“Los estamentos públicos no necesitan tener superávit porque no son una empresa que necesita tener ganancias”, definió la candidata a concejal de la ciudad de Neuquén Nora Díaz, de Unidad Ciudadana, en implícita crítica al intendente Horacio Quiroga. Dijo que el Estado municipal “necesita tener las cuentas equilibradas”, pero “sus ingresos debe volcarlos en obras” para “mejorar la calidad de vida”.

Aseguró que en el Concejo Deliberante su sector se opondría “absolutamente” a que el Instituto de Previsión Social Municipal sea transferido a la Anses, advirtió asimismo que “están viniendo por el sistema jubilatorio” como en los años ‘90, y sostuvo que quienes integran el gobierno actual en Neuquén capital “son Macri en la ciudad”.

Licenciada en Economía, Díaz contó en esta entrevista que estudia la “economía feminista” y explicó, por ejemplo, que “los hombres ganan en promedio 25% más que las mujeres por iguales tareas”, y que “las mujeres sufren más el desempleo y también sufren más la pobreza cuando son jefas de hogar”. Además, desarrolló el concepto de “derecho a la ciudad” que su espacio político destaca.

-¿Cómo llegó a esta candidatura? ¿Desde su trabajo en la universidad?

-Yo soy licenciada en Economía y la economía tiene estrecho vínculo con la política, eso es lo que yo siempre explico en clase. Todas las decisiones de la política tienen que ver con la economía y toda la historia pasa por la economía y tiene vínculos. Entonces me pareció que era importante poder explicar a la gente en forma sencilla como eran estas cuestiones económicas lo cual me fue poco a poco acercando a la política, igual también adhería al proyecto nacional y popular. Y a mitad de año, antes de las internas, me convocó Marcelo Zúñiga para acompañarlo en su fórmula, y me pareció que especialmente en este momento político y económico que está atravesando el país había que comprometerse un poco más. Así que bueno puse a disposición de una actividad en principio ciudadana todo lo que yo había podido aprender, comprender, estudiar y aplicarlo a la política.

-Ustedes suelen hacer alusión a lo que llaman el “derecho a la ciudad”. ¿A qué se refiere?

-La ciudad es el lugar donde vivimos, trabajamos y generamos actividad económica- ya sea trabajando, consumiendo- además todos pagamos tasas, impuestos, es decir que aportamos a las arcas públicas para conformar el territorio donde vivimos. que son las tierras públicas, los lugares que compartimos para desarrollar nuestra vida, más allá de nuestra casa. Los lugares de recreación y los servicios a los que podemos acceder. Entonces, somos aportantes a un lugar común que es nuestra ciudad. Sin embargo, no todos recibimos de la misma manera los derechos. Pareciera que los derechos no son para todos iguales cuando recorremos los barrios y vemos que la población no tiene el mismo acceso a la ciudad, pareciera que no tienen el mismo derecho para acceder a servicios, a electricidad, el agua en condiciones, acceso a la recreación, de eso se trata el derecho a la ciudad. Al derecho a vivir mejor, a disfrutar los espacio en común y a tener acceso todos los servicios para tener una vida cotidiana en comunidad, para compartirla en igualdad de condiciones.

-¿La municipalidad tiene la obligación de garantizar ese derecho a la ciudad a sus habitantes?

-Sí, por supuesto, el Estado municipal. La otra vez me decían ‘que raro, hace mucho no se escuchaba hablar del Estado municipal’. Y sí, el Estado en todos sus estamentos tiene que ver en nuestra vida, y el Estado municipal en lo concreto, en lo local, en lo cotidiano. Es el primer lugar al que acude el ciudadano cuando necesita algo o tiene algún problema. El gobierno local tiene que saber administrar. Recauda los impuestos, ¿y cuál es el objetivo? No es ganar plata o tener superávit, porque no es una empresa, sino brindarles una mayor calidad de vida a todos los ciudadanos.

-El gobierno municipal actual anuncia que termina los ejercicios anuales económicos con superávit, y al mismo tiempo ustedes plantean que a la ciudad le falta infraestructura, acceso a los servicios. ¿Cómo se convive con eso? ¿Superávit por un lado y deudas por otro?

-En principio, lo que hay que decir que los estamentos públicos no necesitan tener superávit. No son una empresa que necesita tener ganancias. Por lo tanto, necesita tener las cuentas equilibradas para no pasarse al otro lado. Pero los ingresos que tiene debe volcarlos a estas cuestiones para mejorar la calidad de vida. En realidad, si uno sale del centro y se mueve de los barrios cerrados como Rincón de Emilio, Rincón Club de Campo, bueno, ahí hay una contradicción bastante clara, vemos una ciudad muy desigual. Hay lugares muy lindos, hermosos paseos, a los cuales la gente no puede acceder porque tienen muy mal los transportes, tiene las tarifas más caras de la Patagonia y la segunda más cara del país en boleto de colectivo. Ni hablar de barrios como Colonia Nueva Esperanza, que tienen problemas de agua y se corta la luz todos los días. Uno va a Cuenca XV y ve que las calles son un desastre, que los colectivos pasan muy poco, la gente tiene que estar esperando para ir a su trabajo. Es decir que estamos en una ciudad tremendamente desigual.

