“A confesión de parte. . . relevo de pruebas. . .”. Este dicho, común en el ámbito judicial, tribunalicio, sostiene que si un imputado reconoce su accionar contra la ley, y confiesa su responsabilidad en un ilícito, no hace falta más prueba para analizar su situación procesal y el juez puede resolver el caso sin más trámite. Que es, en general, una sentencia condenatoria más indulgente, por el atenuante de la colaboración del confeso.

Pero fuera de ese ámbito forense también puede servir de referencia en otras esferas, como el periodismo o la política. Por eso me parece pertinente analizar el eslogan del partido provincial, "Juntos podemos más", que acompaña todas sus publicidades. Una municipalidad, la de Bajada del Agrio, coincide en 'Juntos' y en 'podemos' pero no la incluyo en el análisis porque no es igual, no es textualmente completa.

El estructuralismo gramatical de los ‘60 y ‘70 se acerca a la psicología, y como en una autopsia, observa los textos informativos, propagandísticos o literarios, y los trata como elementos independientes, primero, para sumarlos unidos, más tarde. En el caso que observo, el eslogan en crisis, tiene 3 patas, o ideas base, que son bien detectables como en los actos que los sicólogos denominan 'fallidos', porque son involuntarios o porque no siguen los cánones de la discreción mediática. Veamos.

Juntos, ¿qué es Juntos, a qué se parece, cómo puede interpretarse? Pues del originario 'Cambiemos", pasando por 'Juntos por el Cambio", hasta el actual "Juntos" en la provincia de Buenos Aires, connota al término como decididamente 'anti K', para no identificarlo directamente como gorila. ¿No advirtieron los creativos de la publicidad de Gutiérrez, los Koopmann y Jorge Sapag que el concepto podría ser entendido como una actitud de reserva u oposición ante el gobierno nacional? ¿O esa fue la intención de despegarse de una relación más amigable? Lo incontrovertible es que 'Juntos' no es un adjetivo que vaya de mano del Frente de Todos. Pero es la primera palabra que encabeza el eslogan y que convoca y ordena a las otras dos.

Podemos. Significa como vocablo aislado una aptitud para operar favorablemente en acciones de gobierno. Pero, los mismos creativos del eslogan, ¿desconocen que en España hay un gobierno que responde a esa organización política, que preside Pedro Sánchez, con desempeño progresista, de izquierda? ¿O es una demostración de que una minoría subsiste en el partido, más próxima al peronismo?

Más. Finalmente, el tercer término se acerca a las siglas que en la región identifican las ideas socialistas, difundiendo y sosteniendo los movimientos políticos que están recuperando vigencia popular y existencia plena en las últimas elecciones en Latinoamérica. Como en Chile, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Honduras (en este caso con la elección de la presidenta izquierdista Iris Xiomara Castro, con el 52 % de votos, esposa del derrocado José Manuel Zelaya). Más, o el Más, no es compatible con el conservadurismo del partido provincial. Es contradictorio con su ejercicio de gobierno.

Vuelvo al estructuralismo gramatical. Para exponer la duda que me origina leer el eslogan. Los tres vocablos tienen que ser entendidos como bloques separados. Y juzgarlos así, como acepciones independientes. ¿O los creativos del MPN tienen como finalidad la prevalencia del 'Juntos' anti K, rechazando toda proximidad ideológica con el gobierno nacional?