidas políticas independientes del gobierno, visitando distintos rincones de la provincia, reuniéndose con dirigentes del MPN y de la oposición, y marcado posiciones sobre los temas más espinosos de la realidad en franca confrontación con Gutiérrez.

Como era lógico de esperar cuando vino la segunda y definitiva derrota ante Cambiemos, tanto Figueroa como Pereyra hicieron conocer, aunque de manera diferente, su descontento. El vicegobernador se sacó una foto con el jefe de la oposición, Horacio “Pechi” Quiroga y el petrolero comenzó a reclamar el sistema proporcional D’hondt en las elecciones internas al tiempo que planteó -aunque utilizando otro término- de la necesidad de una autocrítica.

Ahora, tal vez cansado de esperar sin éxito que Sapag y Gutiérrez se desgarren las vestiduras, Pereyra optó por patear el tablero. Utilizando a Va Con Firma como tribuna, dejó sentado ante los ojos de todos que está de acuerdo con la candidatura de Figueroa a gobernador. Tras tildarlo afectuosamente de “negro pícaro”, dijo que el vice “visita el interior, toma contacto con la gente, es carismático y eso es lo que asusta”.

De pícaro a pícaro, lo que Pereyra quiso decir es que “el Rolo” asusta a Gutiérrez y Sapag porque seguramente se interpone en sus planes.

La respuesta no se hizo esperar. Tal vez con más alivio que pesar -después de todo se trata de un competidor- desde el entorno de Gutiérrez dijeron -palabra más palabra menos- que al echarse en brazos de Pereyra, Figueroa ha cruzado el Rubicón: abandonó la lista Azul oficialista para pasarse con armas y bagajes a la Azul y Blanca de “el Caballo”.

En la entrevista con este portal, Pereyra dijo algo más que no pasó desapercibido para sus adversarios del gobierno. Sostuvo que en 2013, “cuando alguien mandó a votar al Frente para la Victoria” en lugar de hacerlo por él -era el candidato a senador del partido-, “Rolo” le dijo: “yo no voy a votar a otro partido soy del MPN y voy a votar al MPN”. 

Cuando Pereyra dijo “alguien”, estaba hablando de Jorge Sapag. El gremialista viene diciendo hace años que esa “es la herida que no cierra” en su relación con el ex gobernador y su gente.

Ahora los ‘azules’ dan a entender que la baja performance de Alma “Chani” Sapag en las últimas elecciones -el MPN cosechó sólo el 21% de los votos- se debió en buena medida a que le patearon en contra sus propios compañeros, entre ellos Sobisch y Pereyra.

Y aunque siguen sin reconocer que en el 2013 hubo orden de poner los huevos en otra canasta, ahora han comenzado a pensar que el revés del 22 de octubre pasado no fue otra cosa que la “venganza de Pereyra” por lo ocurrido hace cuatro años.

Con todo y a pesar del petardo que acaba de tirar debajo de la mesa, Pereyra - mucho menos Figueroa- no ha roto definitivamente con el sapagismo.

Al referirse a la inocultable interna entre el gobernador y el vice dijo que “Omar” y “Rolo” tienen “perfiles distintos”, y que hay que dejar las desconfianzas de lado y esperar“que lleguen las elecciones (y) que gane el mejor”.

De paso le tiró el paquete del enfrentamiento a Sapag, “que fue quien armó esta lista”,al proponer que participe de una charla para tratar de aquietar las aguas y si eso no funciona que haya interna.

Ya se ha dicho en esta columna que el crecimiento de Cambiemos y la ostensible merma de votos del MPN presentan un serio desafío para el partido gobernante de cara al 2019. Y que Sapag deberá optar entre continuar con la consigna de la ‘renovación generacional’ respaldando por un segundo período a Gutiérrez, o tomar el toro por las astas y volver a ser candidato a gobernador.

Ahora se sabe también, que muy probablemente tendrá un escollo extra por superar: una nueva propuesta interna encabezada por Figueroa y respaldada por Pereyra.

Como queda mucho tiempo todavía y en política nunca se sabe, no faltan quienes tienden a interpretar la jugada de Pereyra y Figueroa como un intento de sentar basa para negociar, el primero para volver a integrar la fórmula con Gutiérrez -al fin y al cabo puede ser candidato a gobernador en 2023-, el segundo para que se le garantice su reelección como senador.

Dependerá, como dijo un observador político local, de cuál sea la relación de fuerzas de cada uno en el momento de tomar la decisión.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]