-En cuanto al Instituto de Previsión Social Municipal, el concejal Francisco Sánchez manifestó que lo mejor que podía hacer la municipalidad sería pasarlo al Anses, y equiparar la edad jubilatoria con la de aquellos que se jubilan por Anses. ¿Qué opinión le merece?

-La famosa adecuación. Bueno, ahí lo que vemos claramente es el alineamiento que hay entre el gobierno municipal con el gobierno nacional. A veces nos olvidamos que son Cambiemos y siguen la línea de las políticas de Macri. Son Macri en la ciudad. Están viniendo nuevamente por el sistema jubilatorio. Así como en los años ‘90 lo tomaron para pasarlo a las AFJP y que el sector financiero hiciera sus negocios, ahora debemos “armonizarnos”, como dicen ellos, adecuarnos. Y quieren que las cajas provinciales vayan todas a Nación. Con lo cual con esa reforma ya nos están haciendo la cabeza con que vivimos mucho y aportamos poco tiempo porque después vivimos más para aumentar la edad jubilatoria. Quieren además quedarse con todos los ingresos en una caja nacional que ellos puedan manejar y es probable que compartiendo esa ideología terminen reprivatizando las cajas. Nosotros, desde Unidad Ciudadana estamos totalmente en desacuerdo, perdemos autonomía como provincia, perdemos autonomía como ciudad.

-Eso de todas maneras tendría que pasar por el Concejo Deliberante. Si Unidad Ciudadana estuviera representada en el Concejo, ¿no lo va a acompañar?

-Absolutamente nos vamos a oponer. Yo creo que la caja de los municipales que la han manejado toda la vida y muy bien, debe quedar para los municipales y manejar su propia jubilación.

-Usted es mujer y economista. Desde la perspectiva de género, ¿cómo o dónde se puede visualizar más desde la economía esa desigualdad entre hombre y mujeres?

-Ultimamente me he dedicado a la economía feminista, y allí lo se analizan son estas desigualdades que no se dan solo en la economía sino en otros ámbitos. Como decíamos antes, todo tiene que ver con la economía y la economía tiene que ver con el poder. Entonces, podemos ver las grandes desigualdades, por empezar, en el ingreso de las mujeres cuando trabajan. Los hombres ganan en promedio 25% más que las mujeres por iguales tareas. Las mujeres, además, sufren más el desempleo, sufren más la pobreza cuando son jefas de hogar. El desempleo porque si están en edad fértil tienen menos posibilidad de ser contratadas. El empleador está pensando si va a tener que pagar una licencia por embarazo y va a salir corriendo si le pasa algo a los hijos. Todavía tenemos esa desigualdad, la mujer todavía ocupa el triple de tiempo que los hombres para los cuidados del hogar, de los niños y ancianos. Aun cuando también trabajan fuera del hogar, e incluso si el hombre está desempleado, igual se ocupa mucho más tiempo la mujer. Lo cual nos resta energía y tiempo para trabajar en tareas remuneradas, porque lo que hacemos en el hogar no está remunerado. Además, la mujer que no tiene trabajo remunerado pierde independencia, y vemos en los casos de violencia que las mujeres tienen dificultad para poder independizarse solas o con su hijos. Muchas veces terminan soportando una convivencia muy hostil por no tener medios económicos. Estas cuestiones hay que trabajarlas para una sociedad más igualitaria.

-¿Desde la municipalidad se puede hacer algo para achicar esa desigualdad?

-Se pueden hacer cosas desde el Estado, en todos los estamentos de gobierno. Desde el municipio también, se pueden dar capacitaciones a las mujeres para que estén en mejores condiciones para buscar trabajo y ver también qué pasa con los niños. Este es otro tema, no hay guarderías municipales salvo para empleados municipales. En los barrios debería haber, en cada barrio una guardería para que las mamás puedan salir a trabajar tranquilas, que los niños estén cuidados y no pase lo que suele pasar que lamentamos accidentes cuando los niños quedan solos. Tampoco que sean las niñas mayores que se tengan que hacer tempranamente cargo de sus hermanitos. Con lo cual también vemos allí una desigualdad en los derechos de mujeres y varones. Así que también queremos proponer desde el Deliberante una política de género. Brindar facilidades a las mujeres para capacitarse y dejar a sus hijos tranquilas para salir a trabajar. En violencia de género, desde el municipio no se está haciendo nada. La provincia tiene un número para llamar en caso de emergencia, y bueno, por lo general la línea está atascada y desde el municipio no se está atendiendo esta conflictividad. Así que hay que poner en marcha una oficina eficiente que pueda acompañar a las mujeres, que tenga un número donde llamar, después pueda acompañar en el trámite de la denuncia de violencia cuando hay violencia familiar. Una secretaría de Género que atienda estos problemas.