-?
La noticia sobre la baja en la calificación de la deuda Neuquina por parte de una evaluadora internacional de riesgos de inversión cayó mal en el gobierno de la provincia, que aguarda con ansiedad el resultado de la negociación que lleva adelante el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, con los acreedores de la deuda externa argentina para encarar la refinanciación de sus propios pasivos.
En la administración de Omar Gutiérrez y en las altas esferas del partido tratan de restarle dramatismo al problema del endeudamiento en dólares de la provincia. Sostienen que, a diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, la deuda neuquina es “manejable”, en parte porque afecta menos el producto bruto geográfico de Neuquén que la deuda nacional el PBI argentino, y en parte porque acá existe la garantía de las regalías.
A despecho de las críticas que formulan dirigentes opositores y observadores políticos a los gobiernos del MPN por su fuerte tendencia al endeudamiento, las autoridades locales sostienen que el problema actual de la provincia es la caída internacional de la demanda de combustibles por la catástrofe del Covid 19.
Las autoridades locales y los dirigentes del partido gobernante rechazan las críticas sobre la tendencia al gasto excesivo y la mentalidad rentista que a juicio de muchos caracteriza el modelo local. En cambio cargan las tintas sobre el bajo índice de coparticipación que recibe la provincia y la inédita caída de la recaudación por la retracción económica que produjo el Coronavirus.
Sostienen con marcado optimismo que una vez superadas las consecuencias económicas de la pandemia, Neuquén se encontrará en condiciones inmejorables para duplicar su producción de petróleo e incrementar sensiblemente la de gas. “Cuando Jorge Sapag asumió en 2007 la provincia producía 50 mil barriles por día y gracias a los no convencionales hoy produce 160 mil, pero en dos o tres años podría estar cerca de los 300 mil”, recitan.
Destacan que las calificadoras de riesgo funcionan en sintonía con los inversores extranjeros, que apuestan a “comprar más baratos lo bonos neuquinos porque saben que no bien el país renegocie su deuda se irán para arriba”.
A pesar de la reciente decisión nacional de restablecer el barril criollo, en el gobierno neuquino reclaman “mayor coherencia” en la política para el sector. Esto independientemente del alineamiento que vienen practicando con la administración de Alberto Fernández.
Por caso, el gobernador no sólo se entrevistó la semana que concluye con el Presidente y reiteró la voluntad de marchar juntos, además anunció su respaldo al proyecto de Reforma Judicial que está impulsando Fernández.
La que dio una pista sobre la búsqueda de un equilibrio en la relación, que los coloque en buenos términos con el gobierno nacional pero que no los deje ‘pegados’ fue la diputada nacional Alma “Chani” Sapag, hermana del ex gobernador Jorge Sapag, líder indiscutido del sector mayoritario del partido.
En su intervención durante el informe de la semana pasada del Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, “Chani” lo elogió, le dispensó un trato familiar y hasta le recordó la buena relación que existió en su momento entre su padre, Elías Sapag y el abuelo de “Santiago”, Antonio Cafiero, pero al mismo tiempo desgranó un tono de reproche.
El reclamo iba dirigido, cuándo no, a la política petrolera y aunque “Chani” Sapag no lo aclaró, estaba referido a denuncia penal realizada por el actual interventor del Enargas, Federico Bernal, contra el ex ministro de Energía Juan José Aranguren por la dolarización de las tarifas entre 2017 y 2018.
Aunque muchos no dudan en pensar que aquella decisión fue una iniquidad para con todos los usuarios, en el gobierno neuquino y sus adyacencias consideran que la decisión de Bernal lo único que logra hoy, en medio de la crisis pandémica, es “paralizar” la industria.
A contrapelo de las críticas al alineamiento automático de los gobiernos del MPN con las sucesivas administraciones nacionales, que tan pronto se manifiesta en el seguimiento a neoliberales depredadores como Mauricio Macri, o reformadores nacionales y populares como Néstor y Cristina Kirchner, en círculos áulicos de ese partido explican que el sistema federal argentino es en buena medida una ficción y que si no fuera por las buenas relaciones con las distintas gestiones que pasaron por la Casa Rosada, la provincia ya estaría fundida.
No obstante, y más allá de ese pragmatismo de hierro, dejan sentado que hay una marcada simpatía por la figura del actual presidente y adhesión al rumbo que en general le está imprimiendo a la política en materia económica y social.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite