Por eso es muy valioso y oportuno detectar y rescatar todas las ideas y propuestas sustentables, que en esa dirección puedan aportar los responsables político-gubernamentales.

Justamente por estos días se escuchan algunas voces del gobierno provincial proponiendo alternativas sustentables de mediano y largo plazo, donde el mismo gobernador y algunos de sus funcionarios instrumentan medidas en esa dirección. Rolo sabe de desequilibrios territoriales, ha vivido desde su juventud los rumbos de una producción con agregado de valor local y también ha sufrido los embates del despoblamiento del interior provincial, la anarquía empresaria sembrada sin control, el debilitamiento de las energías regionales y la violenta y desproporcionada concentración de gente en la Confluencia tercerizada y conurbada, donde queda mas que claro que no se trata solamente de un asunto territorial, sino también de mal desarrollo humano.

Vemos la implementación de una regionalización que al menos fortalece organizativamente las fuerzas de las alternativas productivas y en la misma dirección, escuchamos como el gobernador en su última visita al nodo insustentable de Cutral Co- Huincul planteaba que en el horizonte complejo que se avecina, el gobierno provincial ha puesto su foco en “generar el desarrollo post Vaca Muerta” para que “no suceda lo que está pasando hoy en Chubut, donde nadie pensó qué venía después del petróleo y el gas, y eventualmente, los que allí intentaron regionalizar y rescatar las economías del interior provincial, fueron barridos del escenario gubernamental.

Aquí, el gobernador propone “invertir bien en educación, salud, seguridad, infraestructura y políticas sociales que nos permitan generar una redistribución que tiene que venir de la mano de este Vaca Muerta que algún día se va a terminar”.

Pero no se ha quedado tranquilo con aquellas formulaciones en la comarca ex petrolera, porque en el 60 aniversario del COPADE volvió a resaltar que Neuquén tiene que aprovechar su última oportunidad histórica de la mano de la planificación y la defensa de la neuquinidad “como nuestra forma de vida”. Valoró la propuesta de crear un ministerio de Planificación y resaltó que la Provincia está ante su “última gran oportunidad histórica”. En ese sentido, dijo que Neuquén tiene que monetizar lo que está en el subsuelo, utilizando las regalías para construir la provincia post Vaca Muerta y acordar con las operadoras de la cuenca neuquina las inversiones para el desarrollo de la infraestructura necesaria: “Estamos desarrollando con la industria una fuente de financiamiento específico para la infraestructura que necesitamos “Esto nos permite planificar el más allá -dijo- pero pensando en los nuevos desafíos y con estadísticas en la mano.

En el mismo evento recordatorio, otros funcionarios agregaron que “el COPADE es un organismo que hay que valorar y rescatar porque ha sido muy importante en la historia y ahora lo estamos poniendo de cara al futuro, transformado en ministerio para los nuevos desafíos y las nuevas miradas de un Neuquén totalmente diferente al que conocimos”.

Figueroa instó a fortalecer la gobernanza y la regionalización, argumentando que solo a través del trabajo conjunto se puede lograr un verdadero desarrollo provincial.

Estos 60 años del COPADE se presentan como una oportunidad no solo para reflexionar sobre los logros del pasado, sino también para establecer una hoja de ruta clara hacia el futuro donde aparece la visión de un Neuquén que defiende su identidad y promueve un crecimiento armónico y sustentable

Más allá de cualquier eventual oportunismo político, nos quedamos con las profundas formulaciones hacia una planificación fortalecida y sobre todo con esa valiente propuesta (no muy escuchada) de que los responsables del desarrollo extractivo insustentable no se vayan sin antes financiar la reconversión del futuro regional.