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04/10/2020

Temblores

Temblores | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La sociedad espera una respuesta sobre los movimientos sísmicos de baja intensidad que se producen en los alrededores de las explotaciones no convencionales de Vaca Muerta.

Héctor Mauriño

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En 2013, cuando comenzó la carrera de hidrocarburos no convencionales con el convenio de Chevron YPF para la operación del campo Loma Campana, no pocos sectores plantearon la necesidad de que el Estado (tanto nacional como provincial) garantice un estricto control ambiental.

En el país, la explotación de este tipo de recurso estuvo vinculada desde un inicio a Neuquén y su formación geológica Vaca Muerta, entonces casi desconocida, que rápidamente demostró ser una de las reservas más ricas y de mejor calidad de hidrocarburos no convencionales. planeta.

En 2012, bajo el gobierno de Cristian Kirchner, el Congreso aprobó una ley que expropió el 51 por ciento de las acciones de YPF a favor del Estado nacional y declaró de interés público el autoabastecimiento de hidrocarburos.

La fracturación hidráulica, necesaria para extraer hidrocarburos de la roca, ya tenía muchos detractores en todo el mundo y, aunque Estados Unidos, Canadá y China la aceptaron, varios países desarrollados la habían prohibido en sus territorios. 

Pero en Argentina el imperativo del momento era recuperar la soberanía para convertir las riquezas del subsuelo en desarrollo, imperativo que sigue vigente y no se acaba materializando.

En ese momento, una de las autoridades más importantes de la provincia confió en privado que la riqueza acumulada en el subsuelo era de tal magnitud que justificaba una explotación muy intensiva y que si esto sucedía la estepa patagónica sería "como un queso gruyere".

Las mayores objeciones respecto de este tipo de explotación surgieron en torno al uso del agua, ya que el fracking requiere su empleo en grandes volúmenes, por lo que se garantizó que no se tomaría de las napas ni se volvería a inyectar en ellas y que una vez usada sería remediada.

También se tocó, aunque más tangencialmente, la posibilidad de que la fractura de la roca a alta presión tuviera efectos sísmicos pero entonces, como ahora, no estaba ni está científicamente demostrado que así sea.

Transcurridos más de cinco años desde que comenzó la explotación, grupos de científicos continúan estudiando los movimientos de baja intensidad que, al parecer desde entonces, se suceden en la zona de Añelo y Sauzal Bonito.

Los temblores comenzaron cerca de Vaca Muerta alrededor del 2015 y si bien la posibilidad de establecer una relación de causa efecto entre fracking y ellos es todavía un tema de debate entre los especialistas, son cada vez más los que se inclinan a afirmar que existe un vínculo causal. 

En enero de 2019, cuando los temblores comenzaron a afectar más seguido a Sauzal Bonito, el gobierno decidió hacer casa nuevas para los pobladores cuyas viviendas se rajaron y anunció un acuerdo con el Inpres para instalar sismógrafos en la zona.

Ya en ese entonces los geólogos consultados dijeron que se podría suponer que los sismos están vinculados a la explotación petrolera, porque si fueran naturales deberían ser captados por los sistemas de detección más importantes del mundo.

Desde junio pasado, cuando se cayó la actividad petrolera por la baja del precio del crudo y se desplomó el consumo de combustibles por la pandemia de coronavirus, no había habido sismos en la zona de Vaca Muerta y según los especialistas nunca antes había habido un periodo tan largo sin ellos desde que se hace fracking en el área.

Pero el 23 y el 24 de septiembre pasado, después de casi tres meses de tranquilidad, las poblaciones de Añelo y Sauzal Bonito se volvieron a sacudir y el hecho coincidió con cierto grado de reanudación de la actividad extractiva.

Según el registro del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), fueron movimientos de baja intensidad y se registraron a 4 o 5 kilómetros de profundidad, aproximadamente lo mismo que el de las fracturas, lo que según científicos refuerza la hipótesis relación entre fracking y terremotos.

Después de esa pausa de 90 días, la reanudación de los terremotos agrega un nuevo elemento de juicio para los científicos que estudian el fenómeno y agrega una razón adicional para que las autoridades brinden una respuesta clara al problema. No solo los habitantes de los lugares afectados sino toda la sociedad la están esperando.

29/07/2016

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