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Entrevistas
18/02/2018

Horacio Quiroga

“En Neuquén, Cambiemos nació con los pantalones largos”

“En Neuquén, Cambiemos nació con los pantalones largos” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Foto: David Pablo Sánchez

Aunque no lo afirma, el intendente de Neuquén no descarta ir por la gobernación en 2019. Admite que en el gobierno nacional ven con buenos ojos al gobernador Omar Gutiérrez y podrían apoyarlo en la búsqueda de la reelección. Pero advierte que los partidos que integran la coalición en la provincia harán valer su opinión.

Héctor Mauriño

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El intendente de Neuquén y principal referente de Cambiemos en la provincia, Horacio Quiroga, no descarta que el gobierno nacional termine apoyando la reelección del gobernador Omar Gutiérrez. Por eso mismo, advierte que cuando llegue el momento de elegir el candidato, los partidos que integran la alianza harán pesar su opinión, porque en Neuquén “Cambiemos nació con los pantalones largos”.

Aunque se declara “el primer oficialista”, ‘Pechi’no se anda con vueltas para criticar al gobierno nacional por la inflación, el déficit y la desocupación, y si bien reconoce que se trata de problemas estructurales, aclara que no se toma seriamente lo del “gradualismo”.

-Después de las elecciones del año pasado en las que ganó Schlereth parecía que Cambiemos se iba a comer a los chicos crudos, ¿todavía cree que pueden ganar la gobernación en 2019?

-El que con una elección cree que se come a los chicos crudos está en el horno porque en política no hay muertos, el que cree lo contrario es porque no entiende de qué se trata. El triunfalismo es lo peor que puede pasar porque en política se gana y se pierde, y el que gana y lo toma de manera eufórica puede correr el riesgo de apunarse en el cordón de la vereda.

Además aclaro, el resultado de la elección legislativa no tiene nada que ver con el resultado de 2019, el que ganó ahora no quiere decir que gane en el 2019 y el que perdió no quiere decir que vuelva a hacerlo, esto es borrón y cuenta nueva.

Yo por lo menos lo analizo desde este punto de vista. Creo que la gente ha votado sin pensar en el corto plazo y sin pensar en la ansiedad. Si hubiera votado por ansiedad y corto plazo tendríamos que haber perdido por muerte las elecciones, porque los grandes problemas están en vías de solución pero no se resuelven.

La inflación no se resuelve, si bien los índices dicen que no ha bajado la desocupación, puede haber aumentado algo pero no mucho; el déficit del Estado no ha bajado, al contrario, ha crecido. Hay una decisión del gobierno nacional, que ha sido muy bien analizada, que habla del gradualismo. Esto me hace acordar a cuando estaba de moda el consenso. Nosotros creíamos que era la palabra mágica, consenso a la una, consenso a la dos, consenso a las tres y mágicamente se resolvían los problemas. Ahora es el gradualismo a la una, gradualismo a las dos, gradualismo a las tres y se resuelven los problemas. No creo ni en el consenso ni en el gradualismo, porque me parece que acá hay que resolver cuestiones estructurales muy complejas y que, bueno, ojalá podamos avanzar.

-No me diga que se va a pasar a la oposición…

-(Risas). Noo, no, no. Yo soy el primer oficialista…

-Usted se precia de gobernar una municipalidad que no está endeudada pero el gobierno de Macri tiene un déficit histórico y ha multiplicado el endeudamiento, ¿qué es lo que le parece bueno de esa forma de gobernar?

-Nosotros no sólo no tenemos déficit sino que tenemos superávit y veo la necesidad de que el gobierno nacional disminuya el déficit, porque el déficit necesita financiamiento, el financiamiento puede ser con toma de crédito o espurio, con emisión y endeudarse para inversiones no me preocupa pero endeudarse para sostener gastos corrientes…

He sido un crítico del gobierno de la provincia, que se ha convertido en especialista en renovaciones de deudas. Cada vez que tiene que pagar sueldos o hacer algún gasto corriente, ve cómo pueden renovar deuda para bajar los intereses. Eso hay que terminarlo. En mí equipo de gobierno la palabra déficit no existe, el que la pronuncia tiene la renuncia aceptada.

-¿Se siente con voluntad de ser candidato a gobernador en 2019?

