Para el cura de Opción Por los Pobres Francisco Olveira, “se nota muchísimo el deterioro de la situación” en los barrios y esto se debe al aumento de precios, a la ausencia del Estado y la falta de trabajo.

“Mucha gente que había salido de la pobreza volvió a la pobreza, y mucha gente que había salido de la indigencia, volvió a la indigencia”, describió Olveira sobre lo ocurrido en éste año y medio de gobierno de Macri; y señaló que en su parroquia no había comedores pero “el año pasado tuvimos que abrir dos”.

Consideró en diálogo con , que en la policía bonaerense “aumentó la impunidad porque hay un discurso de mano dura, de seguridad entre comillas, y eso hace que estén mucho más sueltos de cuerpo”.

- ¿Cómo ve esta primera etapa de gobierno de Mauricio Macri?

- Muy mal, creo que hay una concentración de la riqueza como no se vio en muchísimo tiempo. Todos los indicadores están diciendo no sólo que aumentó la pobreza sino que aumentó la desigualdad. El problema de América Latina no es la pobreza sino que es la desigualdad, la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen, y claramente las políticas que se están llevando adelante están llevando a eso.

- ¿Cómo está la situación social en los barrios?

- Se nota muchísimo el deterioro de la situación, cómo mucha gente que había salido de la pobreza volvió a la pobreza y mucha gente que había salido de la indigencia, volvió a la indigencia. Eso es por tres cosas: por el aumento de los precios, de los alimentos que aumentaron más de un 40% y siguen aumentando; por la ausencia del Estado que se retiró de los barrios, que antes tenía programas que eran muy virtuosos de distintos tipos, con actividades para los jóvenes, con la Anses y con programas de mejoramiento de viviendas que se fueron cerrando; y la tercera es la falta de trabajo, se nota claramente como cada vez hay más gente que se queda sin trabajo o bien que vivía de changas y ya no las tiene.

- ¿Esto se ve también en los comedores?

- Yo no tenía comedores, tenía un depósito lleno de alimentos hasta el 2015, de hecho repartía en otros lugares los alimentos, y ahora desde el año pasado tuvimos que abrir en abril un primer comedor y en octubre abrimos el segundo. Le estamos dando de cenar a casi 300 chicos cada noche y bastantes familias que vienen a retirar las viandas. Y eso anteriormente no hacía falta, la gente no estaba en el paraíso, pero con la asignación universal por hijo y con alguna changuita o con algún trabajo llegaban a fin de mes. Hoy no llegan.

- ¿Afecta también a problemáticas como la droga?

- Uno convive con el problema de la droga, yo recuerdo haber llegado hace 29 años a la Argentina y las primeras cosas que vi eran los pibes chiquitos aspirando Poxiran. Con la droga convivís, el tema es que si en vez de tener una escuela de circo cerrada la siguiéramos teniendo abierta, ese pibe que ahora está en la esquina y que no ve que su vida tenga algún sentido ni futuro, en vez de estar en la escuela de circo está en la esquina; y lógicamente con mucha más facilidad va a caer en la droga. Es mucho más fácil trabajar para que un pibe no entre, que para que un pibe salga de la droga.

- ¿Cómo está el tema de la violencia institucional, de la violencia policial, teniendo en cuenta el caso de la adolescente que apareció esposada en su barrio?

- Nunca la policía de la provincia de Buenos Aires fue una policía democrática y respetuosa de los derechos humanos, pero lo que yo siento es que aumentó la impunidad porque hay un discurso de mano dura, de seguridad entre comillas, y eso hace que estén mucho más sueltos de cuerpo. Un ejemplo es lo que pasó en nuestro barrio con ésta chiquita que dejaron esposada pero desde que comenzó Cambiemos tuvimos muchísimos episodios de represión a la protesta social, a movimientos populares, a grupos como el comedor de Lanús, o los chicos de la murga de la villa del Bajo Flores y no digamos cosas más institucionales como tener a Milagro Sala presa.

- Usted hizo una huelga de hambre por Milagro Sala, ¿Qué piensa de que siga presa?

- Tengo muy claro que es una presa política, no hay razones jurídicas para que esté detenida. Creo que está detenida por un odio de clase y justamente por lo que hizo; lo que no hizo el Estado en Jujuy nunca. De todas maneras para el que pueda pensar que es una chorra o que se robó todo, mínimamente queda claro que tiene que esperar los procesos libre. Está perfecto que a todo el mundo se lo investigue si se piensa que hay que investigarlo, pero en libertad. Eso lo sabe cualquier estudiante de abogacía, sabe que tendría que esperar los procesos en libertad. Si está presa es por motivos políticos. En Jujuy no hay un Estado de derecho, la justicia no es independiente y uno no puede confiar en que vaya a haber un proceso justo hacia Milagro Sala y sus compañeros.

- ¿Qué opina de la posición actual de la Iglesia institucional?

- La iglesia más jerárquica, nuestros obispos, las declaraciones que hacen son tan generales, como el último comunicado por la Pascua de la Conferencia Episcopal, que decía que la Argentina está dividida y no da soluciones a su gente. Yo creo que es verdad. Pero no dice quién es el causante de esa división y quién es el que no da soluciones a su gente. En ese sentido la jerarquía eclesiástica deja mucho que desear, con honrosas excepciones que se empiezan a escuchar de forma cada vez más clara en nuestro país. Por ejemplo, el obispo de Quilmes, que es uno de los presidentes del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, que en esta Pascua dijo claramente que hoy los crucificados de la historia son los que éste modelo económico está dejando sin trabajo, es Milagro Sala presa política, los maestros a los cuales se golpeó y maltrató. Hicieron otro documento diciendo “con los maestros no, no es el camino”; y exigieron que se abra la paritaria nacional. Hay obispos en nuestra patria, la mayoría nombrados por el papa Francisco, que están teniendo otro tipo de presencia con palabras concretas y no con palabrerío.

- ¿Cómo ve el proceso que lleva adelante el papa Francisco?

- Hoy tenemos una cabeza que reivindica a la unión por los pobres, es una iglesia pobre, de los pobres y para los pobres. Y es muy claro en los posicionamientos a nivel mundial; es necesario un cambio del sistema financiero internacional, es necesario un cambio de políticas económicas. Está diciendo claramente que el capitalismo y la acumulación de riqueza en pocas manos atenta al proyecto de Dios.