La intendenta de Zapala, Soledad Martínez, aseguró que desde el gobierno de Mauricio Macri “están mirando otra realidad” cuando plantean que “crecen el empleo y la inversión, bajó la inflación y tenemos menos pobres”.

El jueves, mientras se realizaba el paro general de la CGT, trascendió en la provincia la decisión de Martínez de no descontar el día a los trabajadores municipales que se adhirieran al paro. La medida de la intendenta del Frente Grande fue muy distinta de la que tomó el jefe comunal de Neuquén, Horacio Quiroga, quien anunció a los empleados municipales que le descontaría el día de paro y que además perderían el presentismo.

Martínez afirmó que varias obras que desarrollaba el gobierno nacional anterior en Zapala se frenaron, y refirió que cuando pidió una audiencia en el ministerio del Interior le avisaron que la iba a recibir el vice ministro, pero cuando viajó la atendió un secretario de un asistente del funcionario.

La intendenta también criticó al sindicalista Guillermo Pereyra por haber firmado la adenda al contrato de los petroleros no convencionales, que en los hechos significa flexibilización laboral para su sector.

- ¿No descontó el día a los trabajadores que se adhirieron al paro general de la CGT?

-No, no lo vamos a descontar como no lo hemos hecho nunca. Nosotros reconocemos que el derecho de huelga tiene un amparo constitucional y cuando nos toca sostener este derecho en nuestra calidad de empleadores lo hacemos en este esquema, que es garantizando la elección libre del ejercicio del derecho. Nos parece que son formas de imponer coactivamente algunas medidas, que muchos trabajadores que tendrían ganas de adherir al paro, amenazados por un descuento no lo harían, en particular en el contexto en el que estamos, donde cada peso tiene importancia vital en las economías familiares, nunca lo hemos hecho.

-¿Hubo adhesión de los empleados municipales al paro?

-La adhesión fue importante, dos de los cuatro sindicatos hicieron la convocatoria y tenemos bastante repartida la pertenencia gremial de nuestros compañeros trabajadores, entonces el comportamiento no fue homogéneo pero si importante, hubo sectores enteros que no trabajaron, por ejemplo el departamento de recolección de residuos, y algunas otras áreas de servicios y corralón también, algunas áreas administrativas.

-Algunas personas consideran que el trabajador tiene que parar por su situación individual, ¿cuál cree usted que fue el objetivo del paro?

-Creo que este paro ha sido convocado para defender los derechos de la clase trabajadora, independientemente de la situación en la que cada uno se encuentre en particular. Me parece que tuvo, además de una pretensión de defender algunas situaciones en particular, la intención de mostrar la fortaleza de la clase trabajadora sindicalizada y dispuesta a defender los derechos que le llevó tiempo conquistar y que todos los días se ven amenazados por diferentes medidas del gobierno nacional. Así que era importante también garantizar desde ese lugar la mayor participación en absoluta libertad.

-¿Cómo ve el gobierno de Mauricio Macri?

-A mí me impresiona de manera muy negativa, pero no deja de asombrarme la capacidad que hay de mirar tan diferente una realidad. Dicen crece el empleo, crece la inversión, bajamos la inflación, tenemos menos pobres, lógicamente dicen que el paro no tiene ninguna razón de ser, ahora están mirando otro país, por lo menos es nuestra lectura. No compartimos ninguna de esas caracterizaciones, algunas son opinables otras son estadísticas, no hay margen para la opinión respecto de la inflación del 25% anual, esa inflación condiciona la capacidad adquisitiva de la moneda, del salario de los trabajadores, modifica su calidad de vida, las recomposiciones salariales están muy lejos de esos porcentajes de este año. El año pasado fue del 40 y pico % la inflación, o sea ni siquiera contemos con recuperar la capacidad adquisitiva del salario. Entonces, la verdad, a mí no deja de asombrarme los que hablaban de “el relato”, cómo son capaces de construir una realidad tan distante a la que vemos todos los días en el supermercado, en el colectivo o en nuestros lugares de trabajo.

-Una jueza obligó al gobierno a que convoque a la paritaria nacional docente. En el gobierno no sólo dijeron que van a apelar, también van a recusar a la jueza.

-Me parece que con este tipo de acciones lo que se logra, visto desde nuestro lugar de absoluta subjetividad política, parada en la vereda de enfrente, es desnudar lo que verdaderamente es el proyecto político del gobierno nacional. Un gobierno de sesgo muy autoritario, disfrazado con un barniz de moderado y reconocimiento de derechos y defensa de las instituciones, pero que cuando se sale del coaching dice lo que verdaderamente piensa. Un gobierno, agregaría yo, con funcionarios que tienen un inmenso desprecio por los trabajadores y ponen al Estado frente una situación en la que nos tenemos que defender. El Estado, que en nuestra mirada es esa institución que está para defendernos, para garantizar derechos, es aquella institución de la que nos tenemos que defender.

El único gremio que tuvo paritarias, el de trabajadores bancarios, logra un acuerdo de recomposición salarial con sus empleadores, nada más ni nada menos que con los bancos, y es el mismo gobierno el que decide que esa medida agravia la política de trabajo que tiene y se dispone a cuestionarla ante un juzgado. Es inaudito, de verdad.

-¿Esto se tiene que expresar en las elecciones de este año?

-A mí me parece que hay que organizarse, movilizarse, reclamar, marchar, parar, son formas de expresar también las posiciones pero no hay ninguna duda de que la expresión por excelencia de conformidad o disconformidad son las elecciones y es el momento de expresarlo. Ahora, hay una construcción del discurso político materializado a través de los medios, en el que parece que todas estas maneras de defender libremente los derechos de la democracia son una suerte de golpes destituyentes. Porque expresarse ahora es destituyente, parar es destituyente, manifestar la disconformidad es destituyente y se construye ese discurso que claramente tenemos la obligación, la dirigencia política que no comparte esto, de deconstruir en un dialogo muy desapasionado y muy profundo.

-Los representantes de Cambiemos en Neuquén aseguran que el gobierno nacional atiende a todos los intendentes, sean del partido que sean. ¿Cómo es la relación con Zapala?

-El plan Mas Cerca directamente se suspendió, algunas otras cosas tienen continuidad. Nosotros tenemos un centro de atención a mujeres víctimas de violencia para quienes estamos esperando una ampliación con aportes del ministerio de Desarrollo Social de la Nación que ha tenido continuidad, pero todo lo demás que teníamos gestionado, la terminal, la secretaria de políticas universitarias con la cual íbamos a traer un sinfín de carreras semipresenciales y a distancia, está parado.

También, proyectos que teníamos presentado en el ministerio de Planificación están parados, un paquete de viviendas está parado, el pavimento está parado y no hemos tenido respuesta. Solicité una sola audiencia en el ministerio del Interior que es el canal que el gobierno nacional ha indicado para los intendentes, me anunciaron que sería recibida por el vice ministro y al final me recibió el secretario de un asistente del vice ministro, porque el vice ministro tenía el cumpleaños de cinco de su hijo.

-¿Qué piensa del encuentro que unió al senador Pereyra con el ex gobernador Jorge Sapag?

-La verdad que hay cosas a las que asisto con asombro, un secretario general de un gremio que firmó el único convenio en el que claramente se acuerda flexibilizar las condiciones de trabajo de sus trabajadores, que inaugure un edificio que él mismo informa que costó más de 10 millones de dólares, no lo puedo concebir, la verdad es que me parece un desatino.

Entrevista: Mauricio Rojas