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01/08/2021

Fantasmas

Fantasmas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

En la derecha neuquina nadie dormirá totalmente tranquilo, Sobisch no puede ganar, ni sumar aliados, ni sorprender a nadie, ya se sabe, pero existe y puede hacerse sentir.

Héctor Mauriño

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Jorge Sobisch volvió a la primera línea del escenario político no porque haya logrado resucitar como el hombre fuerte de la provincia que supo ser alguna vez, sino más bien por una omisión, involuntaria o no, que lo dejará fuera de las PASO pero no del todo ausente de esa puja decisiva para la política neuquina.

Peleador nato, de esos que nunca se resignarán a ser segundos, se diría que Sobisch se quedó con la sangre en el ojo desde aquel febrero de 2011 en que perdió las internas con Jorge Sapag por la candidatura a gobernador y quedó relegado a ser una fuerza menor dentro del partido provincial.

Dueño de un puñado de fichas en medio de un juego interno donde estas se cuentan por decenas de miles, el tres veces ex gobernador de la provincia y frustrado candidato a presidente de la Nación, jugó algunos años como fuerza interna residual, hasta que se cansó de salir cola–también de que lo ignoraran- y le alquiló a Daniel Baum el sello agónico de la Democracia Cristiana, sí a Baum que era ¿es? pe-ro-nish-ta.

De allí en más, Sobisch no ha logrado volver a medrar en la política neuquina pero, demasiado obcecado para admitir que su (largo) cuarto de hora ya pasó, se contenta con seguir existiendo y, si ya no sacude la estantería por la positiva, al menos nadie puede dudar de su capacidad de hacer daño.

Fue esa suerte de resignación por no ganar la que vino a juntarlo en la mesa ofertas de la política local con los náufragos del Pro, sumidos en la desesperanza por el rotundo fracaso de su jefe Mauricio Macri y en medio de la diáspora por ahora sin final que produjo la muerte de Horacio “Pechi” Quiroga.

Pero no pudo ser. La UCR, tan lastimada como los aventureros del Pro pero al menos dueña de una estructura territorial, dijo nones al polémico ex gobernador, aquel que arrollaba a quien se le pusiera delante y una vez más Sobisch se quedó sin juego.

Así las cosas, se suponía que el tres veces ex se iba a presentar con una partenaire y el locador Baum, aunque más no fuera para no perder la personería del sello, pero, oh sorpresa, se acordó tarde de acudir a la justicia electoral… ¿él, Sobisch, que se la conoce lunga,llegó tarde? ¡Vamos!

Las lecturas posibles son varias. Estaba distraído viendo las olimpíadas; barruntó que salir colano era buen negocio; apostó a disfrutar de victimizarse; o, en fin, pensará que alguien va a pagar por esto.

Entre esos alguien podría estar Pablo Cervi, el candidato de Cambia Neuquén (¡cómo cambia!), la fuerza que le cerró el camino al liderazgo vacante de la derecha local; o Mage Ferraresso, la candidata de la lista Azul de Jorge Sapag y Omar Gutiérrez, sus ex compañeros del partido que lo llevó una vez a la intendencia y tres a la gobernación, pero con el que ya no quiere saber más nada pero, eso sí, del que no se va ni nadie lo echa, por las dudas.

En el sapagismo, dicen que el ex vice Rolando Figueroa sacó el 37 por ciento de los votos en la interna de 2019 frente a Omar Gutiérrez porque, precisamente, a su lista fueron a parar algunos de esos votos de Sobisch, que no son tantos, pero se pueden hacer sentir.

Si los azules respiraban, porque esta vez Jorge Omar no iba a hacer desmanes en el gallinero, ahora han comenzado a sudar la gota gorda de nuevo. Claro que esto se dice acá, pero nadie les arrancará a los aludidos una opinión ni a favor ni en contra del eventual depredador. Si hay algo que tienen en claro es que por nada de mundo se tienen que subir al ring para pelear con él.

Tampoco deben estar tranquilos los radicales transmacristas. Sobisch puede poner algunas de sus limitadas pero al fin y al cabo contantes fichas al candidato del Ari, Carlos Eguía. En suma, en la centro derecha neuquina nadie dormirá totalmente tranquilo, Sobisch no puede ganar, ni sumar aliados, ni sorprender a nadie, ya se sabe, pero existe y puede hacerse sentir.

29/07/2016

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