Hugo Yasky, diputado nacional de Unidad Ciudadana elegido en las últimas legislativas manifestó que el gobierno “quiere ser el arquitecto del mapa opositor para seguir gobernando la Argentina sin tener enfrente ninguna fuerza que lo condicione”.

Pero consideró que su fuerza política tiene que “reafirmar la voluntad de construir una clara referencia opositora” que tenga “la máxima amplitud posible” para modificar las políticas “que están produciendo mucho daño a los más vulnerables”.

El secretario general de la CTA de los Trabajadores indicó que “el gran blindaje mediático empieza a mostrarse ineficiente para ocultar la realidad como el gobierno necesitaría” y agregó que al pueblo “no se lo puede engañar simplemente con políticas de marketing”.

“De a poco, la imagen” de Cambiemos “se va a ir descascarando y va a ir mostrando la realidad de un gobierno que está pensado para favorecer al sector más rico de la población”, concluyó en este diálogo con .

-¿Cómo analiza este comienzo de año del gobierno y el rumbo de la economía?

-Hasta hace unas semanas, antes del anuncio del cambio de metas de inflación, que fue una admisión del propio fracaso del gobierno, se habían aferrado a los números del Presupuesto y desde los distintos bloques de la oposición denunciamos que era una fantasía. Argentina sigue estancada y los despidos son la cara de este estancamiento y de esta recesión económica. Y el gobierno sigue con su política de favorecer a los sectores más ricos de la población, luego de haberle quitado a los jubilados 100.000 millones de pesos modificando la fórmula de movilidad para luego favorecer a los sojeros con otra baja de retenciones; lo que muestra claramente hacia dónde apuntan las medidas.

-¿Cree que los aumentos y los despidos responden a medidas pedidas por el Fondo Monetario Internacional?

-Se trata de una clara imposición del FMI; la política que aplica el gobierno responde a ese recetario. De hecho, la máxima referente del organismo, ni bien se aprobó la modificación de la ley previsional, planteó que ahora era necesario un nuevo paso hacia la privatización del sistema jubilatorio. La política que se está llevando a cabo con respecto a la austeridad fiscal que se le impone a las provincias y las altas tasas de interés que conviven con una inflación que el gobierno no puede contener y que por eso modifican las metas que ellos mismos se habían propuesto; todo eso también forma parte del recetario que el FMI promueve e impone en distintos países del mundo y en casi todos los países de América Latina que están sujetos a su mandato y que lamentablemente tenemos de vuelta entre nosotros. Argentina ha pasado a ser, además de todos los males que describimos, el principal país en América Latina en términos de tomar deuda externa, es decir, las disposiciones del Fondo monetario tienen que ver con la dependencia que genera el alto endeudamiento que la Argentina exhibe en este momento.

-¿Cómo cree que va ser el el 2018 desde el punto de vista del sector sindical?

-Marzo y abril van a ser meses donde se va a instalar muy fuerte la disputa salarial en torno a las paritarias; un sindicato muy importante del sector público como el docente tiene que discutir paritarias y el gobierno va a tratar de imponer esas cifras ridículas a esta altura del partido para que los salarios cedan varios puntos con respecto a la inflación. Y los trabajadores y las organizaciones sindicales vamos a defender el poder adquisitivo del salario y eso nos va a llevar al conflicto. El gobierno está plantado de una manera en la que no es posible imaginarse paritarias que cierren sin conflicto, y por otro lado la insistencia en plantear la reforma laboral como una suerte de agenda que forma parte de su política de Estado también va a abrir un frente de conflicto. Y a la vez se está gestando una suerte de multisectorial de distintos sectores del sindicalismo que vamos a dar pelea y vamos a enfrentar esta política.

-¿De qué manera el gobierno va a plantear la negociación por la reforma laboral?

-La perspectiva en primer lugar, es que Unidad Ciudadana tiene que reafirmar la voluntad de construir una clara referencia opositora en todo el país y hacerlo con la máxima amplitud posible. Pero el gobierno quiere modelar a la oposición, quiere ser el arquitecto del mapa opositor para seguir gobernando la Argentina sin tener enfrente ninguna fuerza que lo condicione o que lo obligue a modificar sus políticas. Creo que la tarea que tenemos nosotros como fuerzas de oposición es hacer lo contrario, garantizar una acumulación que nos permita sostener, no solamente una actitud testimonial sino para incidir en la modificación de las políticas que está produciendo mucho daño a los más vulnerables.

-¿Cómo califica la denuncia penal que le hizo el Ejecutivo a los diputados de Unidad Ciudadana y del Frente de Izquierda?

-Es una actitud extorsiva sabiendo que tienen a su merced a los jueces federales que son una especie de infantería que utilizan para judicializar la política y sobre todo para tratar de generar cierto grado de intimidación en los sectores opositores; pero no tienen ninguna posibilidad de paralizar la acción de Unidad Ciudadana.

-¿Cómo ve el papel de los grandes medios de comunicación que esta semana jugaron muy fuerte a favor del gobierno, con el aumento del transporte por ejemplo?

-En estos días en las encuestas de opinión que se hacen en el Conurbano Bonaerense, en la Capital Federal, en grandes ciudades como Rosario y Córdoba, ha habido una caída muy fuerte de la imagen positiva del gobierno y del presidente Macri en particular. El gran blindaje mediático empieza a mostrarse ineficiente, incapaz, impotente para ocultar la realidad como el gobierno necesitaría. El pueblo argentino tiene una larga experiencia en situaciones como esta, no se chupa el dedo, no se lo puede engañar simplemente con políticas de marketing y de a poco, como está surgiendo ahora, la imagen del gobierno se va a ir descascarando, va a ir mostrando la realidad de un gobierno que está pensado para favorecer al sector más rico de la población.