-La verdad es que siento la voluntad de seguir haciendo política. Creo que hay que pensar en la inclusión de otras generaciones, de gente más joven que tome la posta. Además hace falta alguien que garantice reemplazar al MPN y a mí me encantaría ser el director técnico o aunque sea el masajista del equipo que lo logre.

-Eso suena demasiado modesto. Hay muchos que opinan que buena parte de los votos que permitieron el triunfo de Cambiemos en octubre son suyos…

-Yo creo que hay un voto de adhesión a la política nacional, al presidente de la República, y me parece que en ese combo yo voy prendido adentro… Pero hoy me obsesiona terminar con mi plan de gobierno, que es demasiado ambicioso… Yo duermo levitando cinco centímetros arriba del colchón… ¿Por qué? Porque es tanta la ansiedad que tengo de terminar todos los proyectos que nos hemos impuesto, y encima yo creía que había cerrado la lista y siempre me aparece una idea nueva, de algún loco que me trae algo que me entusiasma, y como yo también soy medio loco entonces me enamoro de otro plan más…

En serio, yo creo que hay que ver qué quiere la sociedad neuquina, porque yo no estoy de acuerdo con eso de seguir a la gente para decir lo que quiere y hacer lo que quiere. Eso es como andar diciéndole a cada uno lo que tiene ganas de escuchar para cambiárselo por el voto y yo, a esta altura del partido soy un sexagenario que no tengo que andar diciéndole a nadie lo que tiene ganas de escuchar.

Por ahí, algunas de las cosas que yo tengo ganas de decir no tienen el suficiente apoyo en la provincia. Por ejemplo, la revolución educativa. Nosotros no podemos continuar con este sistema de educación porque lo único que estamos forjando son ignorantes y desocupados. Esta provincia tiene el sistema de educación privatizado, no hay educación pública porque está la privatizada a través de los establecimientos privados o de ATEN, que termina siendo privada. El Estado no maneja la educación.

-Volviendo al tema de la candidatura a gobernador, ¿usted no sabe lo que quiere la gente o teme no tener suficiente respaldo por parte de Macri?

-No, no me preocupa eso por lo siguiente. Cambiemos nació con los pantalones largos en Neuquén. Esto significa que vamos a considerar todas las opiniones que expresen los cuatro partidos que componen la coalición. Vamos a recibir las opiniones, obviamente, del gobierno nacional, cómo no las vamos a recibir, pero también él va a recibir las opiniones nuestras. Cambiemos de Neuquén tiene los pantalones largos y va a saber resolver en el marco de la armonía, el espíritu de construcción y la vocación de gobernar, las cosas que tiene que resolver.

-Muchos aprecian que el gobierno nacional ve con buenos ojos al gobernador Gutiérrez y en ese contexto no se puede descartar que, entre hacer una mala elección y tener un buen aliado, termine por respaldarlo en la reelección. ¿Usted cómo lo ve?

-Yo eso no lo descarto porque, en realidad, desde 1983 los gobiernos nacionales, con respecto a Neuquén, siempre han hecho lo mismo (risas). En el año1987 Alfonsín vino a Chos Malal, fue cuando dijo aquella famosa frase “A vos no te va tan mal gordito”. Nosotros íbamos a competir con el ingeniero Salvatori, candidato a gobernador del MPN y Raúl, con todo el afecto y la devoción que siempre le tuve, ese día dijo “vengo a la provincia donde está el mejor gobernador de la Argentina”… y la verdad es que me erizó la piel, pero no de emoción sino de bronca.

Después vino Menem, que al PJ no lo consideraba mucho porque arreglaba con el MPN, con Jorge Sobisch. Luego vino De la Rúa, que nos recibió una sola vez. Íbamos a pedirle un crédito del Banco Nación pero nos arrancaba la cabeza con la tasas, la verdad es que no nos dio mucha bola tampoco.

Después vino Néstor Kirchner, cuya relación con Sobisch no era buena y si bien es cierto que por un lado me apoyaba a mí, por el otro lo subía al palco a Jorge Sapag, que en ese momento no tenía ningún cargo, en todos los actos oficiales. Cristina, se manejó directamente con Jorge Sapag y el Partido Justicialista.

Y el gobierno de Cambiemos, empezó con una gran relación con el gobernador de la provincia, con mucha cercanía. Por eso digo que con la experiencia que yo he tenido durante tanto tiempo, Cambiemos de Neuquén nació con los pantalones largos.

