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A poco más de un mes de las PASO las campañas de las tres principales fuerzas -MPN, Frente de Todos y Cambia Neuquén- discurren por ahora sin graves confrontaciones y entre expectativas moderadas, teniendo en cuenta que el marco de unas elecciones legislativas para más datos en medio de una pandemia, no puede suscitar en el electorado el mismo interés que unas internas por la gobernación o por la presidencia de la Nación.
En el MPN, el aparato oficial está volcado a los candidatos de la lista Azul y en ese sector de habla de una “campaña corta”, en la que se busca agrupar a la fuerza propia y en la cual no se prevén grandes perturbaciones, entre otras cuestiones, dicen los interesados, porque la ausencia de Sobisch mantendrá la pulseada a salvo de grandes crispaciones.
Mientras trabajan con padrones, mesas y fiscales, los azulesconsideran que han caído muy bien entre los afiliados, los aires de renovación y las caras nuevas que encarna la fórmula María Eugenia “Mage” Ferraresso - Osvaldo Llancafilo.
Sin duda, el plato fuerte de las PASO neuquinas será la puja del oficialismo del MPN con la fórmula encabezada por el ex vice Rolando Figueroa y la ex directora del Sistema Integrado de Emergencias de Neuquén, Luciana Ortiz Luna.
Se dice que estos últimos están recorriendo el territorio y los barrios y aunando voluntades para dar batalla en las mejores condiciones. Con todo, aún no se advierten grandes aprestos, de este sector ni de los azules.
Entre estos últimos nadie menosprecia el poder de fuego de Figueroa, aunque no faltan quienes dicen que en esta oportunidad, a diferencia de lo que ocurrió en el 2019, Rolando no podrá contar con esa plataforma de lanzamiento que es la Legislatura e, inclusive, que ya no cuenta con la adhesión de algunos intendentes, como los de Chos Malal, el Chañar o Piedra del Aguila, que ahora pasaron a revistar en las filas del sapaguitierrismo.
Con todo, nadie piensa que la contienda vaya a ser fácil -Figueroa es una figura conocida y con cierto carisma- y en la lista oficialista admiten que los partidos “se juegan en la cancha”.
Es cierto también que el objetivo declarado de Figueroa no es ser diputado sino gobernador en 2023, y que gane o pierda en esta oportunidad, el saldo puede ser positivo para él en la medida que esta campaña lo mantiene vigente en el escenario político provincial.
El Frente de Todos marcha a estas internas con las dos principales corrientes del partido –la que se encolumna detrás del senador Oscar Parrilli y la que se referencia en el secretario de Energía Darío Martínez- bajo el signo de la unidad. Ese parece ser uno de los valores sobreentendidos, junto con la vacunación y la relativa recuperación económica, con que el oficialismo nacional quiere llegar a estas elecciones de medio término.
Sin perjuicio de que existen otras dos listas, la de Fabián Ungar y la de Asunción Miras Trabalón, no es previsible que vayan a existir grandes sobresaltos por el peso específico resultante de la unidad de los dos sectores más fuertes y con mayor número de seguidores.
La derecha, que tiene su principal oferta en la lista de Cambia Neuquén encabezada por Pablo Cervi y que cuenta con el respaldo de la UCR, el Pro y Nuevo Compromiso Neuquino vive, aunque con menor intensidad, el mismo fenómeno de dispersión y disputa descarnada que a nivel nacional.
Una interpretación posible es que, superadas las PASO, habrá la suficiente cohesión ideológica en este sector del electorado como para marchar juntos a las legislativas. Pero nadie puede asegurar que no vayan a quedar heridas, en un contexto en el que la UCR intenta recuperar protagonismo sin hacerse cargo de los desmanes del gobierno anterior y en el Pro estalla una disputa de poder entre el larretismo y los halcones de Macri.
Habrá que ver también qué pasa con el candidato de la CC Ari, que en Neuquén optó por desgajarse de la coalición original.
Así las cosas, y aunque lo más probable es que en octubre las tres bancas de diputados en juego se repartan entre las tres fuerzas principales, es posible prever también que la batalla principal será entre el MPN y el FdT.
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