Entrevistas
23/06/2017

Atilio Borón

“Fragmentar en tres el kirchnerismo bonaerense es una ofrenda a Macri”

“Fragmentar en tres el kirchnerismo bonaerense es una ofrenda a Macri” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El reconocido intelectual opinó en entrevista a Va Con Firma Mendoza, que la unidad del campo popular es fundamental ya que “el objetivo principal es defenderse ante la ofensiva brutal del macrismo”. Dijo además que “hay que revisar la Constitución Nacional, incluida su parte dogmática”, pero consideró que “no está dado el contexto” para hacerlo.

María José Valdez *

El sociólogo y politólogo Atilio Borón afirmó que “en esta elección se hubiera podido propinar una derrota al oficialismo que lo obligue a detener este rumbo, y no creo que eso vaya a ocurrir”, y consideró que “la fragmentación de lo que era el kirchnerismo” de la provincia de Buenos Aires “en tres partes -una parte con Massa, otra con Cristina y otra con Randazzo-, me parece que es una ofrenda” al gobierno nacional de Mauricio Macri y al bonaerense de María Eugenia Vidal.

Además de incursionar en el escenario electoral de este momento, dijo que “hay que revisar la Constitución Nacional”, incluida “la parte dogmática que no fue revisada” en la reforma de 1994 y por eso “permanece incólume” un texto “que refleja los valores e ideales que había a mediados del siglo XIX”. Aclaró sin embrgo que “ahora no está dado el contexto para una revisión de ese tipo”.

Borón fue entrevistado por Va Con Firma en el marco de las 3° Jornadas de Sociología de la Universidad Nacional de Cuyo, la misma institución mendocina donde años atrás anticipó el triunfo de Macri.

-¿Cómo observa el proceso electoral que actualmente está transitando la Argentina?

-Lo observo con mucha preocupación porque es un proceso que se da al margen de toda participación ciudadana, que vuelve a producirse a puertas cerradas, sin una discusión efectiva de los grandes temas que afectan al país, en donde parece que lo único que importa es ver qué alianzas se van a hacer, con quién, especulaciones de cargos y nada más. Entonces pienso que seguimos muy atrasados en el proceso de crear una cultura democrática en la Argentina. Las PASO tenían esa intención, es decir, de suscitar una discusión, un examen en profundidad de los grandes temas nacionales, pero evidentemente no funcionaron como se esperaba.

Ahora hay un caso crucial que es el de la provincia de Buenos Aires, donde a mi entender, la fragmentación de lo que era el kirchnerismo en tres partes -una parte con Massa, otra con Cristina y otra con Randazzo-, me parece que es una ofrenda de los dioses una vez más al gobierno de Macri y al gobierno de María Eugenia Vidal. Por más de que Cristina gane, va a ser difícil que obtenga más de un 35 ó 38%, lo cual para ella, como ex presidenta, es un triunfo que tiene sabor a derrota. Hubiese sido distinto que ese espacio se hubiese unificado, no ahora, sino mucho antes. Me parece que se podría haber llegado a una situación más promisoria, porque acá el objetivo principal es frenar esta ofensiva brutal del macrismo, y de esta manera yo no veo que se la pueda detener.

-¿No cree que las PASO hubiesen sido, en esta ocasión, un instrumento algo peligroso? En el sentido de que Cambiemos hubiese ido a votar contra Cristina en las internas abiertas de un posible gran frente en provincia de Buenos Aires.

-Si, podría ser. Pero creo que hay un problema de implementación de la norma. O sea, PASO quieren decir Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Y tienen que ser obligatorias aunque exista lista única. Pero en la Argentina, la institucionalidad republicana, para usar una palabra muy manoseada, es muy débil. Vos tenés una ley que declara la obligatoriedad de las PASO y los partidos no la cumplen. Y no hay ningún fiscal que diga ‘señor, usted tiene que convocar a las PASO’.

Creo además que hay otros problemas. Por ejemplo, se obliga a los partidos políticos a definir alianzas sin saber quién está adentro, quiénes son los candidatos. Hay muchas cosas que revisar, es necesario hacer una reforma política profunda en la Argentina, y debe extenderse hasta la Constitución, porque la que está vigente se sancionó en 1994, y en más de un sentido tiene que ser revisada. Es tributaria de una concepción democrático liberal que no se compadece con las necesidades del ordenamiento democrático del mundo actual.

Hay que revisar la parte dogmática de la Constitución que no fue revisada, es una Constitución que refleja los valores e ideales que había a mediados del siglo XIX. Estamos ya en la segunda década del siglo XXI y todo aquello permanece incólume. Sin embargo, ahora no está dado el contexto para una revisión de ese tipo.

-¿Cómo observa en la actualidad la construcción hegemónica de Cambiemos?

-La construcción de Cambiemos es difícil valorarla. Porque en la Argentina hay 24 jurisdicciones, y en cada una de ella se dan diferentes marcos de alianzas. Es el caso de la relación de Cambiemos con los radicales, en algunos lugares este último está incluido en la alianza pero en otros no. En el marco de las fuerzas del kirchnerismo, lo mismo. O sea, el problema es que este país es federal en el peor sentido de los términos, entonces no hay una estrategia global de ningún partido. El kirchnerismo no tiene una estrategia de alianzas de carácter nacional, tiene una estrategia para la provincia de Buenos Aires, otra para CABA, otra para Santa Fe, etc. Y lo mismo pasa con Cambiemos, tienen alianzas muy transitorias, muy efímeras en algunos casos, circunstanciales.

Hasta ahora esta situación les ha servido para ganar, y yo lo que temo es que si vuelven a prevalecer ahora, aunque no logren una mayoría, porque si vuelven a tener un caudal del 35% de los votos en provincia de Buenos Aires, y si lograran sacar aunque sea un punto más que Cristina allí, -estamos suponiendo que Cristina va de candidata, cosa que todavía no sabemos-, simbólicamente va a ser una gratificación plebiscitaria muy importante para el gobierno de Macri. Lo cual no soluciona los grandes problemas que tiene la Argentina, pero le da aire a un gobierno que está con muy poco oxígeno. Yo creo que en esta elección se hubiera podido propinar una derrota muy fuerte que lo hubiera obligado a detener este rumbo, y no creo que vaya a ocurrir.



(*) Integrante del Foro Nuevo Cuyo y estudiante de sociología.
29/07/2016

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