-¿Quién es su pollo para la sucederlo intendencia? Sabemos que hay varios, pero no quién es su preferido y la impresión es que no es Bermúdez…

-En realidad hay tantos pollos que esto ya es un gallinero (risas). Y quiero evitar la parte negativa del gallinero, quiero que sea un gallinero ordenando, disciplinado, con capacidad de diálogo, para que el pollo más fornido pueda ser el candidato.

El último que ha manifestado su intención de serlo es Juan Monteiro, el diputado provincial, que me llamó para decírmelo y yo le dije: cuando las intenciones son sensatas y sinceras hay que meterle, porque la primera condición para hacer algo en política y especialmente para ser intendente, es tener muchas ganas.

Así que está él, obviamente Marcelo Bermúdez, un hombre que forma parte de nuestro equipo desde cuando estaba en Recrear y lo llevamos nosotros porque él estaba flojito de papeles. Es más, participó de nuestras reuniones en 2011, cuando había sido expulsado del Pro. Y sin embargo yo creo que Marcelo es una persona valiosa, tiene capacidad de gestión y mucha capacidad de laburo, le mete muchísimas horas.

José Luis Artaza, que es un hombre que ha estado frente al manejo económico de la comuna con un muy buen resultado. Y después hay alguien que no podemos desconocer si tiene voluntad de ser, que es Guillermo Monzani. Es el único que ganó una elección intermedia. Nunca cuando yo fui intendente –tampoco cuando fue Farizano- el oficialismo ganó una elección intermedia.

Y obviamente no se puede desconocer el crecimiento exponencial que ha tenido David Schlereth…

-Le iba a preguntar si no lo contaba entre los pollos… ¿o va a ser candidato a gobernador?

-También puede serlo. Creo que Cambiemos tiene que tener candidatos para todo, hasta para cafetero general del gobierno (risas).

-Conociendo su manera de pensar, ¿por qué no considera a Rioseco un maldito populista?

-Primero quiero decir que el negro ramón Rioseco es un amigo. Numero dos: comparto su criterio de administración, porque fue muy exitoso y es muy parecido al que hemos tenido nosotros: no tiene déficit, tiene superávit, invierte en obras, mejora la calidad de vida de los vecinos… Ahora, él tiene un discurso que yo no comparto y yo tengo otro que a él no le gusta, pero menos nos gusta a los dos que siga gobernando el MPN.

A veces alguno está preocupado en Nación y viene y me dice: “che, tu relación con Rioseco… Y yo le respondo: ¿cuál es el problema? ¿Rioseco fundió la provincia? Son ustedes los que se relacionan con los que fundieron la provincia…

-¿En Cambiemos piensan que pueden ganar la provincia sin alianzas, por ejemplo sin Rioseco?

-Bueno esta es una de las cosas que tiene que definir Cambiemos provincial, porque no nos olvidemos que está constituido por cuatro partidos políticos, donde también puede haber diferencias adentro de cada uno de ellos. Yo les he pedido que resuelvan sus problemas internos para no trasladarlos a Cambiemos. Como presidente, tengo la obligación de administrar, entre otras cosas, las ansiedades de los partidos y de las personas. Por eso me quiero mantener medio al margen de alguna candidatura, me da mayor defensa para poder armonizar y administrar estas ansiedades. Ahora, también deberán comprender que si Cambiemos tiene como objetivo gobernar la provincia, habrá que hacer lo que haya que hacer para ganar.

No es sumar por sumar, sino hacerlo de acuerdo a la acción de gobierno que haya llevado adelante cada uno. Con el negro hasta disfruto cuando discutimos porque yo lo trato de populista de cuarta, demagogo, y él me dice ‘vos que sos de derecha, autoritario, neoliberal’, pero luego vamos a los números de Neuquén y Cutral Co y la verdad es que discutimos y nos peleamos para entretenernos.

-Todas las consultoras coinciden en la caída de la imagen del presidente, ¿no le parece que algunas cosas se están haciendo mal?

-Yo creo que lo que puede estar fallando es la política. Gobernar es tomar decisiones políticas y comunicar, obviamente con el respaldo de técnicos eficientes. Yo he encontrado gente muy capaz en el gobierno nacional, pero me parece que hay que insistir con la política y con la comunicación.

29/07/2016

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